Gigante Ter Stegen
La espl¨¦ndida actuaci¨®n del portero clasifica al Barcelona en la tanda de penaltis despu¨¦s de un partido muy bien jugado por la Real Sociedad. Messi fue baja por lesi¨®n
La rueda de los penaltis coron¨® un partido precioso y entretenido, por intenso y trepidante, propio de un torneo copero como es tambi¨¦n la Supercopa. La victoria pudo caer del lado de cualquier equipo, valientes y generosos como estuvieron los dos, y si se decant¨® a favor del Bar?a fue por m¨¦rito de Ter Stegen y el acierto de Riqui Puig. El portero del Bar?a estuvo prodigioso en la pr¨®rroga y tambi¨¦n en los tiros desde los 11 metros, sost¨¦n de un equipo gremial, fabril y esforzado, irreductible mientras aguarda a que se...
La rueda de los penaltis coron¨® un partido precioso y entretenido, por intenso y trepidante, propio de un torneo copero como es tambi¨¦n la Supercopa. La victoria pudo caer del lado de cualquier equipo, valientes y generosos como estuvieron los dos, y si se decant¨® a favor del Bar?a fue por m¨¦rito de Ter Stegen y el acierto de Riqui Puig. El portero del Bar?a estuvo prodigioso en la pr¨®rroga y tambi¨¦n en los tiros desde los 11 metros, sost¨¦n de un equipo gremial, fabril y esforzado, irreductible mientras aguarda a que se recupere el lesionado Messi.
El Bar?a ya no necesita al 10 para ganar partidos sino para conquistar t¨ªtulos o, cuanto menos, derrot¨® a la Real sin su capit¨¢n, que es duda para la final del domingo en Sevilla. El equipo aprendi¨® a competir desde la precariedad y la adversidad mientras Koeman buscaba una alineaci¨®n y un plan estables que incluyen al 10 como punto y final y no como el origen del juego, la mejor manera de combatir la messidependencia. Pedri, Demb¨¦l¨¦, De Jong, Griezmann, Ara¨²jo y Ter Stegen, la mayor¨ªa, han ganado confianza con el rosarino en la cancha y ahora son capaces de resistir para vencer sin su presencia en partidos abiertos como el de C¨®rdoba.
Tambi¨¦n la Real juega sin David Silva y se ha acostumbrado a su ausencia por m¨¢s que haya quedado atrapada en una din¨¢mica negativa, opuesta a la del Barcelona. La clasificaci¨®n no condiciona su personalidad descarada y alegre, exigente para cualquier rival, tambi¨¦n para el Barcelona. A los azulgrana les costaba salir de su cancha, faltos de defensas con buen pie, lesionado tambi¨¦n Dest, y muy bien encimados por la Real. La presi¨®n de los muchachos de Imanol era tan manifiesta y acertada como la asfixia y falta de precisi¨®n del Bar?a. Los donostiarras plantearon once partidos en uno, y sal¨ªan ganadores de la mayor¨ªa de los duelos, siempre encarados a Ter Stegen.
Cabeceador De Jong
Las p¨¦rdidas de bal¨®n eran continuas en el Bar?a. No atinaban sin embargo los delanteros y el portero azulgrana le sac¨® un remate de gol a Isak despu¨¦s de ser habilitado por Oyarzabal. Los barcelonistas quedaron retenidos en su cancha, achuchados y sin l¨ªnea de pase ni fluidez, y menos regate, solo estirados por un afilado Demb¨¦l¨¦. No entraban en juego Griezmann ni Pedri y no sab¨ªa c¨®mo maniobrar Busquets. El Bar?a tard¨® media hora en enfriar el partido despu¨¦s de ser sometido por la Real. Una vez el bal¨®n traspas¨® la divisoria y pas¨® a campo donostiarra, las tornas cambiaron y el Bar?a presion¨® y enfoc¨® a Remiro.
Demb¨¦l¨¦ no paraba de ofrecerse, desbordar y hasta de cruzar balones desde la derecha sin que nadie atinara a rematar, faltos los delanteros de finura, hasta que cambi¨® el juego de banda y Braithwaite profundiz¨® desde la izquierda para Griezmann. El movimiento del dan¨¦s fue tan certero como bueno result¨® el centro con la zurda del franc¨¦s para que cabeceara espl¨¦ndidamente De Jong. El holand¨¦s empez¨® y acab¨® la jugada como ya es costumbre en los ¨²ltimos encuentros, goleador en tres de los ¨²ltimos seis, excelente como llegador desde que Koeman le situ¨® como interior despu¨¦s de quitar el 4-2-3-1.
La serenidad hab¨ªa redimido al sufridor Bar?a. No se puso nervioso cuando se tuvo que refugiar en su ¨¢rea ante el acoso de la Real y marc¨® diferencias en la oportunidad m¨¢s clara rematada por De Jong. El partido no par¨® de girar alrededor del holand¨¦s del Bar?a. La Real, desafortunada hasta el descanso, encontr¨® la ayuda del codo de De Jong en un centro de Oyarzabal, infalible desde el punto de penalti: 1-1. A partir del empate, la contienda recuper¨® por un momento el tono del inicio, protagonizado por el equipo de Imanol, despu¨¦s de que Gorosabel le quitara un gol a De Jong. Hasta que los azulgrana recuperaron el aliento y el partido se igual¨® y abri¨® con los dos equipos a tumba abierta.
Hab¨ªa mucho espacio para correr de porter¨ªa a porter¨ªa, los dos equipos desbocados, un escenario favorable para los velocistas y en el que triunf¨® un defensa como Ara¨²jo. Imanol arriesg¨® m¨¢s y mejor con los cambios pero no logr¨® desequilibrar una contienda cada vez m¨¢s ¨¦pica ante el asombro del nervioso Messi.
El cansancio provoc¨® errores constantes y dej¨® a los dos porteros muy expuestos, ambos resolutivos: Ter Stegen estuvo soberbio en remates de Zald¨²a, Oyarzabal y por dos veces de Januzaj, cuyo ¨²ltimo tiro dio en el palo despu¨¦s de ser rozado por los dedos del meta del Bar?a. Tambi¨¦n Remiro estuvo oportuno ante Demb¨¦l¨¦ y m¨¢s tarde frente a Griezmann. El ir y venir fue fren¨¦tico, m¨¢s decantado a favor de la Real, muy mejorada por la intervenci¨®n de Imanol. Aunque pareci¨® tener m¨¢s banquillo, equipo y plantilla que el Bar?a, acab¨® rendida ante Ter Stegen, el mejor de un equipo solidario que acab¨® derrengado en espera de Messi despu¨¦s del tiro de gracia de Riqui.