Un ejercicio de demolici¨®n

Se indigesta el Bayern cada vez que el Dortmund de J¨¹rgen Klopp llama a la puerta y pone el pie en territorio b¨¢varo. Estratega y pu?etero, el t¨¦cnico alem¨¢n sabe c¨®mo buscarle las cosquillas al gran gigante alem¨¢n, que ya cay¨® en las dos ¨²ltimas Supercopas y en la ¨²ltima visita liguera de los vecinos del Ruhr. Encorajinado, el Borussia volvi¨® a meter el miedo en el cuerpo de su adversario, que finalmente se llev¨® la victoria despu¨¦s de un intenso ejercicio de demolici¨®n. Jug¨® sus bazas Klopp y supo voltear la situaci¨®n el Bayern, amo y se?or de la Bundesliga, donde ahora languidece su hu¨¦sped, que tras firmar el peor inicio de su historia sufre en los puestos de descenso.

Si el Bayern se expresa desde la pelota, el Dortmund siempre tira por la v¨ªa de en medio, la m¨¢s r¨¢pida hacia la porter¨ªa. Prescindi¨® Klopp de un ariete est¨¢tico y jug¨® la carta de Aubameyang, un guepardo disfrazado de futbolista que partiendo desde el flanco derecho del ataque martille¨® una y otra vez a la defensa del Bayern.

Al equipo b¨¢varo le cost¨® darle salida a la pelota por la presi¨®n de los puntas del Dortmund, siempre generosos en el esfuerzo, muy da?inos cada vez que pisaban la parcela de Neuer. Para solucionar el brete, Alonso tuvo que incrustarse como un zaguero m¨¢s en el inicio de las jugadas. Solo as¨ª hilvan¨® su equipo, agarrado como siempre a los regates de Robben. En el primero de ellos, el holand¨¦s ca?one¨® y se encontr¨® con el poderoso brazo de Weidenfeller, un sost¨¦n para los suyos. Realiz¨® 22 intervenciones.

Tambi¨¦n reclam¨® su dosis de protagonismo M¨¹ller, ese jugador enigm¨¢tico, productivo en casi todo y especialista en casi nada. Primero caz¨® un bal¨®n bombeado por Boateng y remat¨® desviado; despu¨¦s, el corpach¨®n del portero, inmenso en la salida, le priv¨® del tanto. Envalentonado, entregado al plan y al descaro de su t¨¦cnico, el Dortmund comenz¨® a afilar las garras y a explorar los espacios. Por el carril izquierdo se asom¨® el habilidoso Mkhitaryan, al que el poste izquierdo le impidi¨® el premio; y desde el centro percuti¨® despu¨¦s Aubameyang, frenado por Neuer en el mano a mano. Pero no desisti¨® el africano.

Weidenfeller, colosal, sostuvo a los visitantes con 22 intervenciones; los de Kloop suman siete puntos de 30

Fiado al contragolpe, el Borussia se estir¨® y abri¨® la herida en una acci¨®n que naci¨® en la retaguardia, pas¨® por las botas de Kagawa y desemboc¨® en la derecha. Desde all¨ª cabalg¨® Aubameyang, imponente en la carrera y milim¨¦trico en el centro que permiti¨® a Reus romper el candado de la casa del ogro. No se alter¨® el Bayern, camale¨®nico y vers¨¢til, un espect¨¢culo cuando se juntan sus mejores peloteros. Entre ellos, por supuesto, est¨¢ Robben, que en ocasiones se enreda m¨¢s de la cuenta. Esta vez, el ensimismamiento y su deseo de recortar una y otra vez exasperaron a la hinchada, que cantaba el gol tras una hermosa sucesi¨®n de toques y tri¨¢ngulos imaginarios.

Frente al arte de resistir, el equipo de Guardiola ofreci¨® la virtud de la insistencia. Dispar¨® 25 veces el Bayern por 10 lanzamientos de su rival. Volcado, no claudic¨® nunca pese a que Weidenfeller tuviese manos para todos y estuviese colosal. Ante Robben, ante Lewandowski, ante M¨¹ller. Frente a todos. Ocurre que H¨¹mmels not¨® unas molestias en el descanso y tuvo que ser relevado. Sali¨® en su lugar el fornido Suboti?, habitual pareja de baile del internacional alem¨¢n. Sali¨® al c¨¦sped el serbio y, coincidencia o no, se desmoron¨® el Dortmund. Primero estuvo desafortunado al intentar cortar un pase filtrado de Rib¨¦ry, bien aprovechado en segunda instancia por Lewandowski para empatar, y pic¨® m¨¢s tarde como un novato en un sprint con el franc¨¦s, fresco de piernas y pillo para irse al suelo tras un leve forcejeo. Robben, certero, no err¨® desde el punto de penalti.

Firma de este modo el Dortmund un inicio desastroso. Dos triunfos, un empate y siete derrotas ¡ªlas cinco ¨²ltimas consecutivas¡ª, siete puntos de 30 posibles, describen la nefasta trayectoria de un equipo bipolar, soberbio cuando escucha la sinfon¨ªa europea y calamitoso esta campa?a en el torneo dom¨¦stico. Todo lo contrario que el Bayern, un rodillo en casi todos los terrenos.