El Celta convierte la borrasca en hurac¨¢n
Los vigueses superan en la segunda parte al Athletic y suman su segunda victoria consecutiva en LaLiga (0-2)
Al Celta se le esperaba en Bilbao como a la borrasca Dora, que tambi¨¦n llegaba desde Galicia: con precauci¨®n pero sin temor, y eso que aparec¨ªa tras su actuaci¨®n m¨¢s convincente de la temporada, en la que sembr¨® los vientos que quer¨ªa convertir en tempestades, con Iago Aspas desatado como el oleaje cant¨¢brico. Cuando el pr¨ªncipe vigu¨¦s est¨¢ en racha es un rival temible. Pero despu¨¦s de una primera mitad en la que el Celta molest¨® apenas como un chubasco ocasional, en la segunda se convirti¨® en hurac¨¢n.
Aspas estuvo en su l¨ªnea. En San Mam¨¦s demostr¨® lo que vale cuando pudo. En ...
Al Celta se le esperaba en Bilbao como a la borrasca Dora, que tambi¨¦n llegaba desde Galicia: con precauci¨®n pero sin temor, y eso que aparec¨ªa tras su actuaci¨®n m¨¢s convincente de la temporada, en la que sembr¨® los vientos que quer¨ªa convertir en tempestades, con Iago Aspas desatado como el oleaje cant¨¢brico. Cuando el pr¨ªncipe vigu¨¦s est¨¢ en racha es un rival temible. Pero despu¨¦s de una primera mitad en la que el Celta molest¨® apenas como un chubasco ocasional, en la segunda se convirti¨® en hurac¨¢n.
Aspas estuvo en su l¨ªnea. En San Mam¨¦s demostr¨® lo que vale cuando pudo. En la primera parte toc¨® pocos balones, pero todos tuvieron un sentido. Lo hizo siempre bien, pero no le acompa?¨® el equipo, demasiado remiso a las aventuras. Estaba el Athletic con el af¨¢n de repetir las ¨²ltimas actuaciones, con un equipo id¨¦ntico, con la ¨²nica baja por sanci¨®n de I?igo Mart¨ªnez, y domin¨® desde el inicio, aunque sin demasiado peligro ante la porter¨ªa de Rub¨¦n. Se enredaba Williams en sus propias dudas; Villalibre se estrellaba contra los centrales y a Muniain le llevaba Murillo por la calle de la amargura, as¨ª que la posesi¨®n no se traduc¨ªa en nada tangible.
Pero poco antes del descanso, algo pas¨® ¨Cotra vez¨C, con Yuri Berchiche. Se retir¨® el pasado domingo en Getafe. ¡°Le dio un mareo¡±, dijeron desde el club, y no dieron la m¨ªnima importancia a la situaci¨®n. Frente al Celta sucedi¨® lo mismo. En el minuto 44 disput¨® el bal¨®n en una esquina ante dos jugadores celestes. Sali¨® airoso del lance pero le faltaba el aire. No acert¨® a coger la pelota a la primera para sacar de banda; se agach¨® como para recuperar el resuello. Poco despu¨¦s, cuando el ¨¢rbitro se?al¨® el final de la primera parte, se sent¨® en el suelo y esper¨® la llegada del m¨¦dico. Sali¨® abrigado con una manta y no regres¨® al campo. A veces, un detalle que parece nimio, lo cambia todo.
Puede que por eso, qui¨¦n sabe, el Athletic sali¨® mustio en la segunda parte. Cambi¨® el panorama y en San Mam¨¦s comenz¨® a oler a salitre del Atl¨¢ntico. El Celta tom¨® el mando y escondi¨® la pelota hasta que en una p¨¦rdida de Vencedor en medio campo, el contragolpe termin¨® en un pase de Olaza que Santi Mina prolong¨® de cabeza para que Hugo Mallo remachara a dos metros de la porter¨ªa. Se ve¨ªa venir el gol c¨¦ltico, porque el Athletic daba la sensaci¨®n de estar superado por las circunstancias. Se entreg¨® luego a la heroica, pero como suele suceder en estos casos, lo que puede salir mal, sale mal. Quiso, en el minuto 78, salir r¨¢pido a la contra. Unai Sim¨®n sac¨® con la mano, se la regal¨® a Brais M¨¦ndez que centr¨® a Iago Aspas, que pasaba por all¨ª para certificar la victoria. El Celta suma dos consecutivas; el Athletic vuelve a la casilla de salida.