Landa queda de nuevo KO en un abanico del Tour
Victoria al sprint de Van Aert en Castres al final de la etapa m¨¢s disputada de la edici¨®n de 2020
Podr¨ªa verse el Tour, este Tour de 2020, el Tour de la pandemia y el miedo, como una batalla de caracteres, como le gustaba representar la vida a los moralistas, y representando a cada parte con virtudes y vicios ya definidos por el cronista Antoine Blondin hace 60 a?os. A la izquierda, en su rinc¨®n, el esp¨ªritu de parsimonia, la ambici¨®n oscura, el ego¨ªsmo, y con la mirada franca y los ojos bien abiertos, desde el otro rinc¨®n les contemplan la generosidad en el comercio amistoso, la prodigalidad en la batalla, el br¨ªo.
El planteamiento, quiz¨¢s tan esquem¨¢tico como exagerado, serv¨ªa al ...
Podr¨ªa verse el Tour, este Tour de 2020, el Tour de la pandemia y el miedo, como una batalla de caracteres, como le gustaba representar la vida a los moralistas, y representando a cada parte con virtudes y vicios ya definidos por el cronista Antoine Blondin hace 60 a?os. A la izquierda, en su rinc¨®n, el esp¨ªritu de parsimonia, la ambici¨®n oscura, el ego¨ªsmo, y con la mirada franca y los ojos bien abiertos, desde el otro rinc¨®n les contemplan la generosidad en el comercio amistoso, la prodigalidad en la batalla, el br¨ªo.
El planteamiento, quiz¨¢s tan esquem¨¢tico como exagerado, serv¨ªa al menos para ver la mano de los parsimoniosos (los Jumbos de Roglic calculadores amantes del control) en la persistente morosidad de las seis etapas disputadas, el sopor de puertos agrestes ascendidos en pelot¨®n con cuatro en el frente, todo el ancho de la carretera ocupada, lo que no ocurre a la salida de la s¨¦ptima etapa, nada m¨¢s empezar a subir la cuesta de Luzen?on, a la cima de una causse, esas mesetas calc¨¢reas heridas en largas y profundas l¨ªneas por r¨ªos antiguos, y las carreteras serpentean por sus ca?ones estrechos y hermosos, y en los riscos m¨¢s inveros¨ªmiles hay estatuas de la Virgen con coronas de espinas, y todos piensan en c¨®mo les gusta a los cat¨®licos los lugares imposibles, inaccesibles. Est¨¢ a las afueras de Millau, un puertecito de tercera con viento de espalda, y basta solo con que los Bora de Sagan hayan visto despistados a los Deceuninck de Bennett para que el equipo alem¨¢n acelere como loco. Es la batalla por el maillot verde y enfrenta a los dos mundos del Tour, y se transforma, a lo largo de una etapa sin aliento, sin respiro, en la primera gran batalla del Tour, y los de la prodigalidad, el br¨ªo y la generosidad comercial levantan victoriosos el brazo. Landa, ¨¦l, maldice un a?o m¨¢s.
La generosidad la muestra primero M¨¹hlberger, uno del Bora, que a punto de coronar el puertecillo y viendo que Cosnefroy, el ¨²nico al que le interesaba puntuar para seguir vistiendo de lunares, ya no pod¨ªa m¨¢s y se quedaba muerto a dos metros de la pancarta, levant¨® un poco el pie y con la mano le hizo el gesto, por favor, pase usted delante. Bennett y todo el Deceuninck, salvo Alaphilippe y su amigo Devenys, est¨¢n ya fuera de combate.
Por primera vez en muchos a?os, una etapa llana del Tour se corre sin los maquinistas belgas, y la vida es otra, y el ritmo no para ni se duerme la pelea, y todos se preparan para llegar a Castres, a 40 kil¨®metros de la meta, donde se acaban las carreteras enca?onadas y se abre el mundo, y all¨ª espera el viento de Autan, el mismo que hace cuatro a?os enloqueci¨® a Nairo, y derribaba su bicicleta en la contrarreloj, tan ligero el colombiano; el mismo viento, el mismo territorio de campos abiertos y carreteras flanqueadas por ¨¢lamos inmensos y algunos pl¨¢tanos, que el a?o pasado, hacia Albi ¡ªel mismo terreno c¨¢taro que Castres, de rebeldes pr¨®digos y obispos ego¨ªstas, y catedrales de ladrillo, duras como el granito, m¨¢s castillo que iglesia, y no se sabe si son as¨ª para resistir al viento, moles imponentes, o para defenderse de los fieles¡ª derrib¨® a Landa, que, como este 2020, lleg¨® retrasado a sus Pirineos.
