Un Madrid de fogueo
El campe¨®n, sin dinamita, se queda seco ante la Real Sociedad en un duelo con muchos cadetes
El campe¨®n volvi¨® seco. El Madrid no tuvo ca?ones. Ni cuando tuvo el mando en el primer tiempo, ni cuando espabil¨® la Real tras el intermedio. El equipo de Zidane no dio con Benzema y no tuvo el rescate de Sergio Ramos. En un partido con aire muy juvenil, Odegaard y Rodrygo se quedaron por el camino y acabaron relegados antes de tiempo. Sin apenas chispa ofensiva, Zidane se olvid¨® de Jovic y Borja Mayoral. Enfrente, la Real fue un conjunto ambulante. Gregaria de entrada y algo m¨¢s suelta en el segundo tiempo.
Con Zidane nunca se sabe. Para el estreno en San Sebasti¨¢n sorprendi¨® con Case...
El campe¨®n volvi¨® seco. El Madrid no tuvo ca?ones. Ni cuando tuvo el mando en el primer tiempo, ni cuando espabil¨® la Real tras el intermedio. El equipo de Zidane no dio con Benzema y no tuvo el rescate de Sergio Ramos. En un partido con aire muy juvenil, Odegaard y Rodrygo se quedaron por el camino y acabaron relegados antes de tiempo. Sin apenas chispa ofensiva, Zidane se olvid¨® de Jovic y Borja Mayoral. Enfrente, la Real fue un conjunto ambulante. Gregaria de entrada y algo m¨¢s suelta en el segundo tiempo.
Con Zidane nunca se sabe. Para el estreno en San Sebasti¨¢n sorprendi¨® con Casemiro, un pretoriano de primera sea cual sea el escenario o la estaci¨®n, en la grada. El t¨¦cnico galo envid¨® con un 4-2-3-1, con Kroos y Modric apa?¨¢ndose en los fogones y tres divisas juveniles como escoltas de Benzema: Vinicius y Rodrygo por los costados y Odegaard gravitando cerca del delantero franc¨¦s. Para lozana la Real Sociedad. Tras muchos contratiempos durante la pretemporada, Imanol Alguacil articul¨® un equipo con 23 a?os de edad media. Quiz¨¢ por tanta biso?ez, a la Real le cost¨® despertar. Chata durante el primer acto, la mayor determinaci¨®n del Madrid la conden¨® a un papel muy secundario. A expensas de un Real gobernante, pero falto de matarifes en el ¨¢rea de Remiro.
Solo Vinicius, con sus gambetas y pedaleos, sacaba la cadena a la zaga local. Mucho m¨¢s retra¨ªdos Rodrygo y Odegaard. El brasile?o apenas ret¨® a Aihen. El noruego, con un observatorio panor¨¢mico a espaldas de Guevara y Merino ¡ªlos pivotes centrales de la Real¡ª, tramit¨® su regreso al Madrid m¨¢s preocupado de no fallar que de aventurarse. As¨ª que el conjunto de Zidane qued¨® colgado de Vinicius, muy bien auxiliado por Mendy, que progresa y progresa. El lateral franc¨¦s supo armonizar con el diab¨®lico extremo brasile?o. A Vinicius le gusta pisar la raya y citar a un duelo esgrimista a sus marcadores. Lo interpret¨® muy bien Mendy, con m¨¢s despliegue por posiciones interiores para no interferir a su compa?ero. Un par de maniobras de Benzema acercaron al Madrid al gol.
Hasta el ¨²ltimo suspiro del primer tiempo mucho m¨¢s lejos estuvo la Real, a la que costaba siquiera echar un vistazo a Courtois. Los de Imanol se sosten¨ªan con Elustondo, impecable en varios cruces. De baja Zubeldia, sus compa?eros llegaban tarde a la presi¨®n. Y no ten¨ªan hilo con la pelota. Tibio Oyarz¨¢bal, Isak perd¨ªa cada pulso con Varane, nada que ver con el Varane de M¨¢nchester. Eso s¨ª, la ¨²nica vez que conectaron ambos, Oyarz¨¢bal e Isak, a un parpadeo del descanso, el sueco se plant¨® ante Courtois, que evit¨® la diana con el pie izquierdo. Un posterior remate combado del propio Isak no solo puso en alerta al Madrid. De vuelta del intermedio, el partido fue otro.
El segundo periodo se le hizo tan largo al Madrid como a la Real. Estos tiempos de tanta zozobra, tan imprevistos, castigan el f¨ªsico. Barrenetxea, extremo veloz y desequilibrante, estuvo a punto de superar a Courtois, pero un pase a bocajarro a Isak se le qued¨® en un tiro frustrado.
No tardaron en intervenir los entrenadores. Primero hubo pista para Silva, de vuelta a LaLiga 10 a?os despu¨¦s. Con su entrada por Isak, la Real se qued¨® sin un delantero boya. Respondi¨® Zidane con tres relevos de una tacada. Valverde, Casemiro y el cadete debutante Marvin recogieron el testigo de Modric, Rodrygo y Odegaard. Marvin, un galgo que se mueve por la banda derecha, no fue el ¨²nico que se estrenaba, tambi¨¦n Arribas, un chico con una zurda de seda. La Real tambi¨¦n puso en liza a Gonz¨¢lez de Z¨¢rate, jugador herc¨²leo para la custodia del medio campo. Para entonces, el partido ya hab¨ªa perdido mucho gas. Ya fue un encuentro con muchos horizontes, con la gente ya extenuada. Y pese a los espacios abiertos, fruto del cansancio, nadie estuvo preciso. Al Madrid, como al reciente Madrid campe¨®n, el gol le llega con f¨®rceps en muchas ocasiones. Fuera o no un mensaje a los despachos, pese a la sequ¨ªa ZZ dej¨® en la sombra a Jovic y Borja Mayoral, anticipados por dos becarios. Faltan Asensio y Hazard, futbolistas m¨¢s para asistir que para golear. Para el preparador franc¨¦s no hay m¨¢s nueve que Benzema. De regreso, el gol es la principal asignatura del campe¨®n.