El desatino del Bar?a
El equipo de Koeman, lejos del liderato y sin encadenar tres triunfos, se muestra fr¨¢gil en las ¨¢reas y escaso de recursos antes de enfrentarse este martes al Valladolid
Aunque tiene conceptos cruyffistas como jugar con extremos a pierna cambiada, situar la defensa alta, potenciar la libertad de movimientos y atacar antes que defender, Ronald Koeman no consigue dar con la tecla. El Bar?a ni gobierna ni define. Le gusta al t¨¦cnico que su equipo corra casi tanto como el bal¨®n, transiciones veloces, pases que mezclan lo horizontal con lo vertical y un guirigay que se resume en demasiados duelos individuales y una mala gesti¨®n del espacio. Sufre al correr hacia atr¨¢s y apenas se encuentr...
Aunque tiene conceptos cruyffistas como jugar con extremos a pierna cambiada, situar la defensa alta, potenciar la libertad de movimientos y atacar antes que defender, Ronald Koeman no consigue dar con la tecla. El Bar?a ni gobierna ni define. Le gusta al t¨¦cnico que su equipo corra casi tanto como el bal¨®n, transiciones veloces, pases que mezclan lo horizontal con lo vertical y un guirigay que se resume en demasiados duelos individuales y una mala gesti¨®n del espacio. Sufre al correr hacia atr¨¢s y apenas se encuentra en el embudo ofensivo. Fr¨¢gil en las ¨¢reas, contabiliza 21 puntos en 13 encuentros y se aleja del Atl¨¦tico, l¨ªder a ocho puntos con un partido menos. Guarismos que le definen como un equipo con aspiraciones y poco m¨¢s antes de jugar este martes en Valladolid (22.00, Movistar).
Libertad desorganizada. Ante el Valencia, Koeman descart¨® el 4-2-3-1 para salir con un 4-3-3 en ataque que pasaba a 4-1-4-1 en defensa. Y acab¨® con 3-5-2. Ninguno funcion¨®. ¡°No hay que obsesionarse con el sistema, podemos utilizar diferentes y se pueden cambiar durante el partido¡±, dijo; ¡°la clave es la libertad de cada uno. ?ltimamente, tienen m¨¢s y eso complica a los rivales¡±. Pero tambi¨¦n desorganiza al Bar?a. Tanto en ataque como en defensa.
Pretende Koeman un acoso alto casi al hombre (con una carga f¨ªsica que hace palidecer al equipo en los compases finales), estrategia que es efectiva si no se cometen errores ni impuntualidades en la marca. Pero pocas veces el rival no supera las l¨ªneas de presi¨®n y exige al Bar?a correr hacia atr¨¢s. Problemas que se acent¨²an cuando la transici¨®n es de ataque-defensa, porque cuando pierden el bal¨®n casi ninguno est¨¢ en su sitio, preocupados por esa libertad. Los laterales act¨²an de extremos al tiempo que los extremos son arietes y se encuentran por dentro, lo que limita los espacios y las l¨ªneas de pase, y genera un embudo. Quiz¨¢ ocurre porque es un equipo que carece de medios [o no se utilizan como Pjanic y Ale?¨¢], idea lejana a esa frase de Guardiola a Mascherano: ¡°Cuando seas entrenador, querr¨¢s poner a todos los centrocampistas en tu equipo; es la mejor manera para que el equipo juegue bien¡±.
Debilidad en las ¨¢reas. ¡°Somos el equipo que m¨¢s ocasiones crea¡±, argumenta Koeman. As¨ª lo explica su f¨²tbol al abordaje y la estad¨ªstica: chuta m¨¢s que nunca y suma 16,4 oportunidades por encuentro, cuando el a?o pasado se qued¨® en 13 y hace dos, en 14,8. El problema est¨¢ en la definici¨®n, porque el Bar?a solo convierte el 11,8% de sus remates ¡ªel Madrid llega al 12,4%¡ª, cuando el a?o pasado estaba en 17,4% y hace dos, en el 16%. Messi es el ejemplo: marca 0,5 goles por duelo y tiene una conversi¨®n del 8,8%, lejos del a?o pasado (0,7 y 15,4%) y del anterior (1,2 y 19,8%).
