Un ¡®match¡¯ de ¡®foot ball¡¯ entre los mejores ¡®equipiers¡¯
As¨ª contaron los cronistas deportivos el primer campeonato de LaLiga, hace ahora 90 a?os
En 90 a?os, los que ahora cumple LaLiga, el f¨²tbol ha cambiado mucho, pero la forma en la que los peri¨®dicos lo cuentan no tanto. La cr¨®nica del primer partido del Espanyol ya define su defensa como un ¡°verdadero valladar¡± y habla de ¡°dominio alterno¡±, los delanteros ¡°mandan la pelota a la red¡± y se anotan goles ¡°de chilena¡±. Algunas publicaciones otorgan puntuaciones (del 1 al 5) a los futbolistas para valorar sus actuaciones. Los rumores de fichajes y traspasos comparten portada con los resultados deportivos o pol¨¦micas sobre, por ejemplo, el precio de las entradas. La prensa ya llevaba varias d¨¦cadas escribiendo de foot ball (la primera competici¨®n de ¨¢mbito nacional, la Copa, empez¨® en 1903), pero aun as¨ª en las cr¨®nicas de la primera edici¨®n liguera segu¨ªan abundando los extranjerismos. Se habla de match, el ¨¢rbitro es el referee y los jugadores, equipiers que hacen o reciben fouls y marcan goals.
Nunca se apaga del todo la discusi¨®n de por qu¨¦ ha de decirse tripleta o hat-trick o de si es innecesario que nos refiramos a una estrella como crack. Ni las sospechas de que, al contrario que en otro tipo de prensa, en la deportiva se da m¨¢s p¨¢bulo a rumores o se llenan primeras p¨¢ginas con posibles fichajes de grandes equipos. Pero todo esto est¨¢ muy lejos de ser un fen¨®meno nuevo. El titular que informaba el 12 de febrero de 1929 sobre la victoria del Barcelona frente al Racing de Santander en su primer partido de la competici¨®n reci¨¦n nacida compart¨ªa plana con un rumor que insinuaba que su portero, Platko, h¨¦roe azulgrana de la ¨²ltima final de Copa y merecedor de una oda compuesta por Rafael Alberti, fichar¨ªa por el Real Madrid. En la prensa de ese mismo martes los cronistas hablaron del empate a uno entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao reflejando la indiferencia del ¡°referee¡± ante un ¡°claro offside¡± y luego ante una mano en el ¨¢rea del ¡°field¡± que no fue se?alada como ¡°penalty¡±, hechos ambos que le valieron ¡°el abucheo del p¨²blico¡±. ¡°El ¨¢rbitro mal, perjudicando notablemente al equipo donostiarra. El p¨²blico, correct¨ªsimo¡±, finalizaba el periodista.
Por norma, las cr¨®nicas sol¨ªan arrancar describiendo el juego del equipo al que la publicaci¨®n era af¨ªn ¡ªlos medios sol¨ªan apoyar sin demasiado velo a las escuadras de su regi¨®n geogr¨¢fica¡ª y luego el del contrario. Daban la alineaci¨®n (el ¡°eleven¡±) de los conjuntos y destacaban a los jugadores m¨¢s determinantes del encuentro, de los que luego inclu¨ªan alguna declaraci¨®n recogida en los propios vestuarios, entonces un mundo abierto a la prensa. Esto le cuenta Samitier, figura del Foot Ball Club Barcelona, al periodista Emilio P. de Neguri tras el 2-0 al Arenas Club, de Getxo, en el ¨²ltimo partido de aquel campeonato, un encuentro aplazado que termin¨® por darle el t¨ªtulo a los blaugranas:
¡ª¡°Ya le puede decir a sus lectores de El Mundo Deportivo que ha vencido el equipo que con m¨¢s cabeza ha jugado, es decir, el que menos se ha cansado corriendo in¨²tilmente. Hemos salido al campo a jugar buen f¨²tbol¡±.
