Chile se da un respiro
El anfitri¨®n golea a Bolivia (5-0), pasa a la pr¨®xima fase y recupera la imagen que se esperaba de ¨¦l en un abarrotado Estadio Nacional
Despu¨¦s de una previa tan convulsa, la victoria chilena de anoche contra Bolivia en un abarrotado Estadio Nacional pareci¨® incluso demasiado c¨®moda: un escenario so?ado para restablecer la armon¨ªa en un equipo que no acababa de ofrecer en el campo (ni fuera de ¨¦l) la imagen que se esperaba del anfitri¨®n. Plantado en el campo con un esquema complejo y variable que fluctuaba del 5-2-3 al 3-4-3 e incluso al 4-2-3-1, con Eduardo Vargas como referencia fija en el ataque y la acostumbrada movilidad de Ar¨¢nguiz y Vidal llegando en segunda l¨ªnea, Chile someti¨® a Bolivia, ya clasificada, a un acoso y derribo que dio fruto muy pronto, en el minuto 3, en una dejada de Vargas que fue oportunamente rematada por el ubicuo Ar¨¢nguiz desde la frontal del ¨¢rea. Chile jugaba un partido extraordinariamente serio, sin adornos innecesarios, con D¨ªaz incrustado entre los centrales como l¨ªbero, intercambios permanentes de posici¨®n entre sus volantes de ataque y una presi¨®n arriba que complicaba notablemente la salida de los defensores bolivianos.
En el campo contrario s¨®lo Pablo Escobar trataba de dar un sentido al juego de ¡®La Verde¡¯, pero se encontraba muy solo; nunca pudo conectar con el aislado y voluntarioso Martins y terminar¨ªa siendo sustituido. El contraste con Chile era total: Valdivia lograba levantar al respetable de sus asientos con alguna arrancada y Vidal se ofrec¨ªa constantemente para devolver de primera y desquiciar una l¨ªnea de tres defensas que, con el transcurso de los minutos, ofrecer¨ªa m¨¢s agujeros que un queso suizo. Beausejour se incorporaba por la izquierda con tino. S¨®lo cierta imprecisi¨®n inicial de Alexis S¨¢nchez retrasaba el segundo gol y la explosi¨®n definitiva de j¨²bilo. A la media hora, como aperitivo, el propio ¡®Ni?o Maravilla¡¯ revent¨® el poste en un libre directo desde la medialuna del ¨¢rea. Bolivia no hab¨ªa quebrado la tranquilidad de Bravo ni una vez.
Alexis dio la gran alegr¨ªa de la noche en el minuto 37 al tirarse en plancha a por un centro a media altura de Valdivia y cabecear a la red. Por fin un gol en la competici¨®n para el hombre m¨¢s desequilibrante de Chile, uno de los protagonistas del torneo. Instantes despu¨¦s llegaba la primera ¡®ola¡¯ del p¨²blico, que se repetir¨ªa durante todo el encuentro. Vargas pudo fusilar a placer el tercero en el 41. Frente a un rival cuya amenaza se hab¨ªa quiz¨¢ sobrevalorado, la ¡®Roja¡¯ funcionaba como el mecanismo de precisi¨®n agobiante que persigue desde hace dos a?os y medio el obsesivo Jorge Sampaoli. Por si fuese poco, el resultado permit¨ªa reservar a Vidal y Alexis para compromisos de mayor entidad.
Sampaoli dio descanso a sus dos estrellas e introdujo a Mat¨ªas Fern¨¢ndez: verle en compa?¨ªa de Valdivia no es habitual, y la asociaci¨®n entre ambos permiti¨® al p¨²blico disfrutar durante un segundo tiempo relajado, feliz, totalmente bajo control, en el que aument¨® la diferencia con otros tres tantos. Especialmenteemotivo fue el cuarto, obra de Gary Medel (a pase de Valdivia), cuando el estadio llevaba un rato coreando su nombre y en el recinto se hab¨ªa disipado todo vestigio de la angustia que atenaz¨® al vestuario el d¨ªa del accidente del ¡®rey Arturo¡¯. Bolivia adelant¨® l¨ªneas, hizo pronto los tres cambios en busca de refresco y tir¨® algunos centros al ¨¢rea, pero nunca intimid¨®. No vari¨® el 3-5-1-1 ni lleg¨® a descomponerse del todo hasta el ¨²ltimo cuarto de hora; sencillamente, la diferencia entre ambas selecciones era demasiado grande, incluso sin Vidal y Alexis. El quinto gol fue en contra: hasta en eso colaboraron mientras el Estadio Nacional se hab¨ªa unido en masa para cantar el himno de Chile .
El partido, en los pies de Fern¨¢ndez y Valdivia, discurri¨® apaciblemente hasta el final entre ¡®oles'
El p¨²blico termin¨® gritando ¡°Que se paren los chilenos¡± y el partido, en los pies de Fern¨¢ndez y Valdivia, discurri¨® apaciblemente hasta el final entre ¡®oles¡¯. Vidal sali¨® a saludar al final con todos sus compa?eros y escenific¨® la cohesi¨®n del vestuario. El griposo Sampaoli podr¨¢ por fin dormir bien una noche y la selecci¨®n chilena, aparentemente contenida la hemorragia, espera la segunda fase sin m¨¢s d¨ªas libres ni (aparentemente) pol¨¦micas que perturben su andadura. Han conseguido su primer objetivo, el m¨¢s f¨¢cil: a partir de ahora comienza lo duro.?
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