El Celta se da un fest¨ªn ante un inofensivo Alav¨¦s
El equipo vigu¨¦s toma una distancia de cuatro puntos respecto al descenso tras masacrar a un rival que no compiti¨®
Inane como estaba ante el gol, despu¨¦s de no ver puerta en sus cuatro ¨²ltimos partidos, el Celta se dio un fest¨ªn (6-0) ante el Alav¨¦s, que sali¨® al campo sin la tensi¨®n exigible en una competici¨®n de alto nivel y acab¨® por alzar la bandera blanca cuando mediada la primera parte se qued¨® en inferioridad num¨¦rica. Fue un nutritivo banquete para el equipo celeste, que llen¨® el buche ante un calendario exigente que le enfrenta de inmediato con Real Sociedad y Barcelona. A este tramo del campeonato lleg...
Inane como estaba ante el gol, despu¨¦s de no ver puerta en sus cuatro ¨²ltimos partidos, el Celta se dio un fest¨ªn (6-0) ante el Alav¨¦s, que sali¨® al campo sin la tensi¨®n exigible en una competici¨®n de alto nivel y acab¨® por alzar la bandera blanca cuando mediada la primera parte se qued¨® en inferioridad num¨¦rica. Fue un nutritivo banquete para el equipo celeste, que llen¨® el buche ante un calendario exigente que le enfrenta de inmediato con Real Sociedad y Barcelona. A este tramo del campeonato llega el Celta cuatro puntos sobre el descenso, tras una jornada en la que de los ocho ¨²ltimos de la tabla tan solo los vigueses sumaron los tres puntos.
El campeonato regres¨® sin la prevalencia del factor campo, muy matizado por la ausencia de los seguidores en las gradas. Pero el Alav¨¦s es el mismo de antes de marzo, un equipo con dos caras, la que ofrece a domicilio, faceta que le condena a mirar de reojo a los puestos de descenso. El equipo que prepara Asier Garitano solo ha rescatado nueve puntos en catorce desplazamientos, suerte en la que apenas el Mallorca ha sumado menos. Sensaciones como las que ofreci¨® en Bala¨ªdos invitan a la preocupaci¨®n, por m¨¢s que, nueve puntos sobre el peligro, atisbe su objetivo. Ante el Celta fue un pelele, superado por un rival que en cuanto apret¨® las tuercas en la presi¨®n le desnud¨® en defensa y desactiv¨® cualquier tipo de conexi¨®n con Lucas P¨¦rez y Joselu. Entre los dos delanteros gallegos han marcado 20 de los 31 goles de su equipo, as¨ª que no parece arriesgado colegir que sin su participaci¨®n el Alav¨¦s es una nader¨ªa. En Vigo se sostuvo y evit¨® una goleada a¨²n m¨¢s contundente gracias a Roberto, felino bajo palos, implicado para mantenerse en la titularidad en perjuicio del habitual Pacheco.
Cuatro goles marc¨® el Celta antes del descanso, cinco hab¨ªa logrado en todas las primeras partes de lo que va de Liga. Cualquier alusi¨®n al pasado, cualquier reflejo estad¨ªstico, se marchit¨® ante lo imprevisible. El Celta encarril¨® la goleada tras dos saques de esquina, suerte en la que el Alav¨¦s padeci¨® un calvario, desnortado para aplicarse en las segundas jugadas. Antes del cuarto de hora y con el Alav¨¦s ya atascado, el central Murillo aprovech¨® una basculaci¨®n de la zaga y un centro monumental de Denis Su¨¢rez para abrir el marcador con un testarazo can¨®nico. Casi sin soluci¨®n de continuidad, otro c¨®rner gener¨® un caos que acab¨® en penalti de Fejsa y gol de Iago Aspas, que necesitaba redimirse tras el error de la jornada anterior desde los once metros. Cuando el Alav¨¦s quiso alzarse, Martin Agirregabiria acudi¨® de manera estrepitosa a un duelo con Rafinha y clavo los tacos de la bota de su pie derecho en la pelota y en el muslo del jugador brasile?o. Fue tan involuntario como imprudente, vali¨® una expulsi¨®n y una sentencia. Los puntos se quedaban en Vigo.
Lo que sucedi¨® despu¨¦s fluctu¨® entre el festival y el tr¨¢mite. Rafinha puso los fuegos artificiales con dos apariciones estelares que valieron dos goles de bandera. Los entrenadores agitaron sus banquillos (ahora devenidos en grader¨ªo) para dosificar a sus futbolistas de referencia. El Celta relaj¨® esfuerzos, pero a¨²n se dio un ¨²ltimo homenaje, el de celebrar un gol del retornado Nolito, que todav¨ªa tuvo tiempo de darle un pase a Santi Mina, otro necesitado de alegr¨ªas, para rubricar una goleada impensable. ¡°El que se duerma va para el pozo¡±, zanj¨® el gaditano tras el partido. El Alav¨¦s deber¨ªa tomar nota.