La burla de Neymar

Un tanto an¨¢rquico en lo t¨¢ctico, a Neymar le gusta el alboroto y la taquicardia para descorchar sus mejores cualidades. Cuando hay jarana, pide la pelota para trazar esl¨¢lones y quiebros; y cuando le dan la tarascada, se anima a lanzar m¨¢s regates y un baile con el bal¨®n que es tan espectacular para el aficionado como impertinente para el rival. Un pique que, sin ir m¨¢s lejos, descompuso a los jugadores del Atl¨¦tico el pasado fin de semana, que acabaron por darle m¨¢s patadas de la cuenta y alguna bien peligrosa como la de Gim¨¦nez, que le dej¨® el tobillo ba?ado en sangre. ¡°Es un poco vacil¨®n¡±, le definen con guasa desde dentro del vestuario; ¡°y que no cambie¡±. Una caracter¨ªstica que le diferencia de los cl¨¢sicos delanteros brasile?os, habitualmente fiados a su habilidad y reacios a cualquier batalla f¨ªsica o a meter el pie. ¡°No es como otros atacantes de aqu¨ª porque no le importa entrar en las batallas¡±, reflexiona Emerson Le?o, portero del legendario Brasil del 70. ¡°Ronaldo, Ronaldinho y Rivaldo, por ejemplo, evitaban las jugadas de encuentro con el zaguero. Romario s¨ª que era un poco m¨¢s as¨ª¡±, a?ade Tost?o, uno de los cinco dieces de ese equipo junto a Pel¨¦, Gerson, Jairzinho y Rivelino.

¡°El zaguero interpreta que el punta quiere jugar y se pone m¨¢s agresivos¡±, dice Tost?o

El f¨²tbol de Neymar, que conduce el esf¨¦rico y dribla por definici¨®n, es una invitaci¨®n a llevarse moratones. ¡°Si le miras las piernas¡±, explican desde el vestuario; ¡°son un poema. Est¨¢n llenas de golpes¡±. Travieso con el bal¨®n, pillo y un tanto juguet¨®n son los calificativos que re¨²nen la palabra brasile?a moleque, apelativo que no es raro que asocien con Neymar por su forma de jugar, encarar y hasta descolocar al adversario.

Este a?o el delantero ha provocado 47 faltas (seis m¨¢s que Messi, segundo en esta tabla azulgrana) y un total de 11 tarjetas amarillas, el cuarto que m¨¢s en la Liga, s¨®lo por detr¨¢s de Vela (22), Muniain (13) y Edgar (12), del Almer¨ªa. Lo mismo ocurri¨® en el curso anterior, cuando provoc¨® 78 faltas y 21 amonestaciones, justo por detr¨¢s de Vela (27) y Diego Costa (24). Tost?o lo tiene claro: ¡°Le gusta mucho regatear muy r¨¢pido y cuesta pararlo. Por eso le pegan patadas y por eso cae tanto al suelo¡±. Se suma Emerson Le?o: ¡°Es que en eso es el t¨ªpico jugador brasile?o; dribla, ataca y profundiza, por lo que s¨®lo se le puede parar con patadas¡±. De hecho, es el segundo jugador azulgrana que m¨¢s regates ha intentado (87 y 34 con ¨¦xito) en esta Liga, muy lejos de Messi, que est¨¢ en 180 por 81. ¡°Pero no siempre puede pretender hacer la jugada perfecta. Se tiene que esmerar en aprender a seleccionar cu¨¢ndo encarar y cuando d¨¢rsela al compa?ero¡±, reivindica Tost?o.

¡°Cada vez que le dan una patada, quiere buscar m¨¢s al rival¡±, a?ade Sergi Roberto

Su ligaz¨®n con los golpes, sin embargo, es inherente a su carrera de futbolista. ¡°Le recomendar¨ªa que se marchara ahora mismo de Brasil¡±, se lament¨® en su d¨ªa Muricy Ramalho, t¨¦cnico en el Santos, cansado de que su jugador acabara los duelos renqueante por los topetazos. ¡°Es que Brasil driblaba m¨¢s a¨²n y por eso le tiraban m¨¢s patadas. Pero tambi¨¦n lograba salirse m¨¢s veces con la suya porque eran defensas menos compactas¡±, expone Tost?o; ¡°ahora intenta hacer lo mismo y no lo consigue porque las zagas ofrecen menos espacios. Es una deficiencia que precisa corregir. Entre otras cosas porque ¨¦l tiene mejor regate en largo. No es como Messi que sabe hacerlos en corto¡±. Aunque desde el vestuario a?aden: ¡°Si te reta en carrera, date por perdido¡±.

Entrar al trapo es algo que en su d¨ªa trat¨® de difuminar Tata Martino. ¡°Habl¨¦ con ¨¦l a su llegada, pero Ney tiene un estilo de juego que invita un poco a la violencia y hay algunas situaciones que se puede evitar¡±, se?al¨® el ext¨¦cnico azulgrana. Interviene Tost?o: ¡°El zaguero interpreta que Neymar quiere jugar y se pone m¨¢s agresivos con ¨¦l. Y cuanto m¨¢s agresivo es el rival, m¨¢s quiere driblarlo¡±. Aunque se suma Sergi Roberto: ¡°Pero es que ya en los entrenamientos, cuando le buscas o le das una patada, ¨¦l te encara m¨¢s y si puede te responde con un ca?o. Es muy descarado¡±. Y abunda: ¡°Es que es muy competitivo. Cada vez que le dan una patada, se pica y quiere buscar m¨¢s al contrario¡±. De hecho, ahora con Luis Enrique, el 11 no se corta un pelo, toda vez que ya se ha enfrascado en varios rifirrafes. Y su f¨²tbol de burla funciona de maravilla, con 17 goles (12 en la Liga, tres en la Champions y dos en la Copa) y cinco asistencias. Registros que superan los 15 tantos que marc¨® en todo el curso anterior.