Hazard se acuerda de Hazard
Un gran gol del belga 392 d¨ªas despu¨¦s anima al Real Madrid frente al Huesca tras un inicio tedioso que dio paso a un partido de confort para los de Zidane
Tal era el pe?azo que Hazard, por fin titular, tir¨® por la calle del medio. Nunca fue un corneta, pero el belga, tan flem¨¢tico por lo general, sac¨® al partido del tedio con una estupenda maniobra sellada con un zurdazo estruendoso desde m¨¢s all¨¢ de su casa. El chico, solemne no lo festej¨® mucho, pero s¨ª sus camaradas. Salieron del letargo frente a un anodino Huesca y ya en el segundo acto se fueron de fiesta. Todo a pedir de boca para los blancos: llegaron los goles, hubo pistas de la reconciliaci¨®n entre Benzema y Vinicius y Zidane pudo comenzar a preparar el duelo con el Inter. Sosiego para ...
Tal era el pe?azo que Hazard, por fin titular, tir¨® por la calle del medio. Nunca fue un corneta, pero el belga, tan flem¨¢tico por lo general, sac¨® al partido del tedio con una estupenda maniobra sellada con un zurdazo estruendoso desde m¨¢s all¨¢ de su casa. El chico, solemne no lo festej¨® mucho, pero s¨ª sus camaradas. Salieron del letargo frente a un anodino Huesca y ya en el segundo acto se fueron de fiesta. Todo a pedir de boca para los blancos: llegaron los goles, hubo pistas de la reconciliaci¨®n entre Benzema y Vinicius y Zidane pudo comenzar a preparar el duelo con el Inter. Sosiego para varios pretorianos.
Hasta el trueno de Hazard, el partido iba con una cachaza soportable para el Huesca e insoportable para el Madrid. Todo agostado. Sin otra gracia que cierta desenvoltura del equipo oscense en el manejo anestesiado de la pelota. Miraba el Real, sin m¨¢s, embotado, moroso. Ni asomo de Hazard, Asensio y Benzema, la delantera que anhela el madridismo, segada hasta hoy por las lesiones de los dos primeros. En la grada, Vinicius, al que en Alemania torci¨® el morro Benzema. Nada hab¨ªa de lo que distingue a Asensio y Hazard: desborde, osad¨ªa, talento, retos esgrimistas a sus alguaciles. A dieta estaba el Madrid, con Rafa Mir amenazante para los dos centrales locales, Sergio Ramos y Milit?o.
Sin volumen, el partido, en medio de una sobremesa primaveral, solo ten¨ªa quietud. Ensimismado el Real. Sin el ritmo necesario el Huesca como para poner en alerta a su oponente. Nada era marchoso hasta que Hazard dio una pista de qui¨¦n era y puede volver a ser Hazard. El belga recibi¨® de espaldas en medio campo del Huesca. Amortigu¨® la carga de Nwakali. Un control orientado cargado de clase le dej¨® frente a la porter¨ªa de Andr¨¦s. Pero a muchas cuadras. Con tanto viaje a la enfermer¨ªa, no cab¨ªa esperar que Hazard destilara confianza como para un zapatazo desde J¨²piter. Y menos, con la zurda. Desmentido. Ni se lo pens¨®. Muy parvularia le debi¨® parecer la tremenda ejecuci¨®n, a tenor de su mustio gesto. Quiz¨¢ fuera un problema de memoria: no marcaba desde hac¨ªa 392 d¨ªas.
Hazard anim¨® al Madrid y dej¨® sonado al equipo de M¨ªchel, hasta entonces solo alarmado por un cabezazo del ariete Sergio Ramos al que respondi¨® con eficacia Andr¨¦s. Con el chispazo del belga lleg¨® otro partido. Se acabaron los sosainas pases subordinados al pie. Justo a un parpadeo del descanso, Maffeo no atin¨® ante Benzema, que caz¨® un centro del brioso Lucas V¨¢zquez y enfil¨® el 2-0 con un zurdazo. El fin para el Huesca.
M¨ªchel agit¨® el banquillo. El conjunto oscense requer¨ªa sin demora otro forro. Otra bulla. No la encontr¨®. S¨ª el Madrid, que ya tuvo gozo. M¨¢s v¨¦rtigo. Como muestra, el 3-0. Hazard, Asensio y Benzema conectaron como nunca en todo el encuentro hasta que el franc¨¦s puso una pausa. Vista al frente y un mensaje a Valverde. El uruguayo, agradecido, no fall¨® el emboque con un disparo cruzado. El primer gol de derechas del Madrid en esta jornada. Y un tanto que dejaba al charr¨²a como m¨¢ximo goleador blanco.
Con el 3-0, Zidane record¨® el cartel del martes: el Inter en el Di St¨¦fano. De una tacada, Isco, Vinicius y Rodrygo relevaron a Hazard, Asensio y Valverde. Tres a descansar, como ya hab¨ªan hecho de inicio Mendy, Varane y Kroos. Al que no le falta ox¨ªgeno es a Jovic, que no pinta en las duras ni en las maduras.
La entrada de Vinicius tuvo miga. A la primera, el brasile?o esprint¨®, sali¨® trompicado de un regate, pero se mantuvo en pie. La misi¨®n lo merec¨ªa. En la jugada le acompa?aba Benzema. Era cuesti¨®n de apagar la pirotecnia tras el encuentro en M?nchengladbach y la pillada al galo, al que le grabaron un palo verbal al brasile?o. Vinicius contribuy¨® a la paz. Y m¨¢s agua al fuego si Benzema hubiera acertado con el remate que le sirvi¨® el mancillado Vinicius. Nada se sabe de su percepci¨®n sobre Rodrygo, pero el chico le puso en bandeja el brindis al franc¨¦s en el 4-1. La diana dej¨® en epis¨®dico el tanto previo de Ferreiro.
Tan pancho se ve¨ªa el Madrid, con Modric y Benzema fluye que fluye, que incluso Casemiro tuvo relax. Zidane le exprime como a pocos porque el jugador es infinito. Pero apremia el Inter, evocador de otros tiempos y frente al que el Madrid no tendr¨¢ margen de error.