Con la labor del ¨¢rbitro no se ten¨ªan miramientos. Normalmente se les dedicaban las ¨²ltimas l¨ªneas de la cr¨®nica. ¡°No hizo un buen arbitraje, se hizo acreedor de las protestas con que le obsequi¨® el p¨²blico. Permiti¨® el endurecimiento del juego y su fallo decretando un freekick benefici¨® al Barcelona¡±. En ocasiones incluso se le interpela, como cuando un redactor de la revista mensual Gran Vida le pide al colegiado, por la virulencia con que se emplean los rivales defendiendo al Real Madrid, ¡°humanidad, ¨¢rbitro, o terminar¨¢n siendo necesarios m¨¦dicos en los campos¡±. ¡°Tras la Guerra Civil y durante la dictadura hablar del ¨¢rbitro pasa a convertirse en un tab¨², puesto que se entend¨ªa que era una representaci¨®n de la autoridad dentro del c¨¦sped y se tem¨ªa que cuestionar esa pudiera prolongarse en alg¨²n tipo de queja pol¨ªtica¡±, explica Pedro Paniagua, doctor en Ciencias de la Informaci¨®n y especialista en historia del periodismo deportivo.
Las cr¨®nicas del primer campeonato de LaLiga no estaban libres del tremendismo y pasi¨®n que todav¨ªa hoy caracteriza de alg¨²n modo al periodismo deportivo. Son comunes las frases entre un doble signo enf¨¢tico de exclamaci¨®n. El 17 de febrero se jug¨® en Les Corts (Barcelona) el primer Cl¨¢sico liguero de la historia, en el que el Madrid se impuso por 1-2. La derrota de los azulgrana a manos ¡°los merengues¡± (ya se les conoc¨ªa as¨ª), un equipo cuya actuaci¨®n el diario tild¨® de ¡°pobre¡±, le sirvi¨® a un peri¨®dico deportivo catal¨¢n para, en su portada del d¨ªa siguiente, sembrar dudas incluso sobre la viabilidad de la competici¨®n: ¡°Mala, muy mala [la jornada] tambi¨¦n para el Campeonato de Liga, que si en la reuni¨®n que ma?ana ha de celebrar la Uni¨®n de Campeones en Bilbao no encuentra un remiendo, est¨¢ llamada si no a desaparecer, a llevar por lo menos una vida precaria¡±.
El aspecto de las gradas, abarrotadas much¨ªsimos domingos (los estadios iban desde las 12.000 localidades a las 23.000 de Les Corts, del Foot-Ball Club Barcelona), y el comportamiento del p¨²blico tambi¨¦n eran merecedores del escrutinio del periodista. Ese fervor, que en ocasiones serv¨ªa a algunos comentaristas para enjuiciar en tribunas escritas los modales de una ciudad entera, motiva estas palabras en Gran Vida del periodista Carlos Boronat: ¡°Mas, ?por qu¨¦ se va a censurar con acritud el entusiasmo que despierta en las multitudes este deporte cuando proviene de su misma locura?¡±.
La prensa publicaba anuncios de los partidos con la hora y la manera de conseguir las entradas. ¡°Hoy, en el Stadium Metropolitano, a las tres y cuarto, interesant¨ªsimo partido de Liga entre el Sevilla FC y el Racing de Santander, eliminatorio para la primera divisi¨®n. Se despachan localidades de once a una en el domicilio del Athletic Club, Alcal¨¢ 53¡±. As¨ª, por ejemplo, se anunciaba la final del torneo que otorgar¨ªa la d¨¦cima y ¨²ltima plaza para tomar parte en LaLiga al Santander, cuyo p¨²blico tras la victoria le dio un ¡°caluroso recibimiento con m¨²sica y tamboriles¡±. Los otros nueve participantes fueron los clubes que hab¨ªan sido ganadores o finalistas de la Copa: Arenas Club de Guecho, Athletic Club (Bilbao), Foot-Ball Club Barcelona, Athletic Club de Madrid, Real Club Deportivo Espa?ol, Club Deportivo Europa (Barcelona), Real Santander Racing Club, Real Madrid Foot-Ball Club, Real Sociedad de Foot-Ball, Real Uni¨®n Club de Ir¨²n.
