La dise?adora que quiso ser alba?il o cabaretera
La Premio Nacional de Dise?o de Moda 2023 Teresa Helbig lleva tres d¨¦cadas defendiendo valores como la artesan¨ªa y la sostenibilidad frente a la producci¨®n para consumo r¨¢pido: ¡°Un buen traje tambi¨¦n se cocina a fuego lento¡±
Cuando el traqueteo de la m¨¢quina de coser amortigua cualquier otro ruido dom¨¦stico durante la infancia, cuando se trata de un sonido tan familiar como la voz de la madre, cuando se crece en una cocina donde se cortan, adem¨¢s del pan, los patrones, ?hay otro futuro m¨¢s l¨®gico? Teresa Helbig (Barcelona, 1963), Premio Nacional de Dise?o de Moda 2023, lo medita unos segundos: por un lado, la costura y la vida eran la misma cosa para ella; creci¨® pasando puntos, ayudando como pod¨ªa a una madre costurera que le repet¨ªa la cantinela de: ¡°ni?a, corre, que tenemos que entregar una prenda¡±. Pero por el otro¡ ¡°?No!¡±, profiere Helbig. ¡°A m¨ª lo que me empuj¨® a hacerme dise?adora no fue solamente aquello, sino Bette Davis y sus vestidos de gasa o de tul, el glamur de las pel¨ªculas¡±, confiesa sonriendo. La motivaci¨®n definitiva fueron, dice, justo esos trajes de la pantalla que no sal¨ªan nunca de la m¨¢quina de coser que repiqueteaba sin parar en su casa.
La dise?adora catalana ha vestido a los nombres m¨¢s rutilantes de la galaxia del celuloide, de Emily Blunt o Halle Berry a Zendaya y, por supuesto, tambi¨¦n a las m¨¢s destacadas personalidades espa?olas, de la reina Letizia a la actriz ?rsula Corber¨®. Y su trabajo es m¨¢s visible de lo que pueda parecer: desde junio de 2022, los empleados de cabina y aeropuertos de Iberia visten un dise?o de Helbig, que ella misma califica de ¡°uniformes atemporales, funcionales pero de una gran belleza¡±. Hace un par de a?os abri¨® un estudio en Madrid, cerca del parque del Retiro. La luz densa de mediod¨ªa y el bullicio de las terrazas en plena sobremesa no alcanzan para amenazar la paz de ese espacio blanco por el que se mueve con un desparpajo que desborda cada gesto que hace: igual agarra un div¨¢n pesado y lo mueve sin despeinarse ¨Cel fot¨®grafo necesita espacio para los retratos¨C que se tira al suelo y posa ante el objetivo con la naturalidad de una virtuosa.
Pregunta: Creci¨® en el Poble-sec, en Barcelona. All¨ª vivi¨® su infancia durante la ¨²ltima d¨¦cada larga de dictadura franquista.
Respuesta: En la calle paralela ten¨ªamos una vecina con un ni?o m¨²sico, que siempre dec¨ªa: ¡°?Va a ser un crac, mi hijo!¡±. Era Joan Manuel Serrat. Aquella era una realidad tan gris, la de la Espa?a de finales de los sesenta y principios de los setenta, que yo me pasaba el d¨ªa de mal humor. No me gustaba lo que ve¨ªa, prefer¨ªa las pel¨ªculas, que miraba con fascinaci¨®n.
P. ?Y en el colegio? ?Fue a uno de esos que obligaba a vestir de uniforme? Siempre dice que no ve la virtud de pasar desapercibida¡
R. Colegio de monjas, s¨ª. Llev¨¢bamos uniforme y siempre me lo tuneaba, para su disgusto. Hab¨ªa una asignatura de manualidades. Ten¨ªamos que hacer tapetes de ganchillo. En vez de eso, a m¨ª me sali¨® coserme un sujetador con transparencias, a lo Madonna. Las monjas llamaron a mi madre escandalizada¡
De su madre ¨C¡±Teresa madre¡± la llama todo el tiempo, con un afecto inmensurable¨C aprendi¨® el trabajo duro, el oficio y, tambi¨¦n, a creer en s¨ª misma. Con los retales de una tela de tonos morados, le confeccion¨® un vestido geom¨¦trico con canes¨² de color crudo; la primera prenda que recuerda que cosieran juntas. Esa costumbre perdur¨®. Fue entre ambas como vio la luz la marca Helbig, por una an¨¦cdota que, a toro pasado y sabiendo lo que el futuro le deparar¨ªa, se cuenta como un mito fundacional: ¡°Ten¨ªa que asistir a una boda y no sab¨ªa qu¨¦ ponerme. Tuve una idea. Mi madre, en vez de asustarse, se embarc¨® en la locura conmigo. Compramos un saco con m¨¢s de 800 plumas que tuvimos que te?ir, coser¡ Ese vestido despert¨® furor. La gente me dec¨ªa: ¡®?Por qu¨¦ no sacas una colecci¨®n de ropa?¡¯. Y ah¨ª mi madre y yo nos preguntamos: ¡®?Por qu¨¦ no?¡±.
P. Al principio trabaj¨® como escaparatista.
R. Necesitaba trabajo y mientras me paseaba por Barcelona pensando qu¨¦ hacer pas¨¦ por una tienda que me fascinaba. Y simplemente entr¨¦ y me dieron la oportunidad. Descubr¨ª que los escaparates eran pura puesta en escena. De pronto me vi haciendo el escaparatismo de las tiendas m¨¢s punteras de Espa?a. Mantuve esta actividad durante muchos a?os, tambi¨¦n mientras ya sacaba mis colecciones.
