Confundir humanos con osos
Hay que moverse: el movimiento al aire libre y la actividad f¨ªsica son un derecho inalienable, nos va la salud en ello, una salud que muchos ya no recuperar¨¢n por la devastaci¨®n del confinamiento.
En la primavera del a?o 2003 fui invitado por el profesor Per Tesch del Instituto Karolinska de Estocolmo a visitar la fase final de un curioso estudio realizado en la Cl¨ªnica Espacial Medes situada en Toulouse. Unas veinte personas (en su mayor¨ªa estudiantes) recibieron alrededor de 5.000 euros mensuales a cambio de permanecer encamados durante 90 d¨ªas. El objetivo era simular las condiciones a las que se ve sometido un astronauta por la ingravidez y comprobar el efecto de contramedidas para evitar que, como suele ocurrir, salgan de la nave espacial en silla de ruedas por haberse consumido su...
En la primavera del a?o 2003 fui invitado por el profesor Per Tesch del Instituto Karolinska de Estocolmo a visitar la fase final de un curioso estudio realizado en la Cl¨ªnica Espacial Medes situada en Toulouse. Unas veinte personas (en su mayor¨ªa estudiantes) recibieron alrededor de 5.000 euros mensuales a cambio de permanecer encamados durante 90 d¨ªas. El objetivo era simular las condiciones a las que se ve sometido un astronauta por la ingravidez y comprobar el efecto de contramedidas para evitar que, como suele ocurrir, salgan de la nave espacial en silla de ruedas por haberse consumido su musculatura y necesiten largos meses de duro entrenamiento para recuperarla.
A un grupo se le oblig¨® a realizar intensos ejercicios de fuerza como medida compensatoria mientras que al otro¡ digamos que se le abandon¨® a su suerte en cuanto a su condici¨®n f¨ªsica. Muchos pensar¨¢n d¨®nde hay que firmar para cobrar esa cantidad por estar tirado en la cama tres meses. Ahora mismo muchos deben estar pensando que estar confinado en casa sin ir a currar pero recibiendo el sueldo a final de mes es una bendici¨®n (podr¨¦ leer, ver series a destajo¡). Sin embargo, los testimonios de aquellos estudiantes con los que pude dialogar reflejaban arrepentimiento, pesadumbre por haber firmado una condena de tres largos meses que nunca volver¨ªan. De hecho, ¡°los abandonados¡±, a pesar de ser j¨®venes y saludables, perdieron hasta un 50% de su fuerza muscular, adem¨¢s de presentar un cuadro psicol¨®gico compatible con trastornos neur¨®ticos, de ansiedad y depresi¨®n.
El ser humano se relaciona con su entorno mediante el movimiento, que a su vez se expresa a trav¨¦s de la fuerza muscular. Si el movimiento es restringido o limitado, como en una situaci¨®n de confinamiento, los efectos son devastadores tanto a nivel f¨ªsico como ps¨ªquico y fisiol¨®gico. La situaci¨®n se agrava si tenemos ya una edad madura, donde cada a?o que pasa aumenta la losa de la sarcopenia, es decir, la notable p¨¦rdida de masa muscular que no solo produce una cascada de efectos negativos sobre la salud, sino tambi¨¦n sobre la autonom¨ªa, el no necesitar ayuda para realizar tareas cotidianas. Pensemos que solo en 10 d¨ªas de confinamiento ya se producen alteraciones significativas en el sistema inmune y en el estado de ¨¢nimo como ya public¨® la prestigiosa revista Journal of Applied Physiology. Yo mismo llevo en cuarentena obligatoria en Mil¨¢n, como el resto de nuestro equipo (el Inter), desde el jueves 12 de marzo. Soy muy consciente de todo lo que arriesgo y estoy aplicando las contramedidas que mejor conozco. Me he machacado a nivel f¨ªsico empleando mi propio cuerpo, adem¨¢s de todo lo que he encontrado por casa: garrafas, sillas, mesas, mochilas llenas de libros, maletas llenas de ropa y hasta el bendito cubo de la fregona que con sus 10 litros te permite activar bien los b¨ªceps y los deltoides. Aun as¨ª me encuentro r¨ªgido, con falta de movilidad en la cadera y, sobre todo, muy cabreado porque estoy encerrado entre cuatro paredes sin posibilidad legal de salir. Me encanta leer, claro que s¨ª, releo la joya de Carlos L¨®pez Ot¨ªn (La vida en cuatro letras), viajo al universo ¡°piadoso¡± de Miguel Mena a trav¨¦s de su impactante nueva obra (Canciones tristes que te alegran el d¨ªa), redescubro at¨®nito la restauraci¨®n de Milagro en Mil¨¢n del gran Vittorio de Sica, reescucho a Bach a ver si me ordena con sus fractales, dialogo m¨¢s que nunca con mis seres queridos, pero me falta el milagro del movimiento de verdad. Caminar, correr, nadar y bucear, elevarte sobre una roca, trepar, descender por un sendero pedregoso... todo eso que nos identifica como animales locomotores y que cuando nos falta enfermamos.
