Valladolid y Celta sudan un empate
Iago Aspas adelant¨® a los celestes, pero Sergi Guardiola, de penalti, igual¨® el marcador en la segunda parte
Las pizarras casi siempre estrechan el f¨²tbol, lo comprimen y casi lo reprimen. En ellas se dise?an ahora precisas y corales presiones que convierten los partidos en pastosas lizas que se sustancian en territorios reducidos. Se llama al error y por ah¨ª el espect¨¢culo palidece. Ocurre que todav¨ªa quedan transgresores que viven del acierto propio, tipos que convierten las baldosas en latifundios, que no necesitan m¨¢s espacio para expresar su talento. Sumido en una boscosa espesura, el duelo entre Valladolid y ...
Las pizarras casi siempre estrechan el f¨²tbol, lo comprimen y casi lo reprimen. En ellas se dise?an ahora precisas y corales presiones que convierten los partidos en pastosas lizas que se sustancian en territorios reducidos. Se llama al error y por ah¨ª el espect¨¢culo palidece. Ocurre que todav¨ªa quedan transgresores que viven del acierto propio, tipos que convierten las baldosas en latifundios, que no necesitan m¨¢s espacio para expresar su talento. Sumido en una boscosa espesura, el duelo entre Valladolid y Celta acab¨® en tablas (1-1) tras una nueva explosi¨®n de talento de Iago Aspas, que no deja de mostrar un repertorio infinito. En el Nuevo Zorrilla marc¨® un gol imposible. Otro m¨¢s. No le bast¨® al Celta para ganar, pero sigue sin perder. Tampoco mereci¨® m¨¢s. El Valladolid, que no conoce la victoria despu¨¦s de tres jornadas, igual¨® y fue lo justo en un duelo pleno de sudores y esfuerzos.
Al Celta es complicado hincarle el diente. Y eso es noticia. La llegada de ?scar Garc¨ªa Junyent al banquillo anunci¨® inconsistencia y ligereza entre quienes manejan el cat¨¢logo de t¨®picos futboleros. Lo que ha ocurrido es que el equipo se ha rearmado defensivamente. La soluci¨®n no estaba en agregar nuevas piezas, por m¨¢s que el colombiano Murillo haya aportado desde su llegada al equipo poco despu¨¦s que el entrenador. Era una cuesti¨®n colectiva: el Celta ahora se junta, se remanga sin pelota y apenas ofrece resquicios.
El Valladolid tambi¨¦n ten¨ªa un transgresor. Se esperaba a Orellana, pero el chileno cay¨® en la aton¨ªa y quien prendi¨® la luz fue Toni Villa, que en la primera parte se movi¨® delicioso entre l¨ªneas, con capacidad para caer a los costados, combinar, enfrentar y regatear. Aspas y Villa pintaron con tizas de colores la pizarra cuando el partido cumpl¨ªa un cuarto de hora de trasteo. Al delantero gallego (ahora, mientras no llega un nueve a Vigo, vuelve a jugar como la referencia m¨¢s adelantada) le bast¨® un toque de espaldas a la porter¨ªa del Valladolid para dejar a Denis Su¨¢rez solo ante Roberto. Pero su compa?ero marr¨® en el mano a mano. El mediapunta del Valladolid respondi¨® con una maniobra que habilit¨® a Guardiola ante Iv¨¢n Villar, que se hizo grande ante la meta.
Ese fue el ¨²nico intento entre los tres palos hasta que en la ¨²ltima jugada de la primera parte una recuperaci¨®n del Celta cerca de su ¨¢rea obtuvo la inmediata respuesta de Aspas, que tir¨® un desmarque mientras lo centrales del Valladolid parpadeaban. Uno de ellos, Bruno, corri¨® tras el delantero y ya en el ¨¢rea le empuj¨® con cierto disimulo. Quiz¨¢s el VAR lo hubiese obviado, pero Aspas no quiso despejar esa duda. Con el impulso de Bruno atin¨® a sortear al meta Roberto y se fue trastabillado hacia la l¨ªnea de fondo. Al l¨ªmite, en un escorzo imposible, coloc¨® un sutil toque en un ¨¢ngulo imposible respecto a la porter¨ªa. Cuando la pelota entr¨®, sonri¨® como s¨®lo lo hacen los que saben.
No hubo bandera blanca del Valladolid, orgulloso para lanzarse a por el rival. Avis¨® a bal¨®n parado Nacho, que cat¨® el larguero poco antes de que Kike P¨¦rez forzase a Hugo Mallo en el ¨¢rea. Todo acab¨® en un penalti muy dudoso, criterio del ¨¢rbitro que no desminti¨® su ayudante a los mandos del v¨ªdeo. Subi¨® el ritmo el Valladolid, la fatiga ayud¨® tambi¨¦n a generar espacios. Pero no hubo juego en las ¨¢reas. El Celta padeci¨® algo m¨¢s porque se desconect¨® de Aspas y apenas transit¨® en un sentido, el de su zaga. ?scar quiso arreglarlo con Santi Mina en punta y su estrella enganchando metros atr¨¢s, pero al final acab¨® bien tapado con tres centrales. Y el empate se sabore¨® por parte de todos.