El progreso de todos
El libro es un canto de amor al f¨²tbol y, sobre todo, un mensaje para las mentes m¨¢s obtusas: el f¨²tbol no es una cuesti¨®n de g¨¦nero
El progreso puede verse reflejado en el objeto m¨¢s inesperado. En un torrezno, por ejemplo. En un torrezno servido en el bar de una gasolinera de Soria, para ser m¨¢s concretos. As¨ª se le apareci¨® a la periodista M¨®nica Crespo, autora de Por m¨ª, por ti, por todos (Libros del K.O.), el primer volumen de la serie Hooligans ilustrados que habla de un equipo femenino: el Atl¨¦tico de Madrid.
En aquella gasolinera se dio cuenta de que se sab¨ªa la alineaci¨®n de memoria, de que estaba madrugando y viajando pa...
El progreso puede verse reflejado en el objeto m¨¢s inesperado. En un torrezno, por ejemplo. En un torrezno servido en el bar de una gasolinera de Soria, para ser m¨¢s concretos. As¨ª se le apareci¨® a la periodista M¨®nica Crespo, autora de Por m¨ª, por ti, por todos (Libros del K.O.), el primer volumen de la serie Hooligans ilustrados que habla de un equipo femenino: el Atl¨¦tico de Madrid.
En aquella gasolinera se dio cuenta de que se sab¨ªa la alineaci¨®n de memoria, de que estaba madrugando y viajando para ver al equipo y de que tem¨ªa que la tradici¨®n colchonera de desgracias deportivas se extendiera al equipo femenino.
¡°Volviendo a los torreznos, a la filosof¨ªa, podr¨ªamos decir que el f¨²tbol femenino se parece bastante a eso, a las cortezas de cerdo. El futfem no se jugaba hasta ahora en modernos estadios con luces de led y gradas repletas de patrocinadores, igual que ese pincho porcino no se toma en los restaurantes m¨¢s chic. Pero el f¨²tbol que juegan las mujeres tiene ese sabor rancio a gradas de hormig¨®n, a polideportivos de barrio y los c¨¢nticos de ni?as en la grada improvisando canciones de autob¨²s de EGB. Es animar de pie porque el campo no tiene grada, ni c¨¦sped por falta de presupuesto. Es el infraf¨²tbol de serie B, es el que me gusta¡±.
El libro es un canto de amor al f¨²tbol, Atl¨¦tico y tambi¨¦n a la evoluci¨®n del club y de la sociedad. Tambi¨¦n es un reconocimiento a todas las mujeres que logran cada d¨ªa dar pasos que parecen peque?os, pero significan mucho. A las pioneras que derriban los muros. A las miles de chicas que cada fin de semana saltan al c¨¦sped a defender sus respectivos escudos. Y, sobre todo, un mensaje para las mentes m¨¢s obtusas: el f¨²tbol no es una cuesti¨®n de g¨¦nero. El f¨²tbol, como casi todas las cosas, se trata de entenderlo y de sentirlo. Y nada m¨¢s.