El Atl¨¦tico tambi¨¦n gana f¨¢cil
Dos goles de Morata y otro de Koke tumban al Mallorca en una noche negra de Jo?o F¨¦lix
Un partido aseado y despachado por dos goles de Morata y uno de Koke le vali¨® al Atl¨¦tico en su camino hacia la pr¨®xima Champions, y al Mallorca para mentalizarse de que el descenso comienza a ser una realidad muy probable. Para los rojiblancos, la preocupaci¨®n ahora es la cegaz¨®n de Jo?o F¨¦lix ante el gol. Se le apreci¨® tenso y su enfado cuando fue sustituido deja en el aire si fue por sus errores, porque el t¨¦cnico no le mantuvo la confianza en un d¨ªa tan negro o por la cojera en su tobillo derecho.
Con otra ensalada de cambios en el once, como viene siendo norma, empez¨® el Atl¨¦tico a...
Un partido aseado y despachado por dos goles de Morata y uno de Koke le vali¨® al Atl¨¦tico en su camino hacia la pr¨®xima Champions, y al Mallorca para mentalizarse de que el descenso comienza a ser una realidad muy probable. Para los rojiblancos, la preocupaci¨®n ahora es la cegaz¨®n de Jo?o F¨¦lix ante el gol. Se le apreci¨® tenso y su enfado cuando fue sustituido deja en el aire si fue por sus errores, porque el t¨¦cnico no le mantuvo la confianza en un d¨ªa tan negro o por la cojera en su tobillo derecho.
Con otra ensalada de cambios en el once, como viene siendo norma, empez¨® el Atl¨¦tico a generar peligro con algunas conducciones rompedoras de Llorente, que abandon¨® la posici¨®n de segundo delantero para ajustarse como falso volante por la derecha. Enrachado como est¨¢, cuando acelera no conoce a nadie. Enfila la porter¨ªa contraria sin importarle si le acompa?an o no sus compa?eros. En ese sentido, se ha convertido en un jugador m¨¢s para estirar al equipo. Igual que Carrasco, que confirm¨® las buenas sensaciones que dej¨® en el Camp Nou. Uno y otro, como en Barcelona, protagonizaron m¨¢s esa labor que Morata y Costa. La velocidad que imponen en sus conducciones est¨¢n haciendo mucho da?o a las defensas contrarias.
La respuesta del Mallorca la capitalizaron las buenas maneras y los curveos del revoltoso Kubo, la movilidad del Cucho y las apariciones de Pozo a la espalda de Manu. El canterano volvi¨® a dar respiro a Lodi. Tuvo m¨¢s decisi¨®n que precisi¨®n, pero se anim¨® m¨¢s a sumarse al ataque. Una ruptura suya, bien vista por Sa¨²l, termin¨® en un centro atr¨¢s que ni Llorente ni Morata acertaron a embocar. Sa¨²l form¨® con Koke de acompa?ante, la pareja que parec¨ªa destinada a asumir el coraz¨®n del juego. Hac¨ªa tiempo que no asum¨ªan ese rol a la vez y no funcionaron mal, sobre todo a la hora de activar la presi¨®n adelantada. El gran matiz de este Atl¨¦tico tras el par¨®n y el empate en San Mam¨¦s est¨¢ en el adelantamiento de las l¨ªneas para morder en la presi¨®n tras p¨¦rdida. Eso le da un vuelo ofensivo al equipo por f¨ªsico y porque requiere menos tr¨¢mite con la pelota.
Sin grandes ocasiones en los primeros tramos del encuentro, el primero que borde¨® el gol fue Jo?o F¨¦lix tras una buena combinaci¨®n con Carrasco. La ejecuci¨®n del portugu¨¦s delat¨® que en su cabeza le empieza a pesar la responsabilidad del tanto. Solo ante Reina y escorado a favor de su pierna buena, abri¨® demasiado el pie para su violento golpeo. Al poco, tuvo otro par de ocasiones n¨ªtidas y volvi¨® a optar por romper la pelota. El chico ense?¨® un problema preocupante si prioriza chutar a romper, a imponer su clase en las definiciones.
Morata fue el que abri¨® la lata provocando un penalti nacido de un saque de banda a la media hora de juego. Retrat¨® a Sedlar con su reverso y este le termin¨® por derribar. Sorprendi¨® que fuera el delantero madrile?o el ejecutor tras los dos penaltis que convirti¨® Sa¨²l en el Camp Nou. Reina adivin¨® el primero, pero Sedlar pis¨® ¨¢rea antes de tiempo. Morata no desaprovech¨® esa segunda oportunidad. Tampoco cuando Llorente le regal¨® el gol al borde del descanso tras un robo de Koke en el ¨¢rea del Mallorca, en otra muestra de esa presi¨®n adelantada y m¨¢s continua que ha relanzado al equipo y le ha puesto a tiro asegurar la participaci¨®n en la pr¨®xima Champions.
Esos dos tantos fueron ya un escollo insalvable para el Mallorca, que se present¨® en el Metropolitano para intentar recortarle al Celta, que marca la salvaci¨®n, los cinco puntos que les separan. El segundo acto fue tambi¨¦n de los rojiblancos, tanto como la constataci¨®n de las dudas que atenazan el talento de Jo?o F¨¦lix cuando pisa ¨¢rea. Aunque el duelo estaba resuelto, Simeone opt¨® por sustituirle por Correa en vez de mantenerle para ver si se aliviaba con alg¨²n gol. La reacci¨®n del luso, golpeando un bal¨®n con el pu?o camino del banquillo, traer¨¢ cola. Carrasco tambi¨¦n fue al banco, como Morata, para que entraran en acci¨®n Vitolo y Costa. Pero fue Koke el que obtuvo el premio del gol en una volea rasa que se col¨® en la meta de Reina tras tocar en Juan Sastre.