Sequ¨ªa inesperada del Atl¨¦tico en Huesca
Despu¨¦s de su exhibici¨®n ante el Granada, el equipo de Simeone empata a cero con un Huesca muy s¨®lido tras un partido en el que solo gener¨® ocasiones en el segundo tiempo
Dice Simeone que los extremismos no van con el Atl¨¦tico, pero su equipo ha pasado en tres d¨ªas de acribillar al Granada con seis goles a no marcar ninguno en Huesca. De generar un torrente de juego ofensivo en el primer tiempo de su estreno liguero a no calentar los guantes de Andr¨¦s Fern¨¢ndez en todo el primer acto del Alcoraz. Tuvo m¨¦rito el equipo de M¨ªchel, que parece haber encontrado el equilibrio entre su gusto por un juego ofensivo y la realid...
Dice Simeone que los extremismos no van con el Atl¨¦tico, pero su equipo ha pasado en tres d¨ªas de acribillar al Granada con seis goles a no marcar ninguno en Huesca. De generar un torrente de juego ofensivo en el primer tiempo de su estreno liguero a no calentar los guantes de Andr¨¦s Fern¨¢ndez en todo el primer acto del Alcoraz. Tuvo m¨¦rito el equipo de M¨ªchel, que parece haber encontrado el equilibrio entre su gusto por un juego ofensivo y la realidad de la categor¨ªa y de los rivales. Contra este Atl¨¦tico que tanto impone, orden¨® riesgos m¨ªnimos. No concedi¨® apenas errores el Huesca ante un equipo que no suele perdonarlos. No hizo concesiones, fue s¨®lido en defensa y supo sufrir cuando se vio m¨¢s apurado. A¨²n no ha ganado, pero suma tres meritorios empates, este, y los logrados en El Madrigal y en Mestalla.
Por dominio y por las ocasiones que gener¨® en el segundo tiempo mereci¨® m¨¢s el conjunto de Simeone. Pero la diferencia de contundencia de un partido a otro tambi¨¦n fue extrema. Si contra el Granada le entr¨® todo, en Huesca nada. Ni siquiera Luis Su¨¢rez pudo cumplir con esa etiqueta de matador que tanto necesita su nuevo equipo. Tuvo una ocasi¨®n clara y la desperdici¨®. Su fichaje responde a partidos que deben masticarse mucho. Sea porque el rival se cierra bien, como fue el caso del Huesca, o porque su equipo no encuentre juego para generar ocasiones.
Despu¨¦s de la algarab¨ªa que supuso la tunda al Granada, el Atl¨¦tico se encontr¨® con un duelo complejo, obligado por la buena disposici¨®n del Huesca. Rot¨® Simeone, influenciado por los tres partidos en una semana que debe completar y porque sigue persiguiendo ese ideal de que la mayor¨ªa de sus futbolistas pueden tener un sitio en el once. Estren¨® Luis Su¨¢rez titularidad, ganada por su excepcional clase en su estreno del pasado s¨¢bado y porque la jerarqu¨ªa obliga. Respecto al partido del Granada los cambios notables fueron los costados del centro del campo, ocupados esta vez por Llorente y Vitolo, y el manejo, entregado a Thomas en vez de a Koke. Posiblemente esperaba Simeone un partido con espacios. Nada de eso. M¨ªchel hizo todo lo posible para que el Atl¨¦tico los encontrara. Ni al galope, porque no le dej¨® correr ni cometi¨® errores ante la presi¨®n adelantada de su rival. Ni en est¨¢tico, porque cerr¨® los pasillos interiores con Mosquera de escoba entre las dos l¨ªneas de cuatro, siempre muy pendiente para desconectar a Jo?o F¨¦lix. En el eje de la zaga, Siovas marc¨® territorio. Tampoco por fuera encontr¨® el Atl¨¦tico soluciones en todo el primer tiempo. Ni Llorente, ni Vitolo, ni Trippier ni Lodi pudieron romper por sorpresa.
Maniatado
[Se vio el Atl¨¦tico enmara?ado y ralentizado por el entramado del Huesca. Fue sometido por el equipo de M¨ªchel a un juego lento y previsible durante todo el primer acto. Nada incomoda m¨¢s a los colchoneros que tener la pelota m¨¢s que el rival. La inexistencia de un remate a la porter¨ªa de Andr¨¦s Fern¨¢ndez reflej¨® esa par¨¢lisis ofensiva de esas estramb¨®ticas camisetas amarillo chill¨®n que anoche lucieron los futbolistas de Simeone. Con el bal¨®n, desde la sencillez y el criterio Mosquera, el oficio de Mikel Rico, y el buen pie de Borja Garc¨ªa para los cambios de orientaci¨®n, o para no arriesgar m¨¢s de la cuenta cuando iniciaba el juego desde Andr¨¦s Fern¨¢ndez, el Huesca tambi¨¦n adormil¨® al Atl¨¦tico. No hizo mucho da?o el conjunto local, pero se llev¨® al descanso el haber generado una ocasi¨®n a bal¨®n parado que Seoane no remach¨® tras una peinada de Siovas y una llegada de Mikel Rico.
Visto que para romper la jaula del Huesca necesitaba m¨¢s alboroto, Simeone dej¨® en la ducha a Vitolo y meti¨® a Correa. Pero fue Jo?o F¨¦lix el que pareci¨® encontrar la soluci¨®n. Se retras¨® hasta el centro del campo para recibir con m¨¢s panorama y el Atl¨¦tico empez¨® a fluir mejor. Se hizo ya con el control absoluto del juego y empez¨® a buscar rendijas. La primera la encontr¨® Jo?o F¨¦lix, que se sac¨® de la chistera un pase filtrado entre un bosque de piernas para poner a Luis Su¨¢rez mano a mano con Andr¨¦s Fern¨¢ndez. El charr¨²a se vio en un cl¨¢sico del Atl¨¦tico. Se encontr¨® con la primera ocasi¨®n a la hora de juego y opt¨® por tratar de sentar al meta escor¨¢ndose a la izquierda, que le sac¨® la mano para tapar su remate. No hubo m¨¢s para Luis Su¨¢rez, que fue cambiado al momento por Costa. La traca de Simeone ya incluy¨® tambi¨¦n a Carrasco y a Koke. Se jug¨® ya todo en campo del Huesca, entregado a ver si las piernas frescas de Ontiveros o Rafa Mir cazaban una contra. Volcado y ambicioso, el Atl¨¦tico gener¨® hasta cuatro ocasiones claras para marcar. Un doble disparo de Jo?o F¨¦lix, un cabezazo de Felipe, un remate de Koke que sac¨® Gast¨®n Silva, y una volea del portugu¨¦s que salv¨® Andr¨¦s Fern¨¢ndez, pudieron suponer los tres puntos para los de Simeone. Pero los extremos existieron. De seis goles en un partido a cero tres d¨ªas despu¨¦s.