Un punto de supervivencia
El Madrid, tan lastrado por las bajas, logra un empate en Villarreal tras un primer tiempo bien gestionado por los de Zidane y un segundo acto con m¨¢s fuego del equipo local
El maldito bicho tambi¨¦n ha llevado al f¨²tbol a un terreno ins¨®lito. Hoy, como nunca jam¨¢s, cada circunstancia es un mundo. El f¨²tbol se abre paso con pinzas, espachurrado por un traj¨ªn de un calendario que es una masacre. Un estr¨¦s f¨ªsico extenuante sumados a las bajas derivadas del propio virus. Tantas contingencias condicionaron el duelo entre el Villarreal y el Real Madrid, dos equipos exigidos al l¨ªmite de sus fuerzas.
Fue un partido r¨ªgido y cerrado de inici...
El maldito bicho tambi¨¦n ha llevado al f¨²tbol a un terreno ins¨®lito. Hoy, como nunca jam¨¢s, cada circunstancia es un mundo. El f¨²tbol se abre paso con pinzas, espachurrado por un traj¨ªn de un calendario que es una masacre. Un estr¨¦s f¨ªsico extenuante sumados a las bajas derivadas del propio virus. Tantas contingencias condicionaron el duelo entre el Villarreal y el Real Madrid, dos equipos exigidos al l¨ªmite de sus fuerzas.
Fue un partido r¨ªgido y cerrado de inicio y en combusti¨®n en el segundo tramo, cuando ya con suelas desgastadas llegaron los cambios e hizo mella el dep¨®sito de cada cual. Paso a paso crecieron los de Unai Emery y con la mand¨ªbula prieta resisti¨® el Real, que tampoco rehuy¨® la victoria.
Un parpadeo de 105 segundos y gol de Mariano. Es lo que tienen los goleadores instant¨¢neos. Esos de gatillo f¨¢cil. No siempre son embriones del juego. Van por libre. Lo mismo da que, caso de Mariano, el hombre llevara m¨¢s de a?o y medio sin ser titular. O que solo hubiera tenido 15 minutos de pisadas en lo que va de curso.
Tan raudo y fugaz fue el gol de Mariano como un tic de un asistente arbitral que embroll¨® la jugada. Carvajal quiso conectar con Lucas, en fuera de juego, pero al que no le lleg¨® la pelota. El l¨ªnea peg¨® un banderazo y se arrepinti¨® en un pesta?eo. Carvajal centr¨® de nuevo y, con los muchachos de Emery turbados, el ariete madridista caz¨® un cabezazo. Para el ¨¢rbitro, Lucas no interfiri¨® en la acci¨®n, decisi¨®n, como tantas, subjetiva si no testifica el jugador afectado, en este caso Pedraza.
El gol dej¨® varado al Villarreal, sometido por un Madrid mosquetero sin la pelota. Sin el espinazo de Ramos y Casemiro, Kroos y Modric se remangaron en los fogones. Alem¨¢n y croata, con brav¨ªa, se fundieron entre s¨ª para ser Casemiro. Odegaard, contenido, les ech¨® un cable, pero al noruego le falt¨® m¨¢s juego de frente a la porter¨ªa. Con todo, el Real, tan llagado por las bajas, se api?¨® con solvencia y bloque¨® a los amarillos.
De entrada, no tuvo chispa el equipo local, sin desborde por los costados, supeditado al embudo por el que maniobraban con parsimonia Iborra, Moi G¨®mez, Parejo y Trigueros. Les faltaba una marcha. Ni una puntada para Bacca y Gerard Moreno, muy acostado a la banda derecha. Nadie daba tralla a Courtois y sus centinelas. Un cabezazo de Parejo a pase de Gerard fue todo el peso ofensivo del submarino antes del descanso. Una jugada inversa: de centrar Parejo y cabecear Gerard... O el lastimado Alc¨¢cer, principal vector atacante del Villarreal.
Sin kilometraje
No tuvo alardes ofensivos el Madrid, m¨¢s dispuesto a la gesti¨®n que a ventilar el partido con aventuras. Un equipo comedido ante tantas ausencias. Zidane tuvo que hilar una alineaci¨®n con gente sin kilometraje. Por unas u otras causas, Carvajal, Nacho, Odegaard, Hazard y Mariano ¡ªtitulares en La Cer¨¢mica¡ª no han tenido pista continua. No les falt¨® frenes¨ª. Sobre todo a Carvajal, asistente de Mariano y protagonista de la segunda y ¨²nica ocasi¨®n visitante hasta el intermedio. El lateral casi caza un pase con pie de seda de Kroos.
El partido tuvo otro tonelaje tras el par¨®n. Emery interpret¨® con acierto que a su equipo le faltaba vuelo por las orillas, gente como Chukwueze y Estupi?¨¢n, veloces, descarados y desequilibrantes. Ambos fueron el sonajero para el Villarreal, beneficiado tambi¨¦n por el anclaje de Gerard como ariete. Vinicius ¡ªrelevo del intrascendente Hazard¡ª, Isco y m¨¢s tarde Asensio no tuvieron tanto peso. ZZ regul¨® el ox¨ªgeno del equipo y durante un trecho, a hombros de Gerard, el cuadro castellonense oblig¨® al Madrid a refugiarse en las cuerdas, sostenido por la firmeza de Varane y Nacho. A Gerard, tras un error de Kroos, se le fue un tiro cruzado por un dedo. Parejo fall¨® una ocasi¨®n cristalina y poco despu¨¦s Estupi?¨¢n puso en carrera a Chukwueze. Courtois lleg¨® sin hora y el evidente penalti lo emboc¨® Gerard. El Madrid contuvo el fuego local y el choque cogi¨® ida y vuelta, con el conmovedor Modric (35 a?os, en su cuarto partido en diez d¨ªas) al frente.
Con los futbolistas exprimidos como limones, el encuentro, ya pendular, estuvo en el alambre hasta el ¨²ltimo aliento. La tuvo Kubo, en una estupenda jugada ante Courtois en la que hizo viajar a la pelota de pie a pie. Nacho se interpuso y cont¨® un punto este Madrid ambulante, cosido a la carrera por Zidane para la ocasi¨®n. Y otro punto para un Villarreal en el que Emery tiene cesto suficiente para convertirlo en uno de los grandes agitadores del curso. De una temporada donde ya es un milagro que algunos se mantengan en pie. ?Y anda que no queda!