Rossi, fabuloso bajo la lluvia, vence en Silverstone y M¨¢rquez se va al suelo
El de Yamaha se impone en una carrera loca, que acaba con el espa?ol en el suelo cuando rodaba segundo y con Lorenzo fuera del podio
Valentino Rossi es un regalo. Una suerte para un campeonato del mundo que vibra al mismo tiempo con su vieja gloria y su apuesta de futuro. Una maravilla para el espectador rom¨¢ntico, melanc¨®lico ¨²ltimamente, al que ahora le puede la devoci¨®n por el mito. Se rinde el aficionado en los circuitos a un deportista ¨²nico, que hizo crecer a su deporte cuando era un veintea?ero brillante, que azuza a las masas tambi¨¦n ahora, a sus 36, cuando se esfuerza por poner picante a una temporada magn¨ªfica.
Valentino Rossi es un genio. De esos descarados e imperfectos. Un piloto que nunca fue el m¨¢s r¨¢pido del lugar, pero siempre fue el m¨¢s listo. Un competidor nato, que sabe esperar su momento. Y que trabaja todav¨ªa m¨¢s ahora que entonces, pese a la sabidur¨ªa y piller¨ªa que acumula hoy su cuerpo enjuto. Su victoria en el gran premio de Gran Breta?a le devuelve la sonrisa y la confianza. Le va la marcha. Y en cuanto son¨® la m¨²sica, salt¨® a la pista dispuesto a acaparar todas las miradas.
Hoy son 12 puntos los que le separan de su compa?ero de equipo, que no pudo m¨¢s que terminar cuarto.
El asfalto empapado de Silverstone fue una bendici¨®n para ¨¦l. La ocasi¨®n que esperaba. No s¨®lo porque as¨ª ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil reducir las distancias que le separaban en la pista de Lorenzo y M¨¢rquez ¨Cambos volaron durante el fin de semana, con el asfalto seco¨C, sino porque en esas condiciones manda m¨¢s el pilotaje que la m¨¢quina, dicta sentencia antes el coco que la mu?eca. Se impone el m¨¢s sabio, el m¨¢s atrevido. Y el m¨¢s afortunado. Rossi fue todo eso este domingo. Y sac¨® tajada de la climatolog¨ªa: la ca¨ªda de M¨¢rquez y las reservas de Lorenzo, tan dubitativo bajo el agua (sobre todo en los primeros giros), le devuelven al italiano el liderato del Mundial. Hoy son 12 puntos los que le separan de su compa?ero de equipo, que no pudo m¨¢s que terminar cuarto. Y gracias. Al de Honda ya s¨®lo lo sufrir¨¢n en la pista, no en la clasificaci¨®n. Pues 77 puntos ya s¨ª que son demasiados para recortar en seis carreras.
La victoria se la trabaj¨® Rossi, y tambi¨¦n su equipo, desde el d¨ªa anterior. Avis¨® en el entrenamiento matutino, ya bajo la lluvia, con unos cronos fant¨¢sticos. Se encontraba c¨®modo en esas condiciones; y su moto, explicaba, iba mucho mejor. Algo se le hab¨ªa ocurrido a su telem¨¦trico, Matteo Flamigni, entre la vigilia y el sue?o, que le hizo recuperar la confianza perdida en las ¨²ltimas carreras. Y lo demostr¨® tan pronto como se situ¨® en la pista. Lorenzo fue el primero en pasar por meta. Pero en cuanto sus rivales encontraron su sitio, se impusieron por pura velocidad. En el segundo giro, ese en el que le adelantaron tanto Rossi como M¨¢rquez, perdi¨® dos segundos. Y sigui¨® perdiendo tiempo a medida que avanzaba la prueba: era un segundo por vuelta m¨¢s lento. Y le pasar¨ªan tambi¨¦n Petrucci (excelsa su carrera, 18? en parrilla, segundo a la postre) y Dovizioso (12? en parrilla) al cabo de siete giros.
Entretanto, Rossi y M¨¢rquez, en cabeza, marcaban la pauta, aumentaban el ritmo a cada paso por meta y abr¨ªan distancias con el resto. Hasta que en una de esas, calcados los cronos de ambos, en perfecta sincron¨ªa, M¨¢rquez se fue al suelo (vuelta 12). Todav¨ªa no entiende qu¨¦ hizo mal; cosas que pasan cuando uno busca los l¨ªmites bajo la lluvia; riesgos que se asumen cuando se quiere ganar a toda costa ¨C¡°Ten¨ªa que intentarlo¡±, confes¨® tras la prueba¨C, por mucho que tu moto no ande lo fina que te gustar¨ªa.
A partir de entonces Rossi se relaj¨® durante unos giros ¨C¡°Hubiera sido dif¨ªcil llegar con ¨¦l a la ¨²ltima vuelta¡±, reconoci¨®¨C, pero no tuvo m¨¢s que percatarse de que Petrucci se le acercaba para volver a aumentar el ritmo. S¨®lo ten¨ªa que concentrarse en no fallar, en pilotar tan fino como fuera posible, en defender su plaza. Y as¨ª tocar la gloria. Otra vez. Y volver a subir al podio (ya van 15 seguidos, desde el gran premio de Jap¨®n del a?o pasado). Esta vez, acompa?ado incluso por sus amigos, pues Petrucci (colega de entrenamientos en Tavullia) se estren¨® en el caj¨®n, con su Ducati sat¨¦lite, un empe?o atroz y una destreza sobre mojado que muchos ya querr¨ªan para s¨ª. Dovizioso, igualmente fant¨¢stico, cerr¨® la fiesta italiana.
Salida aplazada
El arranque de la carrera, con bandera roja incluida pese a no haber accidente alguno, fue todo un espect¨¢culo. Hab¨ªa llovido por la ma?ana. Par¨® durante la carrera de Moto2. Y el sirimiri se convirti¨® en intensa lluvia cuando las MotoGP ya formaban en parrilla. La vuelta de calentamiento fue el momento de la toma de decisiones. Y todos optaron por entrar a cambiar de moto en pleno giro, lo que supon¨ªa salir desde el pit lane. Pero como fueron todos los integrantes de la parrilla, los 24, quienes se metieron en semejante berenjenal, direcci¨®n de carrera decidi¨® anteponer la seguridad al espect¨¢culo: aplaz¨® el inicio de la prueba y orden¨® formar de nuevo la parrilla de salida. Vuelta a empezar. Esta vez, eso s¨ª, algo m¨¢s tensos de lo normal.
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