Cuando a Dios no le dejan entrar en la iglesia
En su biograf¨ªa sobre Messi, Guillem Balagu¨¦ cuenta c¨®mo el ni?o Leo revent¨® el modelo de La Mas¨ªa para poder quedarse en el Bar?a
Una de las cosas que m¨¢s me gusta de Leo Messi antes de que el mundo supiese que era Leo Messi, es que cuando estaba de prueba en el Barcelona, con 13 a?os, su padre quiso conseguir entradas para ver un Bar?a-Milan y no pudo. Me imagino a Messi tan aturdido como Dios pele¨¢ndose con el portero de una iglesia por no poder entrar con sandalias: ni siquiera quer¨ªa dar misa, sino escucharla. Al menos el Milan gan¨® 0-2; el diablo siempre est¨¢ en los detalles.
Record¨¦ esta historia con el tercer hijo de Messi, porque yo soy madridista pero antes, si bien gracias a la foto-finish, soy padre. Y a¨²n conservo la capacidad de impresionarme por el paso del tiempo, que es la impresi¨®n m¨¢s est¨²pida y constante de la humanidad. En la biograf¨ªa que Guillem Balagu¨¦ public¨® sobre Messi, titulada cr¨ªpticamente Messi (Libros C¨²pula), se retratan las semanas en las que el hoy padre de tres hijos era un ni?o con graves problemas de desarrollo, que lleg¨® vomitado a Barcelona despu¨¦s de subirse a su primer avi¨®n y se encontr¨® un comit¨¦ de bienvenida en el vestuario que le llamaba enano a sus espaldas y se re¨ªa de ¨¦l porque se vendaba los tobillos. ¡°Era un fideo, todos pensamos: ¨¦ste es un pamplinas¡±, dice Cesc en el libro. ¡°No le pegu¨¦is que es muy peque?o¡±, ordenaba el entrenador a los jugadores sin que Messi escuchase.
Messi tuvo la mala suerte de salir al campo de entrenamiento con Piqu¨¦, al que llegaba por la cintura (med¨ªa 1,48), y en la grada los que fueron a ver a aquella rara avis?por la que el Bar?a hab¨ªa hecho algo tan absurdo como traerla de Argentina para probarla dos semanas se llevaron las manos a la cabeza. Las risas duraron s¨®lo unos minutos.
Lo primero que hizo La Pulga fue mantener el bal¨®n en el aire dando toques hasta que le pidieron que parase (semanas antes en Rosario le dio 113 toques a una naranja y 140 a una pelota de tenis), lo segundo fue hacerle un hijo a Cesc en pruebas de uno contra uno (¡°me hizo un traje de la hostia, y otro, y otro¡±) y lo tercero que hizo Leo Messi en La Mas¨ªa fue, directamente, cargarse el modelo. ¡°Les dec¨ªamos: un toque, dos toques¡±, cuenta su entrenador, Rodo. ¡°Yo le dec¨ªa: haz lo que hac¨¦s all¨¢, la agarr¨¢s, no se la das a nadie y te vas a la porter¨ªa¡±, dice su padre. Lo hizo tantas veces que se lo tuvieron que quedar aunque atentase contra la Biblia. Me gusta pensar que, como no pod¨ªa conseguir entradas para el Camp Nou, ide¨® la manera de entrar de otra forma.
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