?Pesimismo? No, gracias
El presidente de la federaci¨®n espa?ola de balonmano reflexiona, tras los Juegos, sobre el futuro de los deportes que dependen del apoyo institucional
Finalizaron los Juegos Ol¨ªmpicos en Londres y en los d¨ªas siguientes (por no reducir a horas) aparecen los an¨¢lisis, comentarios, aplausos y cr¨ªticas a tenor de los resultados obtenidos por nuestra representaci¨®n ol¨ªmpica. Alrededor de ello, con l¨®gica preocupaci¨®n por otra parte, se constata de manera elocuente un ambiente de pesimismo alrededor del futuro de aquellas especialidades sostenidas b¨¢sicamente por el apoyo institucional y la incidencia negativa de la crisis que soportamos. La dependencia del soporte oficial es una constante en el deporte espa?ol una vez que el ¡°pastel de la financiaci¨®n privada¡± se distribuye en deportes concretos (en algunos casos sin la vitola de ol¨ªmpicos), con retornos inmediatos a los intereses publicitarios. Se cuentan con los dedos de una mano aquellos deportes con recursos propios suficientes para crecer al margen del presupuesto institucional mientras que el resto encuentran en el mismo la ¨²nica v¨ªa de mantenimiento. Esta realidad entra en escena y se debate durante unas horas o d¨ªas cada cuatro a?os tras los Juegos desapareciendo de la escena medi¨¢tica como las nubes veraniegas.
Ante el escenario desalentador que se dibuja a partir de los recortes derivados de la situaci¨®n econ¨®mica del momento, dejarse llevar por el pesimismo supone introducirse en un mundo de tinieblas, falto de esperanzas, ausente de sue?os y alejado de valores propios del deporte; la renuncia al sacrificio y al esfuerzo que tanto exigimos a nuestros deportistas tiene menos cabida a¨²n en el terreno de los dirigentes m¨¢s obligados que nunca al ejemplo, la coherencia y a la responsabilidad que provoque cohesi¨®n y se aleje de renuncias. Es cierto que muchos deportes se sienten discriminados de los focos de atenci¨®n, alejados de apoyos privados por no ser considerados marcas de inter¨¦s, olvidados, en mayor o menor proporci¨®n, de las empresas y televisiones a la espera de normas que reconozcan y faciliten el crecimiento con tendencia a la equidad e igualdad de trato, pero no lo es menos que no puede esperarse a la llegada del man¨¢ de la futura ley de Mecenazgo tan anunciada como lenta en su elaboraci¨®n, ni esperar que las instituciones soporten una estructura profesionalizada del deporte. Por otra parte el proyecto A.D.O, no hay que olvidarlo, ayuda y mucho, s¨ª, pero en base a resultados en un c¨ªrculo comprometido y temporal.
Se cuentan con los dedos de una mano aquellos deportes con recursos propios suficientes para crecer
Me niego a dejarme arrastrar por posturas pesimistas; liderar exige, entre otras muchas cosas, no transmitir lo negativo a los cientos, miles de personas an¨®nimas que hacen grande cada deporte desde el anonimato; no se puede olvidar a tantos dirigentes, monitores, padres y aficionados que sostienen el tejido deportivo de base con su permanente esfuerzo, su solidaridad y sacrificio que no merecen mensajes negativos sino caudales de agradecimiento; unas semanas de desaliento son a?os de retraso en resultados. Mucho antes del ¨¦xito y de la detecci¨®n se necesita promoci¨®n, estructura b¨¢sica, deporte escolar, (de obligada responsabilidad institucional) facetas estas que, de una manera u otra, vienen desarrollando de manera voluntaria familias, aficionados enamorados de cada especialidad. Ellos deben obligarnos a superar situaciones (incluso l¨ªmites), superar escollos y seguir ofreciendo resultados positivos.
El balonmano, mi deporte, transita con buenos resultados en medio de la penuria; medallistas ol¨ªmpicos, (recientes en las mujeres o de Juegos anteriores en hombres), abandonan nuestras ligas en b¨²squeda de soluciones profesionales en otros pa¨ªses; los clubes, de distintos niveles, se ven obligados a reducir presupuestos o a encontrar nuevas v¨ªas imaginativas; los aficionados se interrogan respecto al valor de las competiciones ante la dispersi¨®n de alguna de sus estrellas. Todo ello contribuye a la inquietud del mundo del balonmano como no puede ser de otra manera. En paralelo la actividad exige no perder el tiempo en dudas; la formaci¨®n exige atenci¨®n permanente, los clubes se esfuerzan por mantener las competiciones, ya en puertas, con la m¨¢xima dignidad, en meses un nuevo Campeonato de Europa Femenino y el Campeonato del Mundo de Espa?a 2013 nos reclaman la m¨¢xima atenci¨®n con nuevos ex¨¢menes de resultados que ayuden al crecimiento de nuestro deporte. Digamos en voz alta que la marca balonmano tambi¨¦n existe y de la que nos sentimos orgullosos en su defensa, vitalidad y obligado reconocimiento.
Digamos en voz alta que la marca balonmano tambi¨¦n existe
Los resultados brillantes de nuestras selecciones, la medalla de bronce de unas jugadoras que han asombrado a todos con su esp¨ªritu deportivo (aut¨¦nticas guerreras como fueron bautizadas en la campa?a del Preol¨ªmpico), el buen comportamiento de los jugadores, sin premio, en la cita de Londres, el t¨ªtulo europeo de los juniors, etc., son un homenaje a nuestros seguidores, dirigentes, monitores y entrenadores que desde el silencio son nuestro motor y a los que debemos y consagramos nuestros esfuerzos. Ellos no entienden de crisis porque se asoman al balonmano desde el afecto. Aumentemos esa familia con mensajes de optimismo.
El Mundial de Enero 2013 es nuestro verdadero examen; est¨¢ en juego no solo el ¨¦xito deportivo sino igualmente la credibilidad del balonmano y del deporte espa?ol ante el mundo deportivo y con el horizonte de la candidatura ol¨ªmpica de Madrid 2020. En el ¨²ltimo tramo organizativo en el que nos encontramos al esfuerzo de las instituciones implicadas le demandamos un adicional en colaboraci¨®n organizativa. Se hace imprescindible por otra parte una implicaci¨®n activa del mundo empresarial en el campo del Patrocinio a un evento considerado de excepcional inter¨¦s que tendr¨¢ retorno asegurado por la inmensa fidelidad de los seguidores a los que se unir¨¢n nuevos aficionados que descubrir¨¢n las riquezas de este deporte.
Finalizo retornando al principio de estas reflexiones: que el debate que se plantea en los d¨ªas posteriores a los Juegos contin¨²e durante meses ser¨ªa la mejor inversi¨®n para el futuro del deporte espa?ol. El olvido es seguir manteniendo en el pozo del anonimato a muchas especialidades y deportistas. Las soluciones no pueden esperar.
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