Suso reactiva a Espa?a

Espa?a persever¨® en su idea de control y posesi¨®n al corregirse en el segundo tiempo, juntando mucho m¨¢s sus l¨ªneas, para cansar y doblegar a M¨¦xico en el tramo final. Lopetegui proporcion¨® a su equipo lo que necesitaba: la entrada de Suso le dio superioridad t¨¦cnica en el centro del campo y reactiv¨® a sus compa?eros, sobre todo a Oliver Torres, desatado en el toque con la compa?¨ªa del zurdo del Liverpool. Todos fueron creciendo a su alrededor hasta remontar la ventaja azteca primero con una acci¨®n de estrategia (el central Derik en un c¨®rner) y despu¨¦s una jugada individual de Jes¨¦ favorecida por el rebote del central mexicano Fuentes sobre la campana.

Hizo justicia a la ambici¨®n de La Roja hasta el ¨²ltimo suspiro. Quiso ganar desde el primer minuto. M¨¦xico, en cambio, solo a ratos: acarici¨® el 0-2 en un par de contras lanzadas por Corona, resueltas por Sotres con varias estiradas. Pero el combinado norteamericano se disolvi¨® en el ¨²ltimo trecho. Desaprovech¨® su momento. Espa?a ha ganado sus cuatro partidos y se enfrentar¨¢ en cuartos de final a la exigente Uruguay, que derrot¨® a Nigeria (1-2).

El gol de M¨¦xico, en el primer minuto, fue una belleza: el centro combado del interior derecho Ra¨²l L¨®pez, la entrada al segundo palo del interior izquierdo y el empalme acolchado de este, Arturo Gonz¨¢lez. Espa?a quiso llevar la iniciativa, como se le supone a todo equipo amamantado en la escuela espa?ola, pero le falt¨® velocidad en la circulaci¨®n del bal¨®n. Y le sobraron distancias entres sus futbolistas. El resultado fueron las emboscadas en las que cayeron los atacantes de Lopetegui, a menudo rodeados de tres defensores aztecas. M¨¦xico no se limit¨® a defenderse, sino que se despleg¨® con criterio, impulsado por la verticalidad de Corona, el peque?o delantero del Monterrey.

Lopetegui arriesg¨® al retirar a un central (Puerto) por otro mediocampista (Suso). Retras¨® a Sa¨²l al centro de la zaga. Y Espa?a someti¨® a M¨¦xico a partir de la zurda pausada de Suso y del primer toque de Oliver Torres para desatascar. El empate lleg¨®, sin embargo, de estrategia: el centro de c¨®rner de Suso a pie cambiado, el cabezazo pifiado al primer palo de Denis Su¨¢rez y el remate al segundo del central madridista. El extremo el Manchester City hab¨ªa ocupado el lugar de Deulofeu, sustituido la incipiente estrella del Bar?a en la parte decisiva. Espa?a recuper¨® r¨¢pidamente el esf¨¦rico e hizo correr y correr a M¨¦xico detr¨¢s de las sombras. Los espa?oles comenzaron a liberar su imaginaci¨®n. Primero un disparo enroscado de Alc¨¢cer salvado por una palomita de Richard S¨¢nchez. Y despu¨¦s, ya en el minuto 90, la arrancada furiosa de Jes¨¦, apagado hasta ese instante: su carrera en paralelo a la l¨ªnea del ¨¢rea grande sorteando contrarios, esperando el hueco para disparar raso y afortunado por el rechace en el pie de Fuentes, que despist¨® al portero mexicano. Espa?a, fiel al molde de todas sus categor¨ªas, hizo valer su talento.