El Celta agranda el baj¨®n de la Real
Un gol de penalti de Iago Aspas al filo del descanso concede los tres puntos y aleja del descenso a los de ?scar, mientras los locales solo suman un punto de doce tras el par¨®n
Los meteor¨®logos no se equivocaron, as¨ª que como previeron, despu¨¦s de una jornada de sol radiante, la bruma cay¨® de golpe sobre la costa vasca. El calor se esfum¨®, y los ba?istas de La Concha se retiraron a sus cuarteles de invierno. O a tomarse unos pinchos en la parte vieja, que parece mejor plan.
La Real Sociedad est¨¢ metida en sus cuarteles de invierno desde el invierno, como si sus futbolistas siguieran confinados. A principios de marzo brillaban como el sol este mi¨¦rcoles a mediod¨ªa, pero han regresado en medio de la bruma que les agarrota las piernas y les nubla las ideas. Frent...
Los meteor¨®logos no se equivocaron, as¨ª que como previeron, despu¨¦s de una jornada de sol radiante, la bruma cay¨® de golpe sobre la costa vasca. El calor se esfum¨®, y los ba?istas de La Concha se retiraron a sus cuarteles de invierno. O a tomarse unos pinchos en la parte vieja, que parece mejor plan.
La Real Sociedad est¨¢ metida en sus cuarteles de invierno desde el invierno, como si sus futbolistas siguieran confinados. A principios de marzo brillaban como el sol este mi¨¦rcoles a mediod¨ªa, pero han regresado en medio de la bruma que les agarrota las piernas y les nubla las ideas. Frente a un Celta colgado al borde del precipicio, los donostiarras se aplicaron con la entrega de costumbre, pero como si de repente hubieran olvidado de poner en marcha los mecanismos que les hab¨ªan llevado a ser un equipo formidable.
A Odegaard, y ya es el cuarto partido consecutivo, no se le ha visto comparecer por el c¨¦sped. De hecho, nadie parece a la altura. Borboteaba Oyarzabal en los choques anteriores, pero ante el Celta, que comenz¨® regalando una ocasi¨®n a Januzaj ¡ªel m¨¢s brillante de su equipo¡ª, se disfraz¨® con la mediocridad del grupo. Asentado el conjunto visitante despu¨¦s de los titubeos del comienzo, la Real se apag¨® otra vez en la primera parte, para acabar con desventaja en un penalti que provoc¨® Aspas en el minuto 45. La acci¨®n parec¨ªa acabada ya desde su inicio. Rafinha tuvo que eludir a dos de sus conmilitones para poder lanzar en largo y propiciar una contra que se enred¨® en el ¨¢rea, pero de la que el capit¨¢n c¨¦ltico sac¨® petr¨®leo. Su lanzamiento adelant¨® al Celta.
El gol, en vez de apaciguar la ansiedad celeste, convirti¨® a sus jugadores en un manojo de nervios, un grupo de futbolistas atolondrados. La Real se lanz¨® en tromba al intuir el temblor de piernas visitante, y se acerc¨® mucho, pero con poca eficacia.
Los donostiarras no alcanzan la inspiraci¨®n pero tampoco gozan de fortuna y se quedaron secos. El Celta se redime ante un equipo perseguido por la desdicha y que s¨®lo suma un punto en cuatro partidos. Los de ?scar Garc¨ªa tienen cerca la salvaci¨®n que tan lejos llegaron a ver.