La novena tambi¨¦n tendr¨¢ que esperar
El Barcelona cae en la pr¨®rroga (29-30) ante un Hamburgo que explot¨® mejor sus recursos
Le quedaba el paso m¨¢s bonito. Tambi¨¦n el m¨¢s dif¨ªcil. Ese que separa el segundo caj¨®n del podio de lo m¨¢s alto. El que el Barcelona ha conseguido dar ocho veces ya. El equipo m¨¢s laureado del balonmano mundial tendr¨¢ que esperar para llevar a sus vitrinas la novena Copa de Europa. Lo tuvo cerca, con una soberbia primera parte en defensa, la gran baza de este equipo con mucho recorrido a¨²n; roz¨® la ¨¦pica, al forzar una pr¨®rroga despu¨¦s de ir cuatro goles por debajo cuando faltaban poco m¨¢s de cinco minutos para el final. Pero ni Sterbik esta vez fue suficiente. Tampoco Juan¨ªn, uno de los mejores finalizadores que ha dado este deporte, al que se le atragant¨® la pelota en el ¨²ltimo suspiro, la misma que en miles de ocasiones ha acabado en la red. El paso hacia lo m¨¢s alto del caj¨®n lo dio esta vez un Hamburgo que, en los momentos claves, explot¨® mejor sus recursos que los azulgrana.
BARCELONA, 29 HAMBURGO, 30
Barcelona Intersport: Saric, Juan¨ªn Garc¨ªa (3), Rutenka (8, 2p), N?ddesbo (3), Dani Sarmiento (2), Gurbindo (3) y V¨ªctor Tom¨¢s (7) ¡ªequipo titular¡ª; Sterbik (ps), Viran Morros, Jernemyr, Ra¨²l Entrerr¨ªos, Montoro (1), Rocas, Stranovsky (1) y Sorhaindo (1).
Hamburgo: Bitter, Lindberg (6, 3p), Marcin Lijewski (3), Duvnjak (4), Vori (2), Flohr y Jansen (2) ¡ªequipo titular¡ª; Herrmann (ps), Pascal Hens, Lackovic (2), Nilsson, Kraus (6) y Petersen (5).
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 3-2, 6-4, 7-6, 9-8, 11-9 (descanso); 13-10, 15-13, 17-18, 19-20, 21-24, 25-25; 26-28 y 29-30.
?rbitros: K. Abrahamsen y A. Kristiansen (Noruega). Excluyeron a N?ddesbo, Gurbindo, Juan¨ªn, Jernemyr, Lijewski, Vori (2) y Flohr.
Lanxess Arena, Colonia: 20.000 espectadores.
Justos campeones los alemanes, que rentabilizan por fin con este t¨ªtulo un millonario proyecto que se les ha negado durante mucho tiempo. Merecido premio, despu¨¦s de acabar con los dos grandes favoritos de esta final a cuatro. El s¨¢bado firmaron el acta de defunci¨®n del mastod¨®ntico proyecto que ha supuesto el Kiel en el ¨²ltimo lustro, que ve ahora como Narcisse, Omeyer, Ilic dejan paso no se sabe muy bien a qui¨¦n. En la final, claudic¨® el Barcelona, que a¨²n tiene que apuntalar el equipo para volver a convertirse en el grupo perfecto al que aspira y que un d¨ªa fue. Y que nadie duda que volver¨¢ si finalmente aterrizan Lazarov o Karabatic, para formar una primera de l¨ªnea de ensue?o. Lo ser¨¢ tambi¨¦n por una cuesti¨®n hist¨®rica. Porque el Bar?a siempre est¨¢ en lo m¨¢s alto. Ocho de las catorce Copas de Europa que ha ganado un equipo espa?ol llevan su marca. Los otros cuatro equipos que lo consiguieron ¡ªCiudad Real, tres; Portland, Teka y Bidasoa, una cada uno¡ª pasaron a mejor vida. A la misma que la Metaloplastika, el Zagreb, tantos otros. Una llamada a la que no tiene pensado responder el Barcelona, un proyecto siempre cubierto por el equipo de f¨²tbol.
De nada sirvi¨® la primera parte de manual que despleg¨® en defensa. Xavi Pascual plante¨® un partido en el barro, consciente que medio t¨ªtulo, sino m¨¢s, pasaba por secar a Dunvjack, el mismo que un d¨ªa antes hizo claudicar al Kiel con 11 tantos. El genio croata solo fue capaz esta vez de anotar uno en los primeros 30 minutos. En ese tiempo, los mismos que en la semifinal anotaron 19 goles se fueron al vestuario con nueve. Consiguieron tambi¨¦n los de Pasqui no caer en las tretas de Vori, el inmenso pivote, exazulgrana, que quiso desquiciar a sus excompa?eros y acab¨® bloqueada, impotente ante la pared que formaron Jernemy, Sorhaindo, Viran y Noddesbo.
Sujeto atr¨¢s, el Bar?a se volvi¨® a agarrar al brazo armado de Rutenka en ataque, inmovilizados como estuvieron los extremos, ausentes en los momentos decisivos Montoro, Gurbindo. Y ah¨ª empez¨® la cuesta abajo. El bielorruso fue insuficiente. Como tambi¨¦n la porter¨ªa. Saric gan¨® dos a?os atr¨¢s el t¨ªtulo pr¨¢cticamente solo. Esta vez fue relevado por Sterbik, en un intento por dar la vuelta al partido. El gigante de Senta mantuvo a su equipo conectado al respirador hasta el ¨²ltimo minuto. Pero Kreus y, sobre todo Lindberg, que se tom¨® la revancha de la final del Mundial en la que ni existi¨®, sentenciaron al Bar?a.
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