Alex Txik¨®n: ¡°Los ochomiles est¨¢n sobrevalorados¡±
El alpinista vizca¨ªno se cita este invierno con el Manaslu y explica su relaci¨®n con los sherpas que le han ayudado en el Everest en 2017, 2018 y 2019
Alex Txik¨®n (38 a?os) es una batidora, un mago de las relaciones p¨²blicas y, seg¨²n sus palabras, ¡°un gran currela¡±. Su trabajo consiste en reunir enormes sumas de dinero para perseguir sus sue?os invernales en el Himalaya. Y es un trabajo que se le da muy bien y al que dedica gran parte de su tiempo. Escalar el Everest sin ox¨ªgeno en la temporada m¨¢s complicada es, en su caso, casi una obsesi¨®n. Honesto, contradice a los que le se?alan como un gran alpinista para aclarar que ha sabido encontrar un ¡°nicho¡± en el amplio espectro del alpinismo donde destacar y merecer el apoyo de sus patrocinadores. Suma 11 de los 14 ochomiles. Las invernales son su refugio. Los sherpas, sus socios en el Everest. Aqu¨ª aclara si es su cliente o su l¨ªder.
Pregunta. ?Por qu¨¦ es monta?ero?
Respuesta. Mis padres me llevaban a la monta?a desde muy, muy peque?o. En Lemoa (Bizkaia), mi pueblo, hab¨ªa f¨²tbol, pelota a mano y el club de monta?a que todav¨ªa existe y que cuenta 800 socios para un municipio de 3.000 habitantes. Tengo un recuerdo precioso de caminar por el monte los fines de semana, de subir al Gorbea. Con 10 a?os me llevaron a Lunada [Cordillera cant¨¢brica, provincia de Burgos] y lo pas¨¦ tan mal que decid¨ª dejar de lado la monta?a. A los 14 a?os jugaba al f¨²tbol, pero la naturaleza me segu¨ªa resultando atractiva y poco a poco retom¨¦ las salidas. Creo que hoy en d¨ªa, m¨¢s que la monta?a lo que me gusta es la naturaleza, m¨¢s incluso que los grandes retos. Si tuviese una situaci¨®n diferente, me dedicar¨ªa a hacer el bien a los dem¨¢s, a aportar: todos los meses, con diferentes asociaciones, doy charlas a ni?os, y desde hace poco tambi¨¦n a personas de la tercera edad. No cobro por ello. Yo soy aut¨®nomo. Una hormiguita. Me sostengo gracias a las conferencias que doy. Para ir al Everest en invierno necesito cerca de 250.000 euros. Un treinta y tantos por ciento del presupuesto sale de mi bolsillo, de mi trabajo: charlas, patrocinios. Adoro tratar con los patrocinadores, explicarles mis proyectos, convencerles¡
P. ?De qu¨¦ vive?
R. Vivo con una mano delante y otra detr¨¢s. No tengo casa propia, ni coche propio. En cuanto deje de hacer expediciones volver¨¦ a trabajar en la obra, de donde procedo. Tengo la suerte de que ese trabajo me gusta. Soy alba?il, manejo maquinaria, y no se me caen los anillos por trabajar de lo que sea. Igual puedo trabajar tambi¨¦n para uno de mis patrocinadores¡ Vivo muy, muy al d¨ªa. Tengo muchos contactos, pero nunca me he aprovechado de ellos para sacar algo.
P. En el Pa¨ªs Vasco especialmente, pero tambi¨¦n en el resto de Espa?a, el p¨²blico le considera un gran alpinista. ?Se ve as¨ª?
R. No. Bueno, para empezar me siento m¨¢s querido fuera que en casa. Voy a Polonia y me ponen la alfombra roja, de verdad. Aqu¨ª es cierto que las salas se llenan cuando doy una charla, pero creo que es m¨¢s por mi cercan¨ªa, por mi forma de ser, porque practico deporte rural (alzamiento de piedra, cortar troncos¡), porque siempre trato de portarme bien. ?Realmente crees que la gente me aprecia?
P. Eso parece: el p¨²blico le respeta como un gran alpinista.
R. No soy un gran alpinista. Yo me considero buena persona, aunque me he equivocado a menudo, pero intento aprender de mis errores. Triunfar en la vida, ?qu¨¦ es? Igual tengo un don gen¨¦tico, me aclimato f¨¢cil a la altura, puedo levantar una piedra de 150 kilos y al d¨ªa siguiente encadenar una v¨ªa de escalada en roca de 7c+¡ La palabra alpinista presta a confusi¨®n. Yo soy la primera generaci¨®n que ha dicho alto y claro que escalar los 14 ochomiles no tiene trascendencia aut¨¦ntica hoy en d¨ªa, m¨¢s all¨¢ de la satisfacci¨®n personal. Yo creo que he sido el primero en este pa¨ªs en decirlo.
P. ?Y lo ha manifestado as¨ª en alguna entrevista?
R. S¨ª, ?pero luego nunca lo han publicado!
P. Alberto I?urrategi lleva a?os afirmando lo mismo: los ochomiles est¨¢n sobrevalorados.
R. Es cierto, incluso lo dice en sus audiovisuales. Pero vosotros, periodistas, ten¨¦is una misi¨®n que muchas veces no se cumple: con Nirmal Purja ya ha quedado claro que all¨ª donde va se monta un circo. Y se olvida hablar de los j¨®venes alpinistas de este pa¨ªs que hacen actividades punteras lejos de los ochomiles. Yo creo que podr¨ªa hacer cosas m¨¢s interesantes como alpinista, pero curro demasiado porque deseo dedicarme al nicho de los ochomiles en invierno, porque se me da muy bien y me apasiona. No lo hago para ser famoso, sino porque me gusta. Luego escalo muy bien en hielo y tengo un gran conocimiento de los inviernos en el Himalaya, pero solo me considero un alpinista del mont¨®n. No me puedo comparar con Steve House o Marc Toralles porque ser¨ªa desprestigiar el grado de compromiso y ¨¦tica que demuestran cuando escalan. Para m¨ª ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil practicar ese tipo de alpinismo porque no se necesita el dinero que requiere ir a un ochomil en invierno. Lo nuestro es mucho m¨¢s sufrido, porque yo curro lo que no est¨¢ escrito para lograr la financiaci¨®n. Pero me gusta, me llena esa labor.
