El desaf¨ªo imposible de Froome

Cuando lo hac¨ªa Miguel Indurain, y el cofrade de la orden del Pimiento y la Axoa de Espelette lo ha conseguido dos veces, parec¨ªa lo m¨¢s normal del mundo; cuando lo consigui¨® Marco Pantani, en un 1998 de todas las tormentas, se consider¨® como un hecho excepcional, hijo de las circunstancias tristes del ciclismo el a?o del caso Festina y del car¨¢cter ¨²nico del Pirata, el ¨²ltimo escalador puro que pudo con el Tour. Y cuando, d¨¦cadas antes, lo consiguieron Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Stephen Roche, el bicho raro en la relaci¨®n, conseguir la victoria el mismo a?o en el Giro y en el Tour, las dos grandes pruebas por etapas m¨¢s antiguas y prestigiosas, no se consideraba m¨¢s que como otra muestra de su grandeza, una obligaci¨®n de quien se consideraba campe¨®n. Una se?al que les convert¨ªa en leyendas para siempre tal como lo hace a¨²n la pertenencia al club de los cinco, el Gotha en que se re¨²nen los cuatro que han ganado cinco veces el Tour, Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain.

Los nombres de los dos clubes se repiten. Ninguno de ellos ha corrido en el siglo XXI, el siglo que comenz¨® con el dominio de Lance Armstrong, anulado, borrado de los libros, y su peripecia, su memoria, funciona como una maldici¨®n que ninguno, ni siquiera Chris Froome, ha podido conjurar.

El ingl¨¦s de Nairobi, dominador como ninguno la ¨²ltima d¨¦cada de las grandes carreras por etapas, al frente de un equipo, el Sky, que posee la f¨®rmula perfecta para convertir la carrera m¨¢s aleatoria en una autopista, se cay¨® en la primera etapa del Tour y perdi¨® 51s. Fue la se?al de que no ganar¨ªa el Tour, que no es el Giro, la carrera que gan¨® en la antepen¨²ltima etapa ante unos rivales exhaustos y paralizados. Fue la maldici¨®n Armstrong actuando, podr¨ªa decirse, a?os despu¨¦s de haber desestabilizado la carrera de Alberto Contador, el mejor corredor de las grandes antes de la llegada de Froome y tambi¨¦n v¨ªctima de la frustraci¨®n y del esc¨¢ndalo. Froome se queda, por ahora, a los 33 a?os, en cuatro Tours, llenando un estante hasta ahora vac¨ªo en la estanter¨ªa del palmar¨¦s de la grande boucle, y en tercero del Tour que deb¨ªa haber sido el del doblete con el Giro. Antes que ¨¦l fracasaron en el siglo XXI en la b¨²squeda rosa-amarillo Alberto Contador y Nairo Quintana. Despu¨¦s de su segundo intento fallido, en 2015, Contador desaconsej¨® vivamente a sus rivales chocar contra el mismo deseo; le desoy¨® Nairo Quintana, que fracas¨® en 2017. Y Contador hablaba no de razones f¨ªsicas ¨Cel entrenamiento y la ciencia de la recuperaci¨®n todo lo pueden--, sino psicol¨®gicas. ¡°Sobre todo es duro¡±, dice el chico de Pinto, ¡°el mes que media entre el final del Giro y el comienzo del Tour, la imposibilidad de poderte relajar m¨¢s que unos d¨ªas, la tensi¨®n de la carrera anterior que no la puedes abandonar, y debes seguir siendo estricto con las comidas y la b¨¢scula, y es agotador¡±.

A Nairo se le pregunta por las razones por las que Froome, que ha logrado lo que solo Merckx e Hinault han conseguido, las tres, Tour, Giro y Vuelta, seguidas aun en a?os diferentes, no ha ganado su quinto Tour ni ha logrado el doblete, y no habla de la tensi¨®n del salbutamol ni del estr¨¦s que provocan los espectadores que insultan, escupen, lanzan huevos e intentan agredir al mal amado l¨ªder del Sky, sino de la fatiga del Giro, que cree que a ¨¦l mismo le conden¨® en 2017. ¡°El Giro es muy probable que le dejara tocado¡±, dice el escalador colombiano. ¡°Froome es humano y tiene que acusarlo pese a su preparaci¨®n tan medida y a contar con una semana de m¨¢s de descanso respecto al a?o pasado¡±.

Por supuesto que Froome, pese a la ca¨ªda, un hombre de orden y raz¨®n, no cree en la razones esot¨¦ricas ni en las historias de los otros, y s¨ª en las razones de la ciencia y del c¨¢lculo, y sigue creyendo que es posible ganar Giro y Tour el mismo a?o. ¡°Estoy convencido de que es posible¡±, dice. ¡°Este a?o no ha sido as¨ª, pero, de todas maneras, es mi cuarta prueba de tres semanas en un plazo de 13 meses y aun as¨ª he terminado en el podio. Es incre¨ªble. Y he terminado cansado, por supuesto, ?qui¨¦n no termina un Tour cansado?¡±.