Damiano Caruso gana en Getxo
El trabajo previo de Mikel Landa, que sufri¨® un ca¨ªda, y Pello Bilbao le facilitan el camino al siciliano
El Circuito de Getxo fue casi una cl¨¢sica de primavera, de tiempo fresquito, lluvia a ratos y repechos. Una carrera agoste?a que se traslad¨® a mayo a causa del viento del noroeste, que Damiano Caruso, un siciliano recio, de pocas victorias pero de s¨®lido pedaleo, parec¨ªa echarle en cara, haciendo una broma, a su compa?ero Pello Bilbao, que fue feliz por unas carreteras que se conoce como el pasillo de casa. ¡°As¨ª me daba¡±, le contaba Damiano a Pello, despu¨¦s de levantar los brazos en la meta de la rampa de Arkotxa, con un gesto de la mano estrell¨¢ndose en la cara. Fueron diez kil¨®metros finales...
El Circuito de Getxo fue casi una cl¨¢sica de primavera, de tiempo fresquito, lluvia a ratos y repechos. Una carrera agoste?a que se traslad¨® a mayo a causa del viento del noroeste, que Damiano Caruso, un siciliano recio, de pocas victorias pero de s¨®lido pedaleo, parec¨ªa echarle en cara, haciendo una broma, a su compa?ero Pello Bilbao, que fue feliz por unas carreteras que se conoce como el pasillo de casa. ¡°As¨ª me daba¡±, le contaba Damiano a Pello, despu¨¦s de levantar los brazos en la meta de la rampa de Arkotxa, con un gesto de la mano estrell¨¢ndose en la cara. Fueron diez kil¨®metros finales en solitario, sin el abrigo del pelot¨®n, despu¨¦s de un accidente que les dej¨® solos a los dos junto a Nelson Oliveira, portugu¨¦s del Movistar, al que martirizaron hasta que pidi¨® la cuenta.
El Barhain hizo la carrera que le conven¨ªa desde el comienzo. Andaba Mikel Landa con ganas despu¨¦s de una buena actuaci¨®n en la Vuelta a Burgos, y Pello Bilbao zascandileaba por la salida con gesto de felicidad, dispuesto a montarse en el Puente Colgante, junto a los destacados del pelot¨®n, para hacer el kil¨®metro cero m¨¢s original, sin pedalear y en la barquilla del transbordador, de Las Arenas a Portugalete y vuelta, en una carrera que se subtitulaba como de p¨²blico cero, pero que congreg¨® a cientos de aficionados, todos con mascarilla y guardando distancias, en el banderazo de salida, las cercan¨ªas de la meta y todo el recorrido, un desgaste continuo para los ciclistas, y peligroso a veces, por la lluvia y el asfalto resbaladizo. Lo ve¨ªan los ciclistas y antes de tomar posiciones le quitaban presi¨®n a los tubulares.
Pero no les arredraron las circunstancias, y volaron durante toda la carrera, como si quisieran recuperar el tiempo perdido sin competiciones que echarse a las piernas. En una carrera de bastante solera y poca ¨¦pica, tal vez por la fecha en la que se disputa, bajaban los ciclistas a toda velocidad hacia el n¨²cleo urbano de Algorta, o para coger las curvas hacia la Universidad, donde comenzaba el desgaste en las rampas de Akarlanda. Despu¨¦s, con el primer grupo de fugados poniendo distancia, bajaban hacia la R¨ªa, donde les esperaba el viento de cara hacia Getxo y la cuesta de Txomintxu, otro hito para la fatiga.
Se vieron cosas extra?as, como al llegador colombiano Gaviria encabezar la persecuci¨®n del UAE a los escapados, o al campe¨®n del Mundo, Mads Pedersen, lucir su maillot arco¨ªris al intentar una aventura solitaria cuando todav¨ªa quedaban 50 kil¨®metros. Tambi¨¦n Landa quiso hacerle un test de fiabilidad al pelot¨®n, al comienzo de la ¨²ltima vuelta al circuito, la m¨¢s larga, poni¨¦ndose a tirar de un grupito que alcanz¨® algunos segundos de ventaja. Poco despu¨¦s se cay¨® y desisti¨®, si es que ten¨ªa alg¨²n inter¨¦s en la victoria, aunque pareci¨® m¨¢s que su estir¨®n era parte de la estrategia del Barhain por ganar la carrera.
Se sustanci¨® esa idea cuando el pelot¨®n enfil¨® hacia Pike Bidea, el puerto de Segunda con rampas de hasta el 14% que iba a seleccionar definitivamente la prueba. Pello Bilbao le ense?¨® el camino a Caruso, que encontr¨® la rueda del vizca¨ªno. Tambi¨¦n se unieron Oliveira (Movistar), Biniam Girmay (Nippo-Delko), Juanpe L¨®pez (Trek) y Gonzalo Serrano (Caja Rural). En el descenso hacia Erandio, los tres ¨²ltimos se cayeron. Oliveira esquiv¨® el accidente con pericia y consigui¨® enlazar con Bilbao y Caruso, que le hicieron la vida imposible hasta que el siciliano lanz¨® el ataque final.
Cuando enlazaron los de detr¨¢s, Pello Bilbao hizo de defensa estorbo. Pese al viento de cara, no pudieron alcanzar a Caruso, que ya en la recta de Zugatzarte se ve¨ªa vencedor, y en Txomintxu mostr¨® la solidez de sus piernas para conservar la renta de unos pocos segundos y conseguir el segundo triunfo de su carrera por delante de su compatriota Nizzolo y el catal¨¢n Prades. El 75 aniversario del Circuito de Getxo mereci¨® la pena, aunque pareciera m¨¢s una cl¨¢sica de primavera.