El valor de Ferrari lo marca Sauber

Que nadie se llame a enga?o. El resultado del Gran Premio de Malasia es excelente para Ferrari, pero no responde en absoluto a la realidad que est¨¢ viviendo la marca de Maranello. La carrera de Fernando Alonso en Sepang fue extraordinaria. Fundamentalmente, porque la gan¨® con un coche que sigue estando por debajo de las prestaciones que ofrecen McLaren, Red Bull, Mercedes, probablemente Lotus y, por lo que se vio en la parte final, incluso por debajo de los Sauber, ya que un piloto poco experto, pero con un gran futuro, como Checo P¨¦rez, le arrebataba un segundo por vuelta cuando la pista se sec¨® y ambos iban con neum¨¢ticos lisos.

Siendo realistas, la victoria de Alonso solo puede explicarse por las m¨²ltiples incidencias que provoc¨® las cambiantes circunstancias meteorol¨®gicas en Sepang. La lluvia inicial ya rompi¨® los esquemas de muchos pilotos. Entre ellos, los de Sebastian Vettel, que hab¨ªa sacrificado en parte la clasificaci¨®n para poder salir con gomas duras. Despu¨¦s, cuando la intensa lluvia oblig¨® al director de carrera a sacar a la pista el coche de seguridad, el panorama volvi¨® a cambiar porque se igualaron todas las diferencias. Luego, cuando lleg¨® el momento de cambiar los neum¨¢ticos a los de seco, hubo otro revolc¨®n para muchas escuder¨ªas.

Alonso lo hizo todo bien, pero su coche sigue siendo peor que los de la competencia

Sin embargo, todos estos detalles parecieron conjugarse de forma favorable a los intereses de Alonso. El espa?ol realiz¨® una muy buena salida, en la que gan¨® varias posiciones. Despu¨¦s sac¨® provecho de los problemas que fueron dilapidando las posibilidades de todos sus grandes rivales: Schumacher sufri¨® un toque en las primeras curvas, Button tuvo que cambiar el morro y qued¨® relegado, Webber se equivoc¨® con la estrategia, Raikkonen hab¨ªa sido penalizado con cinco puestos en la parrilla, Vettel padeci¨® un pinchazo en un toque con Karthikeyan y a Hamilton se le cal¨® el motor en una de sus paradas para cambiar de neum¨¢ticos.

Por contra, Alonso lo hizo todo bien. Y el equipo, curiosamente, tambi¨¦n. Porque, contrariamente a lo que ha estado ocurriendo en Ferrari durante los ¨²ltimos a?os, los estrategas acertaron en Malasia en todo: en la elecci¨®n de las gomas, en el momento de realizar los cambios, en la velocidad en las operaciones en el taller... La victoria de Alonso no solo concede al asturiano el liderato del Mundial, algo impensable por la calidad de su coche, sino que supone una inyecci¨®n de moral indispensable para una escuder¨ªa que hace a?os que ha perdido el camino del ¨¦xito y que esta temporada tampoco lo ha encontrado.

Tambi¨¦n P¨¦rez realiz¨® una carrera impecable. La habr¨ªa podido ganar si no se hubiese salido de la pista cuando estaba atacando a Alonso en las vueltas finales. Fue su ¨²nico error, muy leve para un piloto que est¨¢ empezando en la f¨®rmula 1. Estuvo brillante y cont¨® con un coche que conserva mejor que nadie los neum¨¢ticos. Por eso era al final m¨¢s r¨¢pido que Alonso. Por eso el Sauber fue el mejor term¨®metro para radiografiar la situaci¨®n actual de Ferrari y dejar establecido que el italiano sigue siendo un coche bastante peor que los de la competencia.