P. Prefiri¨® el pluriempleo a dise?ar para tiendas o generar enormes producciones, aunque esa decisi¨®n le dificultara vivir de lo que hac¨ªa. ?Por qu¨¦?
R. Vestirte es la forma con la que te presentas al mundo. Es un hecho relevante. Y yo tuve claras desde el principio varias cosas: primero, que quer¨ªa trabajar en pro de la mujer y que nunca har¨ªa esto por el ¨¢nimo de lucro, por ganar un poco m¨¢s de dinero. Tambi¨¦n que defender¨ªa siempre la artesan¨ªa, lo bien hecho: un buen traje tambi¨¦n se cocina a fuego lento, necesita pensamiento (?si hasta le grabo un making of a las clientas!). Y que no caer¨ªa en los males que hay detr¨¢s de esa industria que fabrica masivamente tan lejos de aqu¨ª (las condiciones de esa gente son una realidad jodida). ?La gratificaci¨®n instant¨¢nea y el consumo r¨¢pido nunca han sido ni ser¨¢n nada Helbig!
MI DEFINICI?N
¡°Olvid¨¢ndonos de la ¡®aptitud¡¯, el talento es ni m¨¢s ni menos la combinaci¨®n de una mirada especial con una dosis de pasi¨®n acojonante¡±
P. Con esa filosof¨ªa, ?hay alguna mujer a la que le hubiera hecho especial ilusi¨®n vestir? Puede elegir personajes hist¨®ricos de cualquier momento¡
R. En realidad, cualquier mujer con mirada propia y con ganas de contar su propia historia cuando la realidad corre en su contra cabr¨ªa aqu¨ª¡ Nosotras [dice, refiri¨¦ndose a las dos mujeres que trabajan con ella en la marca Helbig presentes durante la entrevista] tenemos un club que llamamos ¡°las de la B¡±: Birkin, Bardot, Blondie, Bowie¡ Son una fuente de inspiraci¨®n en nuestro imaginario.
P. ?Y tiene usted alg¨²n talento oculto que quiera aprovechar para revelar?
R. Soy incapaz hasta de conducir. Tengo un terrible d¨¦ficit de atenci¨®n. Pero quiero pensar que en otra vida habr¨ªa sido una gran bailarina. O actriz. O cabaretera. O quiz¨¢ alba?il. ?Sabe que una vez hicimos un corto? Etiqueta negra, se titula. Dirigido por David Verg¨¦s. Me habr¨ªa gustado rodar pel¨ªculas, tambi¨¦n. En este filme, ?rsula Corber¨® y Macarena Garc¨ªa atracan una gasolinera bailando un mambo¡ Al final, una dise?adora como yo no puede no ser una apasionada del cine, de la m¨²sica, de las artes¡ Bebemos todos unos de otros, supongo que es inevitable cuando uno se dedica a cuestiones creativas. ?Sabe? Probablemente en otra vida habr¨ªa compaginado lo de alba?il y cabaretera.
La ganadora del Premio Nacional de Dise?o de Moda 2023 afirma: ¡°Una mujer Helbig no pasa desapercibida¡±. En sus tres d¨¦cadas de carrera, siempre apost¨® por ¡°la artesan¨ªa, lo bien hecho y la innovaci¨®n¡±. En las im¨¢genes, muestra algunas prendas y complementos en su atelier de Madrid.
Helbig habla de su carrera como de un viaje en el que han ido sucediendo ¡°cosas incre¨ªbles¡± que no se habr¨ªa atrevido a so?ar cuando pon¨ªa en pie tal edificio con la ayuda de Teresa madre. Y hace mucho hincapi¨¦ no en la remembranza, de inclinaci¨®n nost¨¢lgica, sino en el futuro: en la fe que le tiene a las futuras generaciones para que cambien el paradigma de consumo y para que eso que ella siempre crey¨® se extienda: ¡°Ahora es m¨¢s usual hablar de lo que yo siempre tuve presente: la sostenibilidad y la innovaci¨®n como valores, frente al absurdo del quiero algo y lo tengo¡±. Aunque la palabra le incomode por grandilocuente, Teresa Helbig tiene talante de artista.
P. Enhorabuena, por cierto, por este Premio Nacional de Dise?o de Moda, que le llega tras m¨¢s de tres d¨¦cadas de carrera. ?Se recibe distinto cuando se trata de un reconocimiento a toda una trayectoria?
R. ?Uy, calla! Que ahora suena como una placa de INRI encima de una cruz, como un ¡°descanse en paz¡±. ?No, no! Me queda mucho por hacer. No quiero que dejen de suceder cosas bonitas en ese camino, ahora que se nos une tanta gente joven. Como al final no fui cabaretera y la pierna no tengo que levantarla, puedo seguir hasta que quiera.
El talento de la dise?adora...
Muchas de sus colecciones se han inspirado en figuras hist¨®ricas femeninas. Desde que comenz¨® su carrera, uno de sus focos de atenci¨®n fue poner a la mujer en el centro, una mujer con visi¨®n propia, empoderada frente a circunstancias adversas.
... y el talento de la empresaria
Su modelo siempre fue el de la artesan¨ªa, la mezcla de tradici¨®n e innovaci¨®n, y una apuesta por un crecimiento lento y sostenible, alejado de las producciones masivas de una de las industrias que m¨¢s ha fomentado el consumo r¨¢pido (y una de las m¨¢s contaminantes del mundo, a causa de ello). ¡°Prendas que perduren¡±, dice.