Historia del baloncesto sovi¨¦tico
¡®El gigante rojo¡¯, obra del f¨ªsico Marc Bret y del ingeniero de telecomunicaciones Nacho Morej¨®n, recorre la historia del basket en la URSS desde 1947 a 1990
Lo importante no era participar. Cuentan que para poder competir hab¨ªa que enviarle a Stalin un documento en el que se garantizaba la victoria. ¡°La posici¨®n de los l¨ªderes de la URSS era muy clara: solo se participar¨ªa en competiciones internacionales si hab¨ªa una posibilidad real de conseguir la primera plaza. Pod¨ªamos tomar riesgos, pero ten¨ªan que estar justificados. Si se fracasaba, uno ten¨ªa que estar listo para lo peor¡±, explicaba Nikolay Romanov, director del Comit¨¦ de Deportes de la Antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, en donde la victoria era algo m¨¢s que una cuesti¨®n de estado.
Como casi ...
Lo importante no era participar. Cuentan que para poder competir hab¨ªa que enviarle a Stalin un documento en el que se garantizaba la victoria. ¡°La posici¨®n de los l¨ªderes de la URSS era muy clara: solo se participar¨ªa en competiciones internacionales si hab¨ªa una posibilidad real de conseguir la primera plaza. Pod¨ªamos tomar riesgos, pero ten¨ªan que estar justificados. Si se fracasaba, uno ten¨ªa que estar listo para lo peor¡±, explicaba Nikolay Romanov, director del Comit¨¦ de Deportes de la Antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, en donde la victoria era algo m¨¢s que una cuesti¨®n de estado.
Como casi todos los reg¨ªmenes totalitarios, la URSS utiliz¨® el deporte para la propaganda de su modelo de sociedad. Si bien en los primeros a?os se mantuvo alejada de las grandes competiciones ¡ªen una mezcla de rechazo a lo que implicaba la idea de los Juegos Ol¨ªmpicos y tambi¨¦n de miedo a perder¡ª, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial el cuento cambi¨®. En 1951 la Uni¨®n Sovi¨¦tica pidi¨® su adhesi¨®n al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.
El gigante rojo, obra del f¨ªsico Marc Bret y del ingeniero de telecomunicaciones Nacho Morej¨®n, recorre la historia del baloncesto sovi¨¦tico desde el Eurobasket de 1947, en el que se alzaron con el t¨ªtulo, hasta que, en abril de 1990, Arvydas Sabonis, la joya del baloncesto sovi¨¦tico, declar¨®: ¡°Somos lituanos y no jugaremos con la URSS¡±.
Por el medio, la dominaci¨®n del parqu¨¦ europeo ¡ªcon permiso de Yugoslavia¡ª, dos oros ol¨ªmpicos, tres mundiales y 14 competiciones europeas. Y las dos primeras derrotas ol¨ªmpicas del combinado estadounidense, en la final de M¨²nich 72 y la semifinal de Se¨²l 88. Batallas ganadas en la vertiente deportiva de la Guerra Fr¨ªa que respond¨ªan, de alguna manera, a la aparici¨®n de Bobby Fisher en el hasta entonces terreno sovi¨¦tico del ajedrez.