En Italia (y leo que tambi¨¦n en Francia, B¨¦lgica y Alemania) las actividades motoras/deportivas al aire libre como por ejemplo correr o pedalear en bicicleta, siempre y cuando se mantengan las distancias de seguridad, est¨¢n siendo permitidas y a veces alentadas durante este periodo de confinamiento. Spain is different de nuevo. Quiz¨¢s en nuestro querido pa¨ªs se considera que el macho y la hembra ib¨¦ricos presentan un comportamiento similar al de los osos. Estos plant¨ªgrados, como otros animales que hibernan durante largos meses, han demostrado una sorprendente capacidad a la hora de mantener su masa y fuerza muscular as¨ª como para responder r¨¢pidamente cuando se les molesta durante su hibernaci¨®n. Como sugieren los estudios de Henry Harlow de la Universidad de Wyoming, los osos no solo presentan unos peculiares y eficientes mecanismos fisiol¨®gicos que les permiten conservar gran parte de su gigantesca masa muscular sino que probablemente la activen frecuentemente a trav¨¦s de contracciones musculares y movimientos temblorosos, de sacudida para desperezarse. As¨ª que mejor no acercarse durante su letargo pensando que est¨¢n entumecidos como nosotros ahora.
Y entonces, ?qu¨¦ hacemos? Como proclama acertadamente el entusiasta Victor K¨¹ppers, solo queda tirar de nuestra actitud, lo ¨²nico que est¨¢ ahora mismo bajo nuestro control. Esta actitud, como la del bueno de Tot¨° en la citada perla del neorrealismo italiano, debe ser m¨¢s proactiva y din¨¢mica que nunca: ¡°a grandes problemas, grandes soluciones¡±, dice el aforismo. No debo estar m¨¢s all¨¢ de 20-30 minutos consecutivos sentado o echado, me levanto, hago movimientos de flexo-extensi¨®n de brazos y piernas si puede ser desplazando alg¨²n objeto que pese (las casas est¨¢n llenas de ellos) o elongando bandas el¨¢sticas que son econ¨®micas y f¨¢ciles de obtener online. Subir y bajar escaleras no parece estar prohibido¡, s¨²belas de dos en dos, o de tres en tres cuando mejores, para activar esos gl¨²teos aplastados por el sof¨¢. Incorpora posturas de yoga que alineen de nuevo tu cuerpo y mente, internet est¨¢ lleno de tutoriales para quien no las domine o recuerde.
Lo parad¨®jico es que parece que las autoridades nos incitan a adoptar o pedir prestado un perro que sirva de salvoconducto para poder moverse. Entiendo y acepto lo que se pretende con las r¨ªgidas normas pero terminan resultando absurdas porque puedo legalmente desplazarme con el carro de la compra a un supermercado m¨¢s lejano del habitual o hacerlo 10 veces al d¨ªa para sumar kil¨®metros de marcha y as¨ª aumentar el riesgo de contagio. De hecho, si cuando voy corriendo o caminando r¨¢pido me aparto de las escasas personas con las que me cruzar¨¦ ser¨¢ m¨¢s improbable un contagio que hacer cola durante un tiempo prolongado respetando el metro de distancia. Tambi¨¦n existir¨ªan soluciones m¨¢s creativas como regular la duraci¨®n y el lugar del desplazamiento (buscando espacios amplios adecuados, que por supuesto los hay). Casi todos los runners usan dispositivos que mediante sistemas GPS pueden demostrar cu¨¢nto y d¨®nde han corrido. Entiendo que algunos sentenciar¨¢n que somos muchos (los mismos que pueden ir al supermercado¡) o que ahora no es momento de correr o de moverse, pero a esos les dir¨ªa que se atengan a las consecuencias si la situaci¨®n se alarga como est¨¢ previsto. El movimiento al aire libre y la actividad f¨ªsica es un derecho inalienable, nos va la salud en ello, una salud que muchos ya no recuperar¨¢n por la devastaci¨®n del confinamiento. Acaben con este esperpento, por favor, no nos abandonen a nuestra suerte o por lo menos hagan campa?as para incitar a las personas a que se muevan.
Para finalizar invito a viajar virtualmente al Lago di Como con nuestra pareja o seres queridos a trav¨¦s de la fabulosa Domenica Bestiale del cantautor milan¨¦s Fabio Concato. Su versi¨®n colgada en Youtube el pasado domingo estremece a la vez que desgarra pero remata con un optimismo que reconforta. El ep¨ªlogo se lo cedo a De Sica, invocando a que vuelva a producirse el milagro: ¡°esperemos recuperar un mundo donde buongiorno signifique de verdad buongiorno¡±.