Sergio Ramos, as¨ª en el campo como en la grada
El capit¨¢n blanco, ausente por sanci¨®n, no para de dirigir desde el asiento a una zaga que sufre pero acaba por quinta vez seguida imbatida
Valdebebas deb¨ªa haber sonado este fin de semana a rock, al indie de los brit¨¢nicos Alt-J y a la electr¨®nica de la siberiana Nina Kraviz, todo un viaje. Eran las fechas del Mad Cool, uno de esos festivales a los que Espa?a se lanz¨® de cabeza en la inconsciente felicidad del mundo prepandemia. La nueva normalidad, sin embargo, dej¨® el enorme recinto en silencio y, a cambio, llev¨® el f¨²tbol a esta zona del noreste de Madrid.
A 400 metros de esa inmensa explanada, en el Di St¨¦fano se esperaba este viernes el mismo ambiente callado m¨¢s all¨¢ de los sonidos dulzones que sal¨ªan de la me...
Valdebebas deb¨ªa haber sonado este fin de semana a rock, al indie de los brit¨¢nicos Alt-J y a la electr¨®nica de la siberiana Nina Kraviz, todo un viaje. Eran las fechas del Mad Cool, uno de esos festivales a los que Espa?a se lanz¨® de cabeza en la inconsciente felicidad del mundo prepandemia. La nueva normalidad, sin embargo, dej¨® el enorme recinto en silencio y, a cambio, llev¨® el f¨²tbol a esta zona del noreste de Madrid.
A 400 metros de esa inmensa explanada, en el Di St¨¦fano se esperaba este viernes el mismo ambiente callado m¨¢s all¨¢ de los sonidos dulzones que sal¨ªan de la megafon¨ªa en la previa. Faltaba en el c¨¦sped por acumulaci¨®n de tarjetas Sergio Ramos, que nunca para de hablar. Pero en este f¨²tbol envasado al vac¨ªo, el capit¨¢n se hizo o¨ªr lo mismo en la ¨²ltima fila de la grada, donde sigui¨® el partido, que en el terreno de juego. Vestido con camiseta negra, mo?o de samur¨¢i y mascarilla oscura, su vozarr¨®n grave se sinti¨® igual que de costumbre. Grit¨®, anim¨®, coment¨® y, por supuesto, silb¨® sin descanso.
¡°Bien, Karino [a Benzema]¡±; ¡°Nada, hombre, sigan¡±; ¡°Agu¨¢ntalo [a Casemiro, en un ataque vitoriano]¡±, y el gran cl¨¢sico de su repertorio, los silbidos, ya sea para ordenar la defensa o pedir un cambio de orientaci¨®n. Desde ah¨ª observ¨® tranquilo y con los brazos cruzados c¨®mo Benzema ejecutaba con la misma eficacia que ¨¦l el penalti que puso en ventaja al Madrid ante otro locuaz, el portero Roberto, y c¨®mo Courtois lo deten¨ªa todo en el ¨¢rea contraria. Unas filas m¨¢s abajo, Marcelo, lesionado para lo que resta de Liga, segu¨ªa todo en silencio.
Sin el capit¨¢n, el Madrid es un equipo callado sobre el verde. A pocos se les oy¨® en el vac¨ªo de Valdebebas. De pie o sentado en el asiento, la presencia de Ramos se not¨® tanto desde la grada como su ausencia en el campo. Con una defensa de urgencias por las bajas del cuatro blanco y Carvajal, los blancos se sintieron amenazados en la primera parte. Para el minuto tres, Joselu, que ech¨® los dientes en ese estadio con la camiseta del Castilla, ya la hab¨ªa mandado al larguero y Varane se hab¨ªa quitado de encima el rechace de Lucas P¨¦rez.
Zidane alist¨® por la derecha a uno de sus soldados m¨¢s fieles, Lucas V¨¢zquez, que apenas hab¨ªa acumulado 20 minutos en el f¨²tbol postconfinamiento. Su zona fue de las m¨¢s acosadas por el Alav¨¦s, que volc¨® el ataque por ah¨ª y en ocasiones con peligro. En una de esas, Burke dej¨® sentado a Milit?o sobre la l¨ªnea de fondo y Joselu la mand¨® al descampado. Los blanquiazules, que no paraban tampoco de hablar, ellos sobre el c¨¦sped, inquietaron hasta el intermedio a un Real donde el que m¨¢s charlaba era el capit¨¢n desde la grada.
Y en uno de esos ataques vascos mediada la primera mitad, se lesion¨® el colegiado, Gil Manzano, que a duras penas lleg¨® al descanso y que, tras la reanudaci¨®n, se qued¨® en la banda y en su lugar entr¨® el cuarto ¨¢rbitro, Rodr¨ªguez Carpallo. El valenciano fue quien tuvo que consultar al VAR para dar validez al 2-0 de Asensio por posible fuera de juego del asistente Benzema. Se lo anticip¨® Ramos, al quite de todo. ¡°?Clar¨ªsimo!¡±, retumb¨® dos segundos antes de que el tanto subiera al marcador.
Este es el Madrid de su capit¨¢n, el jefe de una defensa que por quinto encuentro seguido volvi¨® a dejar la puerta a cero, no sin dificultades esta vez, que ya empieza a hacer cuentas con el alir¨®n, y que arriba recuper¨®, aunque de forma testimonial, a Hazard. Los blancos se movieron al comp¨¢s de los gritos de su capit¨¢n, omnipresente, as¨ª en el campo como en la grada.
Zidane: ¡°Courtois tiene una influencia muy grande¡±
El gol de Asensio al inicio de la segunda parte finiquit¨® un partido que, hasta entonces, el Madrid no estaba disfrutando en exceso pese a ir en ventaja. La defensa de circunstancias padec¨ªa y Courtois no necesitaba gafas para ver a los jugadores del Alav¨¦s. Con frecuencia los ten¨ªa encima. El belga, camino del Zamora, volvi¨® a dejar unas cuantas intervenciones de nivel, y as¨ª se lo reconoci¨® Zidane. ¡°Tiene una influencia muy grande, lo que est¨¢ haciendo cada partido es fenomenal. Es una cuesti¨®n de todos a la hora de defender, pero Thibaut est¨¢ sacando. Hoy igual nos ha venido bien que saque dos o tres paradas¡±, valor¨®.
Ahora la preocupaci¨®n del t¨¦cnico es el poco tiempo hasta la siguiente cita, el lunes en Granada a las 22.00. Lo repiti¨® varias veces en sus comparecencias posteriores. ¡°Vamos a ver¡ Los jugadores est¨¢n cansados, pero con una victoria se descansa mejor¡±, dijo. El que no parece que vaya a hacerlo es James, que por segundo d¨ªa consecutivo se qued¨® fuera de la convocatoria. Le preguntaron si jugar¨¢ de nuevo con el Madrid y el entrenador blanco respondi¨® con un seco: ¡°No lo s¨¦¡±.