Ra¨²l Garc¨ªa empuja al Athletic hacia Europa

Ra¨²l Garc¨ªa est¨¢ empe?ado en meter al Athletic en Europa. Lo dej¨® claro en La Nuc¨ªa, el exilio del Levante, ese oasis deportivo en las cercan¨ªas de la Costa Blanca, pero a muchos kil¨®metros de Valencia. Y lo expres¨® muy pronto, a los cuatro minutos, cuando, como siempre, estaba con la ca?a preparada para pescar lo que cayera al ¨¢rea. Le han dicho que ahora es delantero centro y a eso se dedica. As¨ª que estaba preparado con su volea cuando centr¨® De Marcos desde la derecha, desvi¨® ligeramente Vezo con la cabeza y fusil¨® Ra¨²l desde el punto de penalti.

Con un gol a favor tan pronto, el At...

Ra¨²l Garc¨ªa est¨¢ empe?ado en meter al Athletic en Europa. Lo dej¨® claro en La Nuc¨ªa, el exilio del Levante, ese oasis deportivo en las cercan¨ªas de la Costa Blanca, pero a muchos kil¨®metros de Valencia. Y lo expres¨® muy pronto, a los cuatro minutos, cuando, como siempre, estaba con la ca?a preparada para pescar lo que cayera al ¨¢rea. Le han dicho que ahora es delantero centro y a eso se dedica. As¨ª que estaba preparado con su volea cuando centr¨® De Marcos desde la derecha, desvi¨® ligeramente Vezo con la cabeza y fusil¨® Ra¨²l desde el punto de penalti.

Con un gol a favor tan pronto, el Athletic se dedic¨® a esperar. Hac¨ªa calor de veraneo en el c¨¦sped, sudaban los futbolistas con cualquier carrera y no est¨¢ la cosa, a estas alturas del campeonato, para realizar sobreesfuerzos. Ni Williams corr¨ªa como acostumbra. Andaba tranquilo, como su equipo, mientras el Levante perd¨ªa el tiempo en tratar de conectar con Morales a base de balones largos, vano ejercicio con los centrales rojiblancos muy bien plantados sobre el c¨¦sped, y atentos a lo que ocurr¨ªa cada vez que el equipo granota miraba hacia la porter¨ªa de Unai Sim¨®n. Estaba el cuadro local demasiado relajado, sabi¨¦ndose hace tiempo con su deber de permanecer en Primera cumplido.

Eso le conden¨®. Ya languidec¨ªa la primera parte, con el Athletic conservando el control del partido, cuando otra asistencia de De Marcos, rememorando viejos tiempos, acab¨® en Ra¨²l Garc¨ªa, qui¨¦n si no. El navarro recibi¨®, ote¨® el horizonte y cuando sal¨ªa Aitor Fern¨¢ndez lo super¨® con una vaselina. El segundo doblete de Ra¨²l desde el confinamiento, los dos frente a rivales de la misma ciudad; su mejor rendimiento goleador como profesional, y un paso de gigante para optar a plaza europea. El Athletic duerme en la s¨¦ptima posici¨®n, a la espera de los resultados del lunes.

La segunda mitad fue muy similar. Controlaba el equipo de Garitano, mientras que el grupo que dirige Paco L¨®pez jugaba a tirones. Decenas de pases profundos se perdieron por la l¨ªnea de fondo sin encontrar destinatario. Las p¨¦rdidas en medio campo eran constantes y con ese panorama el Athletic estaba c¨®modo, e incluso pod¨ªa esperar ampliar la diferencia. Pero los cambios asentaron en parte las ideas levantinistas, y en una jugada inspirada, Borja Mayoral lleg¨® hasta la l¨ªnea de fondo; I?igo Mart¨ªnez no cerr¨® bien el espacio, Unai Sim¨®n tampoco, y Bardhi solo tuvo que empujar el centro para estrechar el marcador.

Poco m¨¢s sucedi¨®, aunque empuj¨® el Levante lo que pudo, que fue poco, y se estir¨® el Athletic lo que supo, que tampoco fue demasiado. A los rojiblancos no les entr¨® la tiritona por la situaci¨®n y a los azulgrana no les lleg¨® la adrenalina para empatar. Cuando Ra¨²l Garc¨ªa, de nuevo h¨¦roe del Athletic, dej¨® su puesto a Villalibre en el minuto 86, sin escatimar ni una gota de sudor, el partido ya parec¨ªa decidido. Los hechos confirmaron las sensaciones. Gan¨® el Athletic, que todav¨ªa tiene razones para so?ar.