El Valencia arrolla a un Barcelona sin rumbo

El Barcelona refrend¨® en Valencia, en un momento crucial, todas las disfunciones y carencias que le abocan a la peor temporada desde tiempos pret¨¦ritos. El equipo de Pedro Mart¨ªnez actu¨® con el ritmo, la pericia y el acierto de los que careci¨® su rival. Los jugadores del entrenador catal¨¢n transmitieron entusiasmo, concentraci¨®n, automatismos de juego, todo lo contrario que los hombres de Bartzokas, con manos torpes, ataques deslavazados y una moral de plastilina. Sus rostros, muy pronto, desde que Dubljevic, Oriola y San Emeterio espolearon al Valencia (28-17), les delataban. Ni que decir tiene, cuando llegaron a sumar 29 puntos de desventaja (83-54).

El Valencia estuvo espl¨¦ndido, con un juego coral, perfectamente ejecutada su intenci¨®n de frenar las transiciones r¨¢pidas del Barcelona y cortar las conexiones entre Rice y Tomic. Movi¨® bien el bal¨®n, con 22 asistencias, y se gan¨® una salva de triples (10 de 28), con sus p¨ªvots Dubljevic y Sikma jugando al gato y al rat¨®n con Tomic y Claver.

Este Barcelona es un equipo sin alma, dejado de la mano de Bartzokas, por m¨¢s que el entrenador gesticule y se retuerza en el banquillo. O ¨¦l no es capaz de transmitir lo que desea, o sus jugadores han perdido absolutamente su confianza en ¨¦l y en ellos mismos. Solo as¨ª se puede llegar a explicar el papel de comparsa de un equipo que, por m¨¢s bajas que acumule (Ribas, Doellman, Navarro), cuenta con jugadores sobradamente preparados para no verse fuera del partido a las primeras de cambio, vapuleado, sobrepasado, sin respuesta.

El descalabro empieza por sus te¨®ricos l¨ªderes. Rice se vio sobrepasado por sus marcadores, especialmente con la aparici¨®n de Vives. Y Tomic estuvo fall¨®n (4 puntos con solo una canasta en juego), tibio en todas sus acciones. Bartzokas no lleg¨® a darle siquiera 20 minutos, a pesar de las lagunas evidentes de Diagn¨¦ y de que tampoco los cuatros, Claver y Vezenkov, se reivindicaron. Ni ellos, ni nadie dio un paso al frente en el Barcelona, ahora obligado a ganar en el Palau y en el tercer encuentro, de nuevo en Valencia, si no quiere redondear su nefasta temporada, eliminado en las semifinales de la Copa por el Valencia, 11? en la Euroliga con 12 triunfos y 18 derrotas. Solo dos veces ha sido eliminado en cuartos de final, en 1992 y en 2005. Los s¨ªntomas, ahora, son tan malos como lo fueron entonces.