Atasco baskonista en la gira mediterr¨¢nea
El equipo vitoriano cae ante un Maccabi discreto que aceler¨® cuando los de Ivanovic se acercaron (91-82)
El Baskonia sali¨® de gira por el Mediterr¨¢neo con dos partidos asequibles, frente a rivales de un nivel similar al suyo, y sali¨® trasquilado. Regresa al fr¨ªo de la Llanada alavesa con dos derrotas en el zurr¨®n que le complican mucho su futuro en la Euroliga, Despu¨¦s de la paliza que recibi¨® el martes en Estambul, en un partido en el que perdi¨® los papeles y la ventaja de 18 puntos de la ida, las cosas no le fueron mucho mejor en Tel Aviv. Un Maccabi asequible, irregular y poco consistente, se impuso m¨¢s por los errores vitorianos que por los aciertos propios.
Siempre fue a remolque el B...
El Baskonia sali¨® de gira por el Mediterr¨¢neo con dos partidos asequibles, frente a rivales de un nivel similar al suyo, y sali¨® trasquilado. Regresa al fr¨ªo de la Llanada alavesa con dos derrotas en el zurr¨®n que le complican mucho su futuro en la Euroliga, Despu¨¦s de la paliza que recibi¨® el martes en Estambul, en un partido en el que perdi¨® los papeles y la ventaja de 18 puntos de la ida, las cosas no le fueron mucho mejor en Tel Aviv. Un Maccabi asequible, irregular y poco consistente, se impuso m¨¢s por los errores vitorianos que por los aciertos propios.
Siempre fue a remolque el Baskonia despu¨¦s del 0-6 inicial, que en realidad fue un espejismo. Sin un l¨ªder que mantuviera activos al resto de los jugadores, el equipo de Ivanovic no se dej¨® ir en ning¨²n momento, pero tampoco fue capaz de dar el paso hacia delante para desequilibrar a su favor el partido en el pabell¨®n macabeo.
La falta de concentraci¨®n del equipo vitoriano se sustanci¨® en las tres faltas en ataque que recibi¨® en el primer cuarto. Tal vez los ¨¢rbitros se mostraron algo rigurosos en sus apreciaciones, pero no es lo m¨¢s habitual dar pie a tanta interpretaci¨®n arbitral en contra. Cuando Peters consigui¨® su primer triple y estrech¨® las diferencias (17-16) a falta de dos minutos para terminar el parcial, parec¨ªa que el Baskonia pod¨ªa reconducir la situaci¨®n, pero de nuevo propici¨® el despegue local con m¨¢s desatenciones.
No hubo enmienda en el resto del partido. De hecho, los otros tres cuartos transcurrieron igual, con el Baskonia haciendo la goma, como un ciclista voluntarioso pero sin fuerzas en una etapa de alta monta?a. Cada vez que se acercaba, aceleraba el Maccabi y volv¨ªa a coger diferencias, en un ejercicio repetido una y otra vez. Henry atropellado en sus acciones; Vildoza confundido, no hubo quien pusiera orden en las filas vitorianas. Esta vez no funcion¨® ninguna de las f¨®rmulas que propuso Ivanovic desde el banquillo.
El Maccabi fue un equipo discreto, que se limit¨® a hacer las cosas de manera aseada, nunca se le exigi¨® demasiado. Cuando en los ¨²ltimos minutos apret¨® el Baskonia, porque no le quedaba otra, respondi¨® a cada golpe con otro igual, y a veces todav¨ªa m¨¢s contundente. La ¨²ltima reacci¨®n en caliente de los vitorianos la enfri¨® Wilbekin, que hasta ese momento hab¨ªa fallado todos sus tiros exteriores, con un triple que termin¨® de sentenciar el partido. El periplo mediterr¨¢neo del Baskonia no fue un crucero de placer.