P. Lleva tres intentos al Everest en invierno tratando de escalarlo sin usar ox¨ªgeno artificial. ?Por qu¨¦ tal empe?o?
R. Porque creo que lo podemos conseguir y nos ha faltado suerte. Este invierno cambio y voy al Manaslu. Pero el invierno me apasiona. El cambio clim¨¢tico est¨¢ poniendo las cosas m¨¢s aleatorias. Hay explosiones de mal tiempo. Hemos estado a menos 50 en el Everest con 70 kil¨®metros por hora de viento. El invierno es m¨¢s amargo pero m¨¢s pleno. El primer a?o en el Everest entre 11 personas equipamos desde el campo base hasta el campo 2 con 100 escaleras, 7.500 metros de cuerda para pasar la cascada del Khumbu, un caos de hielo sumamente peligroso y mucho m¨¢s inestable en invierno. Llevo yendo al Himalaya en invierno desde 2011. Me encanta tratar de ser m¨¢s inteligente que la monta?a y aunque no logre la cumbre, todo lo que hago para intentarlo me compensa.
P. ?Qu¨¦ papel juegan realmente los sherpas que le acompa?an en el Everest?
R. El primer a?o (2017) fue cuando m¨¢s sherpas contrat¨¦: siete. El a?o pasado estuvimos tres y el segundo (2018), seis. Les pago muy poquito porque son todos colegas. Un sherpa que trabaja en la temporada de primavera gana unos 10.000 d¨®lares. Yo les pago unos 2.000 euros por expedici¨®n. Voy con sherpas porque necesito que me echen una mano, pero les proh¨ªbo usar ox¨ªgeno por debajo de los 8.000 metros. De hecho solo han usado ox¨ªgeno cuando est¨¢bamos a 8.000 metros con 50 bajo cero. Pero el que mas curra, aunque est¨¦ mal que lo diga, soy yo, sencillamente porque soy el que tiene que tirar del carro. Para m¨ª son compa?eros de expedici¨®n, no trabajadores. Yo los quiero un mont¨®n pero superviso lo que hacen.
P. Es decir, que funcionan como iguales, que ellos no le abren la huella, le fijan las cuerdas, le montan la tienda en los campos de altura¡
R. Nada de eso. Son mis compa?eros de expedici¨®n y amigos¡ pero no todos los sherpas son mis amigos, hay que saber diferenciarlos. Alguno ha trabajado en el Everest sin querer cobrar, solo por ayudar.
P. ?Y en qu¨¦ gasta 250.000 euros?
R. El permiso de ascenso son 11.000 euros, 15.000 euros en cargos, 30.000 en telecomunicaciones¡ el dinero se va muy r¨¢pido. La comida¡ necesitamos 30 litros de combustible al d¨ªa¡ y esto significa pagar m¨¢s porteos.
P. ?Por qu¨¦ desde su entorno no se habla de Ang Rita, el ¨²nico monta?ero que ha escalado en invierno y sin ox¨ªgeno el Everest?
R. Yo empec¨¦ con los ochomiles invernales por casualidad, justo cuando acab¨¦ de trabajar para Edurne Pasaban. Necesitaba otros est¨ªmulos. Y lo cierto es que se ha puesto, entre comillas, un poco de moda. En la expedici¨®n de Ang Rita salieron en oto?o del campo base, pero s¨ª que hizo cumbre en invierno [el 22 de diciembre de 1987], aunque parece un poco cogido por los pelos¡ pero lo respeto. Pero para los puristas, el invierno aut¨¦ntico en el Himalaya requiere llegar al campo base no antes del 22 de diciembre, cuando el calendario marca el inicio del invierno y abandonarlo antes de que concluya dicho periodo invernal.
P. ?Cu¨¢l es su entrenamiento? ?Tiene un seguimiento m¨¦dico, una planificaci¨®n?
R. No, no hago ese tipo de cosas. Voy a escalar, ando en el monte. No es un entrenamiento al uso¡ funciono por motivaci¨®n. Todo eso de la alimentaci¨®n al mil¨ªmetro y dem¨¢s no va conmigo. Yo creo que mi gen¨¦tica es buena y manco no soy, tengo mi t¨¦cnica. ?Me pongo una mochila de 30 kilos y es como si pesase 10!
P. ?Qu¨¦ les dir¨ªa a todos los que opinan que m¨¢s alto es m¨¢s dif¨ªcil?
R. Les dir¨ªa que es m¨¢s dif¨ªcil escalar en hielo en el muro de Gavarnie [Pirineo franc¨¦s] que escalar un ochomil. Alpin¨ªsticamente son mucho m¨¢s dif¨ªciles las actividades t¨¦cnicas pirenaicas que subirse al Cho Oyu, al Shisha Pangma¡ pero la gente no entiende y cree la altitud es determinante, cuando lo importante es la dificultad t¨¦cnica.
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