El anfibio Phelps vuelve al agua

La tarde londinense de agosto de 2012 en que colgaron en su cuello su 22? medalla ol¨ªmpica (la 18? de oro), Michael Phelps, un ser anfibio, lo anunci¨® como quien promete que va a dejar de fumar: "No me volver¨¦is a ver en el agua. He alcanzado todos mis objetivos. He pasado tanto tiempo de mi vida en el agua que no volver¨¦ a tirarme a una piscina, ni siquiera por diversi¨®n". Este jueves, privilegio solo de los m¨¢s grandes, se llev¨® la contraria estruendosamente en la des¨¦rtica y calurosa Mesa (Arizona), en cuyo Grand Prix volvi¨® a la competici¨®n en su prueba fetiche, los 100m mariposa. Como pocos dudaban, volvi¨® a lo grande: m¨¢s grande f¨ªsicamente (con barba y un peque?o cintur¨®n adiposo a la altura del pliegue del ba?ador en la cintura) y grande tambi¨¦n como nadador, con un tiempo de 52,84s (3s m¨¢s lento que su r¨¦cord del mundo, batido en Roma en 2009 con el ba?ador luego prohibido; 2s m¨¢s lento que el que le vali¨® su tercer oro en Londres), que fue el mejor entre el m¨¢s de centenar de nadadores que participaron en las 14 series de la prueba, y que no est¨¢ nada mal para estas alturas de la primavera. Una d¨¦cima m¨¢s r¨¢pido que Ray Lochte, por ejemplo, y m¨¢s r¨¢pido tambi¨¦n que Eugene Godsoe, que gan¨® el t¨ªtulo nacional el pasado verano. "Me ha encantado, pero lo puedo hacer mejor, por supuesto", dijo el nadador. "He cometido algunos errores, que corregir¨¦ esta noche en la final". Entonces mejor¨® su tiempo (52,13s), pero cedi¨® ante Ryan Lochte (51,93).

Con 52,84s fue el mejor del m¨¢s de centenar de rivales en los 100m mariposa

La promesa, el compromiso de Phelps de no volver a mojarse, dur¨® 14 meses, mucho menos de lo que muchos apostaban y que ahora recuerdan que Michael Jordan logr¨® aguantar tres a?os antes de volver a las canchas como un campe¨®n, que Lance Armstrong tard¨® cuatro en retornar al Tour que finalmente matar¨ªa su leyenda, que otros inmortales que regresaron porque la vida sin competici¨®n no era ni vida ni nada, como Mark Spitz, Ian Thorpe, como Michael Schumacher, tardaron bastante m¨¢s. Pero Phelps, que no solo es el m¨¢s grande nadador de la historia ol¨ªmpica sino tambi¨¦n, en palabras del anterior m¨¢s grande, Mark Spitz, "el m¨¢s grande competidor que nadie haya conocido", tambi¨¦n deb¨ªa ser el m¨¢s r¨¢pido en regresar. Y tambi¨¦n convertirse en el m¨¢s longevo. Si persiste en su idea de llegar a R¨ªo 2016, cuando ya tendr¨¢ 31 a?os, estos ser¨ªan sus cuartos Juegos Ol¨ªmpicos.

En octubre pasado, con mono de cloro y quiz¨¢s ahogado por la saturaci¨®n de ox¨ªgeno, de vida al aire libre sobre tierra firme que tan deprimente ha sido para otros campeones antes que ¨¦l, Phelps, que dentro de un par de meses cumplir¨¢ 29 a?os, volvi¨® de nuevo a la piscina de North Baltimore y le dijo a Bob Bowman, su entrenador desde que ten¨ªa 11 a?os, que quer¨ªa volver. "Pesaba entonces 102 kilos, 18 m¨¢s de los que pesaba en Londres 2012. Ahora estoy en 87, lo que no es poco descenso", dijo Phelps la v¨ªspera en su primera conferencia de prensa en dos a?os. Y en ella el Baltimore kid brome¨® present¨¢ndose como un "abuelo". "Y la verdad es que cuando empec¨¦ de nuevo era como un saco".

Empec¨¦ a notar que me faltaba algo, que echaba de menos la nataci¨®n. As¨ª de sencilla es la raz¨®n de mi regreso"

El hombre de los ocho oros de Pek¨ªn se hab¨ªa trabajado el sobrepeso con unos meses dorados de dolce far niente, meses en los que dedic¨® su tiempo a jugar al golf, al p¨®ker, a ganar dinero siendo hombre anuncio de una cadena de restaurantes de s¨¢ndwiches, una empresa de piscinas prefabricadas y una firma de ropa deportiva. "En este tiempo no he hecho nada", dijo Phelps, que se entrena cinco d¨ªas a la semana y vuelve sin patrocinador, sin lucir publicidad. "Y empec¨¦ a notar que me faltaba algo, que echaba de menos la nataci¨®n. As¨ª de sencilla es la raz¨®n de mi regreso. Solo vuelvo para divertirme. Y me estoy divirtiendo de verdad".

Phelps reconoci¨® que el momento m¨¢s duro de su carrera fue la preparaci¨®n para Londres, la dificultad de encontrar una motivaci¨®n que le permitiera sacrificarse lo necesario para mantener su imposible nivel de ocho oros de Pek¨ªn. Por eso redujo a siete sus competiciones en Londres (cuatro oros). Por eso, quiz¨¢s, siempre que llegue a R¨ªo, ser¨¢ a¨²n m¨¢s corto. "No s¨¦ si estar¨¦ en R¨ªo y a qu¨¦ nivel", dijo en Arizona. "Pero mi vida siempre ha consistido en objetivos y en deseos que quer¨ªa cumplir. Y ahora es tambi¨¦n as¨ª. Tengo objetivos y sue?os. Es lo que he hecho en el pasado y estoy expectante por saber ad¨®nde me lleva el camino que se abre ante m¨ª. El viaje comienza ahora".

Antes de R¨ªo 2016 se disputa en 2015, en Mosc¨², el Mundial, una cita a la que no deber¨ªa faltar, lo que le obligar¨¢ a acelerar su preparaci¨®n. As¨ª, los pr¨®ximos campeonatos nacionales, en agosto, forman parte de los complicados sistemas de calificaci¨®n de Estados Unidos para el Mundial. "Pero no me preocupa lo que la gente piense si no logro alcanzar el nivel que tuve", dijo. "Hago esto solo por m¨ª. Si no logro los ¨¦xitos que la gente espera o que la gente cree que debo alcanzar, y si por eso se piensa que mi carrera queda manchada, eso es su problema".