Arda Turan juega contra todos

El f¨²tbol de Arda Turan no tiene eco en Simeone porque su participaci¨®n se pone en duda antes de cualquier encuentro, porque no acaba partido alguno y porque solo se expresa con el bal¨®n en los pies. Pero conjuga el cuero y el pase como nadie y con eso, al menos, le alcanz¨® para superar al Athletic, versi¨®n alejada de lo exhibido en este curso.

Como si se tratara del patio del colegio o de un partido de Oliver y Benji, el Atl¨¦tico sac¨® del centro del campo con la mirada al frente y a la carrera, con tres futbolistas alrededor de Turan, que trazaba quiebros a mamporro. La aventura se acab¨® antes de romper a la zaga rival, reacia a prolongar el absurdo. Pareci¨®, en cualquier caso, una declaraci¨®n de intenciones; no hab¨ªa cabida al despiste. Pero fue, en realidad, un ejercicio de fuegos artificiales, un ataque presumido y resbaladizo ante cualquier probabilidad de ¨¦xito. Un s¨ªntoma de este Atl¨¦tico, que corre mucho y toca poco, que pretende alcanzar el ¨¢rea rival en dos o tres pases, que no gobierna los duelos y tampoco los resultados, por m¨¢s que s¨ª domesticara a un reblandecido Athletic.

No se dio el Athletic de Bielsa porque el t¨ªtulo del equipo lo comparte con Llorente como hace Guardiola con Messi. Ausente el delantero por lesi¨®n, los leones se quedaron sin una referencia que bajara el bal¨®n directo, que diera un respiro al pase largo ¡ªnecesario en caso de apuro, como a orillas del Manzanares¡ª, que fijara las l¨ªneas en campo ajeno y que, de paso, generara huecos con sus arrastres. A Toquero le sobr¨® movilidad y le falt¨® bal¨®n, sobre todo porque I?igo P¨¦rez y Ander Herrera quedaron reducidos a espectadores, escasos de espacio y tiempo para maniobrar, ninguneados por la presi¨®n rival. Demasiadas restas para que destilara su f¨²tbol; toda una alegr¨ªa para el Atl¨¦tico, que con mucho menos, focalizado en las botas de Turan y la cabeza de Falcao, hizo m¨¢s.

Descartada la posesi¨®n del esf¨¦rico por sistema, porque Simeone entiende que eso no pega con su equipo, el Atl¨¦tico se define por la defensa hom¨¦rica y solidaria, adem¨¢s de por el contragolpe, signo que el t¨¦cnico s¨ª explica como segunda piel del escudo rojiblanco. Pero lo primero es subir la cremallera, dormir el duelo con cloroformo, valeriana, Valium o lo que haga falta. Tarea que consigue con frecuencia, incluso ante uno de los m¨¢s gallardos, como el Athletic, capaz de alborotar Old Trafford. Anestesiado el encuentro, era turno de Arda.

Turan no enga?a a nadie con su propuesta porque quiere el bal¨®n a todas horas. Pero, a la vez, es un trilero de los buenos porque lo mueve como nadie, porque siempre sugiere una cosa con la cintura y hace la contraria con los pies. Requiebros, fintas, un centro que le pein¨® la cresta a Adri¨¢n y que no acab¨® en gol por poco, y un disparo seco, demasiado centrado. F¨²tbol de claqu¨¦. Oasis.

El turco es un trilero; sugiere una cosa con la cintura y hace la contraria con los pies

Parec¨ªa un duelo predestinado al fracaso, sin albedr¨ªo ni goles. Pero Bielsa modific¨® el puzle y a buen seguro el resultado. Quit¨® a Ander Herrera para adelantar a De Marcos, a Javi Mart¨ªnez lo coloc¨® de lateral y San Jos¨¦ se ubic¨® en el centro de la zaga. Fue este ¨²ltimo, en una noche aciaga, el que chirri¨®, lento en sus movimientos, sobre todo ante Adri¨¢n, camino de convertirse en el abus¨®n de la clase, sobre todo cuando se planta en el borde del ¨¢rea.

Recibi¨® Adri¨¢n el pase interior de Turan, amag¨® y rompi¨® a San Jos¨¦, que midi¨® mal y se tropez¨® en la correcci¨®n. Despu¨¦s, el propio Adri¨¢n rompi¨® la cintura de Amorebieta para lanzar un chut cruzado que Iraizoz desbarat¨®. El rechazo, bal¨®n masticado y en boca de gol, lo enlaz¨® Falcao, siempre puntual con su cita, voraz en el ¨¢rea y oportunista. Red y Atl¨¦tico en estado puro. Ocasi¨®n y gol.

Simeone entiende

Poco se supo del Athletic, por m¨¢s que jugadores como Iturraspe, De Marcos y Aurtenetxe, de inteligencia sobrada, comprendieran que el bien colectivo reclamaba el pase r¨¢pido. No hab¨ªa huecos ni asistencias definitivas, menos remate. Ni siquiera Susaeta, bajo el larguero, supo empalar un bal¨®n caprichoso que desvi¨® Perea. Algo, lo de ponerle el lazo al cuero, de lo que sabe Falcao. Turan dio un pase a la carrera de Juanfran, que pis¨® la l¨ªnea de fondo y sac¨® un centro al segundo palo. El tigre puso la cabeza, el segundo tanto y la victoria. No fue muy sufrida ¡ªporque el Athletic esper¨® a dar el arre¨®n al descuento, cuando Javi Mart¨ªnez aprovech¨® un pase de De Marcos en el ¨¢rea para reducir distancias¡ª, ni muy espectacular. Aqu¨ª solo se divierte Turan y con eso, de momento, le alcanza al Atl¨¦tico para acariciar las posiciones europeas.