Cuando se celebr¨® la primera edici¨®n del campeonato liguero, que comenz¨® el 10 de febrero de 1929, el domingo pasado hizo 90 a?os, la prensa llevaba casi 35 a?os hablando de f¨²tbol. El experto en historia del deporte Fernando Arrechea destaca una de las primeras rese?as, un recorte de prensa de 1895 de La Vanguardia que trataba de explicar ¡°la moda esa del foot-ball¡±: ¡°El juego consiste sencillamente en pasar la pelota, que es de gran tama?o, por las puertas colocadas detr¨¢s de los jugadores de cada bando, formadas por tres palos (¡) Los once jugadores que forman uno de los bandos y que en conjunto ambos forman los 22 de que debe componerse el juego, se hallan dispuestos de la manera siguiente: cinco delanteros destinados a correr la pelota y aproximarla a la puerta contraria, dos medios destinados a parar a los delanteros, tres intermedios que procuran con sus certeros golpes alejar siempre la pelota de la puerta de su partido y finalmente un zaguero colocado en la misma puerta y destinado a impedir a todo trance la entrada de la pelota, por lo que se le permite hacer uso de las manos, prerrogativa vedada a los dem¨¢s jugadores¡±.
El paso desde que fuera una ¡°moda¡± a la instalaci¨®n del profesionalismo y la instauraci¨®n de una liga por puntos, que enfrentase a todos contra todos y premiase la regularidad, a imitaci¨®n de la inglesa, fue en realidad un camino largo en el que hubo que sortear muchos obst¨¢culos e intereses a veces enfrentados, tal como refleja Fernando S¨¢nchez Postigo en su tesis doctoral, de 2005. En ella recoge que a uno de los m¨¢ximos art¨ªfices de que todos los equipos transigieran y aceptaran el modelo basado en una liga con una primera y una segunda divisi¨®n, Luciano Urquijo, presidente del Athletic de Madrid, los peri¨®dicos terminaron recrimin¨¢ndole esa actitud conciliadora y llam¨¢ndole ¡°Don Liviano¡±.
Los textos sobre cada partido se acompa?aban de fotograf¨ªas, de bocetos tomados del natural de alguna jugada muy pl¨¢stica o de caricaturas que simbolizaran bien un lance concreto o bien la rivalidad de los clubes. Una costumbre hoy casi extinta. El profesor Paniagua se?ala otras diferencias. ¡°En general se empleaban titulares informativos y menos tendentes a la espectacularidad como reclamo de atenci¨®n. Hasta en torno a 1960 no se popularizan los t¨ªtulos interpretativos. Tambi¨¦n era constante, y ahora no, que el redactor hablara en primera persona, en tanto que testigo directo de los hechos¡±.
El Mundo Deportivo dio cuenta del desenlace de aquella primera liga con un titular que ocupaba dos de las siete columnas de la p¨¢gina (¡°El Barcelona Campe¨®n de Liga¡±) y estos destacados: ¡°Se prepara al campe¨®n un gran recibimiento. En el nuevo local del Barcelona la Federaci¨®n Catalana les obsequiar¨¢ con un lunch. Hoy a las once de la noche llegan los jugadores al apeadero de Gracia¡±. Mientras, el cronista, que tuvo que desplazarse de Getxo a Bilbao para escribir el texto no escatim¨® elogios al ¡°veterano y glorioso club catal¨¢n¡± que gan¨® al Arenas en un encuentro ¡°todo cabeza e inteligencia¡±.