Devastado Bar?a
Los azulgrana, que visitan al Dinamo de Kiev sin Messi, viven un momento cr¨ªtico a nivel econ¨®mico y deportivo, faltos de liderazgo y solo entregados al optimismo de Koeman
Hay un h¨¦roe del pasado que no tira la toalla en el hoy devastado Bar?a y que responde al nombre de Ronald Koeman. El peso del equipo y del club recae en un entrenador que mira con optimismo el calendario, aparentemente m¨¢s benigno, sobre todo en la Champions, torneo en el que hoy, en Kiev, podr¨ªa sellar su pase a la fase de octavos. El pr¨®ximo partido siempre funciona como expectativa cuando el anterior ha sido el resumen de un fracaso anunciado durante tiempo, desde que la instituci¨®n ha vivido de ...
Hay un h¨¦roe del pasado que no tira la toalla en el hoy devastado Bar?a y que responde al nombre de Ronald Koeman. El peso del equipo y del club recae en un entrenador que mira con optimismo el calendario, aparentemente m¨¢s benigno, sobre todo en la Champions, torneo en el que hoy, en Kiev, podr¨ªa sellar su pase a la fase de octavos. El pr¨®ximo partido siempre funciona como expectativa cuando el anterior ha sido el resumen de un fracaso anunciado durante tiempo, desde que la instituci¨®n ha vivido de Messi, hoy retenido contra su voluntad en el vac¨ªo Camp Nou.
Messi no jugar¨¢ hoy porque Koeman le ha dado descanso despu¨¦s del partido con el Atl¨¦tico. Jug¨® mal el 10, perdi¨® 23 veces la pelota y abandon¨® el estadio con una tristeza tan contagiosa como antes lo era su alegr¨ªa, resumen de la depresi¨®n que paraliza al Barcelona. Nadie parece tener remedio contra la melancol¨ªa de Messi. Tampoco se sabe muy bien si Piqu¨¦ estar¨¢ cuatro, seis u ocho meses de baja por la lesi¨®n sufrida en el Wanda. La cuesti¨®n es que su dolencia es muy grave y el Bar?a se qued¨® sin central ni portavoz en un momento de desesperaci¨®n en el Camp Nou.
No hay l¨ªder, falta el capit¨¢n y la entidad est¨¢ en manos de una gestora presidida por Carles Tusquets desde la dimisi¨®n en octubre de Josep Maria Bartomeu. Y, al igual que hace Koeman en el vestuario, Tusquets intenta poner buena cara en las oficinas para combatir el mensaje descorazonador que se escucha cada vez que se llama a un m¨®vil o tel¨¦fono vinculado con el Camp Nou. La respuesta es la misma: ¡°Esto es un desastre¡±. Las actitudes individuales funcionan como remedio ante el descorazonador legado deportivo y econ¨®mico del Bar?a.
Tusquets necesita rebajar antes de un mes la masa salarial de la plantilla o, si se quiere, aplazar el pago de 190 millones, despu¨¦s de que en marzo los ingresos de los futbolistas ya disminuyeran un 6%. La soluci¨®n colectiva resulta muy complicada una vez que Piqu¨¦, Ter Stegen, De Jong y Lenglet renovaran sus contratos y aplazaran los pagos de forma diferida al igual que ya hicieron cuando fueron fichados Dest y Pjanic. La situaci¨®n es m¨¢s complicada con las dem¨¢s fichas y, en especial, con la de Messi, porque su contrato acaba en junio de 2021.
Aunque al club le queda la opci¨®n de aplicar medidas de forma unilateral, la gestora aguarda al regreso de la expedici¨®n que este lunes viaj¨® a Kiev para cerrar un posible acuerdo que deber¨ªa ser refrendado por la directiva elegida en las elecciones del 24 de enero. Los jugadores prefieren tratar con el presidente que sustituya a Bartomeu. Nadie sabe ahora mismo el importe del agujero que tiene el Bar?a. La sospecha es que la deuda es tremenda, disuasoria para cualquier candidato, condicionado por otra parte por la situaci¨®n de standby de Messi.
No es que el vestuario dude de Tusquets, sino que demanda un interlocutor que sepa el dinero que hay disponible para los pagos no solo de enero, sino de tambi¨¦n de junio de 2021. La situaci¨®n de interinidad es la que condiciona tambi¨¦n el ascendente de Koeman. El t¨¦cnico sabe que su continuidad est¨¢ a expensas de la junta entrante y, por tanto, necesita estimular al plantel para conseguir en LaLiga los resultados de la Champions.
Ya pr¨¢cticamente clasificado para los octavos de final, Koeman ha reservado a Messi y De Jong para el partido en cancha del Dinamo de Kiev. La expedici¨®n azulgrana, que est¨¢ integrada por jugadores in¨¦ditos como Matheus Fernandes ¡ªni siquiera ha sido presentado¡ª y ?scar Mingueza ¡ªcapit¨¢n del filial que ser¨¢ titular como central con Lenglet¡ª est¨¢ m¨¢s preocupada por la pandemia que por el encuentro ante el equipo que dirige Lucescu. El partido se jugar¨¢ a puerta cerrada porque Ucrania pasa por su peor momento con la covid-19.
Falta de sentido de equipo
La cita servir¨¢ para observar c¨®mo funciona el equipo sin Messi. Hay futbolistas que juegan condicionados por el 10, ninguno como Griezmann, ¨²ltimamente en boca de agentes y amigos, est¨¦ril de cara al marco contrario, perdido el s¨¢bado en su antigua cancha del Wanda. Las causas individuales se imponen a la falta de sentido de equipo, perdido en la clasificaci¨®n de LaLiga. El Bar?a ha perdido la energ¨ªa y la capacidad de presi¨®n mostradas en el arranque de temporada y aparece como un grupo diseminado y falto de identidad, siempre excesivamente dependiente de Messi.
Al Barcelona le falta solidez, agresividad y concentraci¨®n, sobre todo en los momentos decisivos, acostumbrado a descansar en el 10. Ha perdido juego, sensaci¨®n que se puede agravar por las lesiones de futbolistas excelentes colectivamente, como son Busquets, Sergi Roberto, Piqu¨¦ y Ansu Fati, y tampoco parece tener todav¨ªa convicci¨®n en el plan de Koeman. El t¨¦cnico ha quedado a merced del marcador por la mala pol¨ªtica deportiva, expresada en el mercadeo ¡ªha gastado pr¨¢cticamente mil millones en fichajes en los ¨²ltimos cinco a?os¡ª, y en la falta de coordinaci¨®n con la cantera, especialmente con el filial, derrotado la pasada jornada por L¡¯Hospitalet (2-0).
El traspaso al Villarreal de Cuenca, central del Barcelona B, por 2,5 millones resume el desastre en la planificaci¨®n azulgrana, necesitado como est¨¢ ahora el equipo de un central y de un delantero centro que no puede comprar porque no tiene un c¨¦ntimo, por m¨¢s que lo pida Koeman. El t¨¦cnico, sin embargo, no se queja sino que se ofrece como gu¨ªa para sacar al Barcelona de una situaci¨®n tan cr¨ªtica que evoca el mandato de Joan Gaspart.
No hay una paradoja mejor para definir la situaci¨®n que la de saber que el equipo est¨¢ pr¨¢cticamente clasificado para un torneo en el que no se siente favorito ¡ªla Champions¡ª y, en cambio, est¨¢ desubicado en una competici¨®n en la que se le pide que dispute el t¨ªtulo ¡ªLaLiga¡ª. Hoy el Barcelona est¨¢ en tierra de nadie.