La gran final del golf empieza de cero

Jon Rahm contra Dustin Johnson. Segundo asalto en el Tour Championship, la gran final de la FedEx Cup que pone en juego un tesoro: ser el mejor golfista del a?o en el circuito americano y 15 millones de d¨®lares para el ganador. Ese era el cartel que se vend¨ªa, pero la realidad fue otra. La segunda jornada fue un tormento para los favoritos en el East Lake Golf Club, el campo m¨¢s antiguo de Atlanta. En una jornada de greens duros y un rough que no...

Jon Rahm contra Dustin Johnson. Segundo asalto en el Tour Championship, la gran final de la FedEx Cup que pone en juego un tesoro: ser el mejor golfista del a?o en el circuito americano y 15 millones de d¨®lares para el ganador. Ese era el cartel que se vend¨ªa, pero la realidad fue otra. La segunda jornada fue un tormento para los favoritos en el East Lake Golf Club, el campo m¨¢s antiguo de Atlanta. En una jornada de greens duros y un rough que no perdonaba una, Rahm pas¨® del -5 del primer d¨ªa al +4 de este s¨¢bado, Justin Thomas y Rory McIlroy cargaron con +1, y solo un birdie de Dustin Johnson en el par cinco del 18 le sirvi¨® para salvar el par en la ronda y acabar como empez¨®, l¨ªder con -13. En -12 est¨¢ el sorprendente coreano Sungjae Im, que firm¨® la mejor vuelta (-6), con -11 Schauffele, -10 para Thomas, -9 Morikawa, Hatton y Rahm, y -9 Brendon Todd y McIlroy. Es decir, que lo que parec¨ªa un cara a cara entre Johnson y Rahm, los dos primeros de la clasificaci¨®n mundial, los dos primeros de la FedEx, se ha convertido en un torneo diferente y de lo m¨¢s abierto. Se admiten apuestas.

Rahm cambi¨® el guion respecto al estreno. Esta vez s¨ª cogi¨® calles, pero los golpes de acercamiento al green le pusieron en m¨¢s de un apuro del que no siempre su talento le ayud¨® a escapar. Johnson en cambio no oli¨® una calle. Un curioso registro ofrecido por la televisi¨®n estadounidense lo dec¨ªa todo: acab¨® el d¨ªa con casi tres horas seguidas sin acertar desde la salida. Y a¨²n as¨ª, l¨ªder en solitario. Sus fallos desde el tee los corrigi¨® con algunos golpes maestros. Un putt largu¨ªsimo en el tercer hoyo despu¨¦s de haber jugado desde el rough el segundo golpe, otro putt kilom¨¦trico en el 4 para salvar el par, un approach maravilloso en el 8 directo al hoyo... Por momentos parec¨ªa un jugador de videojuego por su ejecuci¨®n perfecta, casi rob¨®tica, impasible su rostro barbudo incluso cuando hac¨ªa magia con el palo. Ni se inmuta Johnson mientras que la cara de Rahm es un espejo de lo que va por dentro. En la otra esquina del ring, el vasco estaba fino con el primer golpe. Si el viernes solo pill¨® tres calles en toda la vuelta, este s¨¢bado arranc¨® con cuatro de cuatro. Un birdie de manual en el 5 le dibujaba una primera sonrisa, pero la mala salida del par cinco del 6 le fren¨® y en el 9 y en el 11, cuando necesit¨® tres putts en un par tres, carg¨® con dos bogeys que anunciaban la cuesta abajo.

Agua. La bola de Rahm se hundi¨® en el lago del 15, otro par tres. Fue un doble bogey que era una cuchillada al coraz¨®n. Claro que Johnson ayudaba tambi¨¦n con sus fallos. Erraba uno y el otro. Y en este d¨ªa de los errores de los favoritos, por detr¨¢s los perseguidores (Thomas, Im) ol¨ªan la sangre. Lejos del brillant¨ªsimo golf de la primera jornada, cuando compitieron a golpazos, los dos gigantes bajaron a la tierra.

Rahm cedi¨® m¨¢s terreno en el 16 despu¨¦s de fallar la salida y perder un golpe en volver a la calle, y no logr¨® recuperar en el par cinco del 18 despu¨¦s de otra carrera de obst¨¢culos: fuera de la calle, un b¨²nker, otro b¨²nker y el par. Su cara era un poema. A mitad torneo (acaba el lunes, D¨ªa del Trabajador en Estados Unidos), el espa?ol est¨¢ a cuatro golpes de la cabeza de un torneo nuevo en el que todo est¨¢ por decidir.

Clasificaci¨®n completa del Tour Championship.