La situaci¨®n empeora en su ¨¢rea: ha encajado 14 goles en LaLiga, cifra que mejoran nueve equipos. ¡°La actitud, cuando no tenemos el bal¨®n, no es la mejor¡±, afirm¨® Koeman en C¨¢diz. ¡°Nos ha faltado agresividad y hemos dejado demasiados espacios¡±, expres¨® tras la Juve. ¡°Debemos estar m¨¢s concentrados¡±, desliz¨® ayer y despu¨¦s del Valencia. Los lamentos se repiten durante el curso sin atender a los cambios provocados por la lesi¨®n de Piqu¨¦ y la entrada de los centrales del filial Mingueza y Ara¨²jo antes que Lenglet y Umtiti, internacionales con Francia. Apuesta que mezcla valent¨ªa con riesgo, porque expone a los jugadores en un equipo sin cuajo.
Nulidad a bal¨®n parado. En el primer saque de esquina del Valencia, Ara¨²jo ¡ªcon 1,88, el segundo m¨¢s alto de los azulgrana por detr¨¢s de Busquets, 1,89¡ª se qued¨® libre de marca y Griezmann se emparej¨® con Diakhaby, que arranc¨®, salt¨® y marc¨®. Era el cuarto gol encajado a bal¨®n parado, el mismo registro que recibi¨® el equipo en las tres temporadas anteriores. ¡°Hay que defender, hay que estar por encima. Somos m¨¢s peque?os y tenemos problemas a bal¨®n parado¡±, apunt¨® Koeman. En el ¨¢rea opuesta ocurre lo mismo, porque solo alcanza el 7% de ¨¦xito en estas jugadas sin contar con los penaltis, mientras que en el ejercicio anterior lleg¨® al 15% y hace dos, al 17%.
Al contrario que ¨¦pocas pasadas, cuando Unzue, Aspiazu o Sarabia (segundos de Luis Enrique, Valverde y Seti¨¦n) saltaban del ¨¢rea t¨¦cnica para indicar las jugadas ensayadas a realizar, ya nadie acude al laboratorio. No se ha visto una acci¨®n de estrategia ¡ªacaso un pase recurrente a Coutinho¡ª y los saques de esquina siempre van al primer palo y en menor medida al punto de penalti, del mismo modo que las faltas indirectas las tira Messi con suavidad a la espera de la llegada de la segunda l¨ªnea o del jugador alto de turno. Y al capit¨¢n no le salen las cosas en esa suerte. Solo ha embocado uno de los ¨²ltimos 60 intentos directos.
Un guion poco flexible. No acierta Koeman con las correcciones a la carrera, convencido de que cuando el equipo gana por la m¨ªnima debe cerrar la porter¨ªa ¡ª¡±si el resultado es corto hay que defender. Y si hay que tener un central m¨¢s, se hace¡±, convino tras el Levante¡ª y proclive a cargarlo de delanteros cuando va por debajo. La acumulaci¨®n no funciona y el Bar?a solo ha sido capaz de darle la vuelta al resultado en una ocasi¨®n de las nueve en las que el contrario ha marcado primero: firm¨® tres empates (Sevilla, Alav¨¦s y Valencia) y cinco derrotas (Getafe, Madrid, Atl¨¦tico, C¨¢diz y Juve). Y cuando logr¨® remontar frente a la Real Sociedad, todo el equipo y el cuerpo t¨¦cnico hablaron de ¡°actitud¡±, una respuesta colectiva a los momentos vividos con Ansu Fati, Braithwaite, Pedri o Ara¨²jo. El bal¨®n acostumbra a acabar en Messi, exigido a recibir en espacios reducidos, lejos de la porter¨ªa, y menos efectivo que antes.