Tiembla el Madrid
El Shakhtar, con muy poco, vuelve a derrotar a los blancos, sin f¨²tbol ni arrebatos en el segundo tiempo, y deja a los de Zidane pendientes de la ¨²ltima jornada
Con qu¨¦ poco, un equipo raso dej¨® temblando al Madrid. Un Real pedestre que sali¨® de Kiev tan angustiado que su supervivencia en la Copa de Europa ni mucho menos est¨¢ garantizada. Un Madrid mand¨®n de inicio que luego fue la nada se asoma hoy al abismo. Todo pendiente de car¨¢mbolas. Cualquiera de los cuatro se puede clasificar. M¨¢s all¨¢ del posible ocaso europeo, el equipo de Zidane emite se?ales de una recesi¨®n alarmante. Sus espantadas ante el C¨¢diz, el Valencia, el Alav¨¦s y el Shakhtar ¡ªpor partida doble¡ª han disparado todas las alarmas. Hoy, su do de pecho en San Siro de hace una semana sol...
Con qu¨¦ poco, un equipo raso dej¨® temblando al Madrid. Un Real pedestre que sali¨® de Kiev tan angustiado que su supervivencia en la Copa de Europa ni mucho menos est¨¢ garantizada. Un Madrid mand¨®n de inicio que luego fue la nada se asoma hoy al abismo. Todo pendiente de car¨¢mbolas. Cualquiera de los cuatro se puede clasificar. M¨¢s all¨¢ del posible ocaso europeo, el equipo de Zidane emite se?ales de una recesi¨®n alarmante. Sus espantadas ante el C¨¢diz, el Valencia, el Alav¨¦s y el Shakhtar ¡ªpor partida doble¡ª han disparado todas las alarmas. Hoy, su do de pecho en San Siro de hace una semana solo parece un espejismo. Este Madrid est¨¢ gripado. Sus altibajos son sonados. Lo mismo le da gobernar el primer tiempo de Kiev ante un contrario en los huesos. De repente, se esfuma de forma irremediable y sus adversarios se agigantan por invitaci¨®n, por inercia. Por segunda vez lo hizo frente a un Shakhtar que no ser¨¢ canonizado en la historia del f¨²tbol. El problema no es tal o cual rival. El problem¨®n es el propio Madrid.
Visto el primer tiempo nada hac¨ªa presagiar el desenlace final. Olvidado su trueno en Valdebebas, el Shakhtar arranc¨® ensimismado. Ten¨ªa motivos. Sin los suplentes que visitaron Madrid, resulta que a los primeros reclutas les acribill¨® el Borussia M?nchengladbach en los dos partidos anteriores (0-6 y 4-0). Advertido del mudable Shakhtar, el Real entr¨® en escena sin miramientos. Un parpadeo y Rodrygo ya hab¨ªa sacado la cadena a su marcador. Y antes de los cinco minutos, Asensio, m¨¢s agitador que en muchos meses, ya hab¨ªa estrellado un zurdazo en el poste derecho de la porter¨ªa local.
Momificado el equipo ucraniano, los de Zidane jugaban al solitario. Al consorcio visitante le faltaba dar con Odegaard ¡ªmuy retra¨ªdo¡ª como anzuelo de Benzema. Con Casemiro en la congelada grada de Kiev, Modric era quien marcaba la hora junto a Kroos. Cada presi¨®n madridista a la zaga de los de Donetsk era un suplicio para los locales, con una defensa con las botas anudadas. Todo parec¨ªa cuesti¨®n de minutos. Pero al Madrid, como es costumbre, no le va la marcha constante. Es un cometa fugaz. Se desenchufa con suma facilidad. Abundan las curvas en sus encuentros. Cualquier incidencia le perturba.
Por ejemplo, que Varane, pagano de un err¨¢tico pase de Nacho, atropellara de mala manera a Moraes. El franc¨¦s era el ¨²ltimo cierre y en medio campo hizo de antidisturbios. Moraes, m¨¢ximo goleador del Shakhtar, acab¨® en la camilla, con el muslo derecho tieso tras el golpeo de Varane, condenado a la pena menor de una amarilla por estar a varias cuadras de Courtois. Un rato despu¨¦s quien se fue a la lona fue Dentinho, relevo de Moraes, tras un planchazo del propio Varane, que sin Ramos es otro.
Entre los dos aguijonazos del central se evapor¨® un buen rato el Real. De nada sirvi¨® que el conjunto de Luis Castro se limitara a flotar en el partido. Hasta despu¨¦s del descanso no hubo futbolista del Shakhtar que calentara a Courtois en plena nevada. Un remate de Asensio tras una estupenda trenza de tac¨®n del balear con Odegaard prob¨® de nuevo al joven Trubin.
Mucha pelota, un pu?ado de saques de esquina, poco rival y escaso picante. As¨ª cerr¨® el grupo de Zidane el primer acto. Despu¨¦s, otro Shakhtar. Nada cegador, pero con otro volumen. Al menos, el equipo grit¨®: ?Presente! Unas pedaladas de Taison, con Varane a rebufo, forzaron la primera parada de Courtois. Iban m¨¢s de 50 minutos. Suficiente para desgarrar al Madrid, ya sin ritmo, pacato, con una flojera considerable. Y m¨¢xime cuando un c¨®rner a favor deriv¨® en el Waterloo blanco. La contra local no fue del todo acad¨¦mica, pero con la retaguardia visitante destartalada, Mendy despej¨® con el juanete y Varane, desorientado, dej¨® pasar la pelota. Una ganga para Dentinho.
El gol apremiaba al Madrid. Sin Sergio Ramos, nadie cogi¨® la corneta. En urgencias, solo Vinicius ret¨® a alg¨²n marcador. El resto se limit¨® a tramitar una bater¨ªa de centros al ¨¢rea, a un ¨¢rea donde no estaba Ramos. Tampoco Casemiro, gran cabeceador, a resguardo en la grada. Al Madrid le falt¨® tanto f¨²tbol como colmillo. Tanto que Solomon, a su antojo, se cruz¨® Kiev de punta a punta hasta fulminar a Courtois con un disparo seco. Tan desamparado se ve este Real que puede irse de la fase de grupos de su torneo fetiche por el desag¨¹e. Le espera una final¨ªsima con el Borussia M?nchengladbach. Sin tregua. Un partido estrujado entre la visita liguera al Sevilla y el recibimiento al Atl¨¦tico. Casi nada para un Real en alerta roja.
Alivio tras ganar el Inter al Gladbach (2-3)
Dos horas despu¨¦s de caer en Kiev, el Madrid encontr¨® alivio con la victoria del Inter en Alemania ante el M?nchengladbach (2-3). Si los blancos derrotan a los germanos la pr¨®xima semana en Valdebebas, se clasificar¨¢n para los octavos. Antes de la ¨²ltima jornada, los cuatro equipos del grupo tienen opciones de pasar.
El encuentro en Alemania no tuvo tregua. Se adelant¨® el Inter en el 17 a trav¨¦s de Matteo Darmian y empat¨® Plea antes del descanso. Todo pareci¨® resuelto cuando Lukaku sac¨® el mazo. El belga anot¨® dos tantos en un pesta?eo (minutos 64 y 73), pero el Gladbach no entreg¨® la cuchara. Plea acort¨® distancias en el 76 y solo la interpretaci¨®n del ¨¢rbitro, tras consultar al VAR, por la posici¨®n de Embolo evit¨® el empate a falta de siete minutos. Era el triplete de Plea, pero el colegiado dictamin¨® que Embolo, en fuera de juego, afectaba a la visi¨®n de Handanovic.