¡®Triplete¡¯ solemne de Soldado

El liderazgo en un equipo se conquista en noches como esta. Un solemne triplete en Bielorrusia, al conjunto revelaci¨®n, con un recital de desmarques y de remates propios de este formidable delantero. Soldado entr¨® en la historia del club de Mestalla con 14 goles en 16 encuentros en la Champions, lejos ya de los 11 de Juan S¨¢nchez, pero lo hizo sobre todo en un partido de verdad, de los que marcan el destino. Adem¨¢s de la veta goleadora de Soldado, Pellegrino encontr¨® tambi¨¦n un equipo.

Armado a partir de la solidez defensiva de Ricardo Costa y de la consistencia en la medular de Albelda, Gago y Tino Costa. Este ¨²ltimo, casi de media punta, se convirti¨®, por la vitalidad y el optimismo de su juego, en un aliado inesperado de Soldado. Fabricaron un gol, el tercero, digno de museo. Sin olvidar la crucial actuaci¨®n del portero Diego Alves en los momentos clave. Inspirado para frenar al BATE cuando el conjunto bielorruso todav¨ªa estaba impulsado por la inercia de los dos primeros encuentros ganados.

Hasta ahora, a Soldado se le reprochaba su incomparecencia en las noches de alcurnia continental. Apenas particip¨® media hora ante el Schalke hace dos temporadas y no vio el bal¨®n frente al Chelsea en la pasada campa?a. El Valencia, en ambos casos, qued¨® apeado de la Champions. Una espinita extra¨ªda finalmente por el segundo capit¨¢n valenciano, autor no solo del penalti transformado al filo del descanso sino de la jugada precedente. Primero el desmarque al borde del ¨¢rea, despu¨¦s el control de espaldas y el giro rapid¨ªsimo del cuerpo acompa?ado de un toque con el exterior del pie derecho mientras el central serbio Simic lo agarraba de la camiseta. Luego, Soldado es un seguro desde los 11 metros. Coloca la pelota a un palo o el otro con convicci¨®n, muy dif¨ªcil de estudiar para los porteros. Esta vez a la izquierda del meta Gorbunov. Soldado ya hab¨ªa avisado con dos escapadas anteriores y dos tiros de primera repelidos por los pu?os de Gorbunov. El ariete dio brillo as¨ª a una primera mitad nebulosa: su dominio en campo contrario hab¨ªa tendido a la intrascendencia. Como ya le sucedi¨® en Mallorca y tambi¨¦n en el Ciutat de Val¨¨ncia ante el Levante, le hab¨ªa faltado intensidad, velocidad y desborde. Hasta aparecer Soldado.

Al principio fue dif¨ªcil comprender c¨®mo el BATE hab¨ªa derribado al Bayern de M¨²nich (3-2). Despu¨¦s s¨ª se comprendi¨®. Es un conjunto explosivo en la zona de tres cuartos. Y sale con muchos efectivos al contragolpe. Neutralizados m¨¢s o menos por un Valencia m¨¢s contenido que en encuentros anteriores. Gracias a la presencia de Ricardo Costa en el centro de la zaga: expeditivo y poderoso el defensa portugu¨¦s.

Con 14 tantos, el ariete es el m¨¢ximo goleador del club en la 'Champions'

Obligado a ir a por el partido, Hleb asumi¨® el mando del BATE en el arranque del segundo tiempo y desequilibr¨® en la frontal de ¨¢rea antes de ceder el pase de Rodionov. El ariete rompi¨® a Rami y su disparo cruzado se encontr¨® con la milagrosa pierna izquierda de Diego Alves. El meta brasile?o hizo la parada de la noche, y, de paso, lanz¨® una contra demoledora. Mientras corr¨ªa Guardado hacia la porter¨ªa contraria, con diversas opciones de pase, eligi¨® la mejor: un centro largo y bombeado al otro lado. Lo revent¨® Soldado en una volea perfecta: de arriba abajo y ligeramente embolsada con el exterior del pie derecho.

El Valencia entr¨® en ebullici¨®n. Se lanz¨® a la yugular del BATE en cuanto Guardado, Gago y Tino Costa robaban y sal¨ªan en busca de Soldado. Por fin un Guardado incisivo y ambicioso. Y un sorprendente Tino Costa, atinad¨ªsimo en la posici¨®n de media punta. Su pared con Soldado result¨® memorable. Un tuya-m¨ªa dentro del ¨¢rea completado con el remate final de Soldado completando su fastuoso triplete. El conjunto bielorruso estaba completamente roto.

Albelda, Gago y Tino Costa dieron consistencia al cuadro valencianista

Para el ¨²ltimo cuarto, Pellegrino le dio descanso a Albelda y minutos a Banega. Todo de cara para el conjunto de Pellegrino, que firm¨® por fin un partido convincente de arriba abajo. Sin las concesiones defensivas de anteriores jornadas. Y con el poder¨ªo ofensivo del segundo tiempo. Cuando ya el BATE abandon¨® su morada y el Valencia, tan firme en el centro del campo, lo atac¨® por todos los flancos.

Tan sombr¨ªo el panorama hace apenas unos d¨ªas para Pellegrino, se le abre ahora el cielo con la recuperaci¨®n de Albelda, Banega y, sobre todo, el liderazgo consolidado de Soldado.