Entonces tuvo disculpa, el torpe de Barguil le derrib¨® contra una sombrilla cuando, bien protegido por sus Movistar, se encontraba con los mejores; este 2020, el de su liderazgo ¨²nico en el Bahrein, la cuesti¨®n es m¨¢s difusa. Landa no habl¨®, lo hizo su compa?ero Pello Bilbao, que explic¨® que, claro, su equipo est¨¢ disminuido por las ca¨ªdas de Valls y Poels y, encima, la etapa hab¨ªa sido tan fren¨¦tica que justo antes del viento se hab¨ªan enganchado tres de sus Bahrein, entre ellos el monumental Mohoric, y los abanicos, como defini¨® su director, Stangelj, no le pillaron ni en la mejor posici¨®n ni en el mejor lugar.
A la una de la ma?ana, la noche anterior, el director del Movistar, Jos¨¦ Luis Arrieta, explicaba sobre un mapa en qu¨¦ rotonda se producir¨ªa el giro, se saldr¨ªa a campo abierto y entrar¨ªa el viento. Todos lo sab¨ªan, todos estaban preparados y, a falta de Jungels, el rey de la maniobra con los Deceuninck, fueron los Ineos de Bernal, el colombiano que la goza con el viento, los que lanzaron la ofensiva, los que se alzaron con el penacho del br¨ªo. Pese a haber sufrido ca¨ªdas previas (Marc Soler) o aver¨ªas recurrentes (Enric Mas), los tres Movistar de Arrieta, Valverde el tercero, claro, pasaron por el primer pelot¨®n. Landa no fue el ¨²nico del grupo de los aspirantes que perdi¨® 1m 21s. Tambi¨¦n el brillante Pogacar, el esloveno casi ni?o que en la Vuelta despert¨® admiraci¨®n y se hab¨ªa convertido en la sombra de su compatriota Roglic en el Tour, se qued¨® atr¨¢s, y perdi¨® su segundo puesto en la general.
Cuando gana la virtud, la recompensa es la acci¨®n no el fruto, terminan siempre los moralistas, que justifican as¨ª la segunda victoria de etapa este Tour del fenomenal belga del Jumbo Wout van Aert, justo el que tambi¨¦n gan¨® hace un a?o en la cercana Albi el d¨ªa del abanico. A la virtud de la ofensiva, los Ineos, le sumaron sacrificio en forma de pinchazo de Carapaz, su segundo hombre, justo cuando hab¨ªa entrado con los mejores, y Amador se qued¨® a ayudarle y juntos se enfrentaron a un vac¨ªo imposible (en los abanicos no hay coches entre los grupos) que termin¨® absorbi¨¦ndolos. Al menos Sagan, que no gana ya ni un sprint, recuper¨® el maillot verde.
La ofensiva y el recuerdo a Portal en sus tierras
El Tour est¨¢ en las tierras de Nico Portal, el director de casi todos los Tours del Sky-Ineos, que muri¨® joven hace unos meses, pero su equipo le rindi¨® un gran homenaje, que otros completar¨¢n cenando en el J¡¯ Go, de gente de Auch, su pueblo, en Toulouse. Y todos brindar¨¢n pensando que en los Pirineos, este fin de semana, dos etapas fuertes, Egan, Carapaz y compa?¨ªa continuar¨¢n con la ofensiva. Lo desean los aficionados, claro, y no tanto el Jumbo, que, seguramente preferir¨¢ asfixiar la carrera. ¡°No seremos nosotros quienes llevemos la batuta¡±, advierte Unzue, el jefe del Movistar, que tiene a Mas a 22s del l¨ªder Yates, y a Valverde a 34. ¡°Tal como llevamos la preparaci¨®n retrasada porque tenemos que durar hasta noviembre, creo que hasta los Alpes no nos toca¡±.