Sobre la dignidad
Aquella edad inolvidable es una novela del escritor vasco Ramiro Pinilla que habla sobre f¨²tbol, pero tambi¨¦n sobre defender la dignidad y la pureza
Cuando las cosas no salen como se espera, siempre habr¨¢ alguien que intentar¨¢ adulterar el relato de los hechos. Lo har¨¢ a trav¨¦s del poder ¡ªen cualquiera de sus versiones¡ª y tratar¨¢ de incorporar al mayor n¨²mero de personas posible a esa verdad alternativa. Por lo general, contar¨¢ con audiencia. Y con una serie de colaboradores conscientes que sacar¨¢n alg¨²n r¨¦dito inmediato de la mentira. Su oposici¨®n ¡ªla dignidad¡ª no siempre asegura el ¨¦xito. Y cuando este llega lo hace, muchas veces, en un momento en el que la cuesti¨®n a debate apenas importa ya a nadie.
Aquella edad inolvidable (Tus...
Cuando las cosas no salen como se espera, siempre habr¨¢ alguien que intentar¨¢ adulterar el relato de los hechos. Lo har¨¢ a trav¨¦s del poder ¡ªen cualquiera de sus versiones¡ª y tratar¨¢ de incorporar al mayor n¨²mero de personas posible a esa verdad alternativa. Por lo general, contar¨¢ con audiencia. Y con una serie de colaboradores conscientes que sacar¨¢n alg¨²n r¨¦dito inmediato de la mentira. Su oposici¨®n ¡ªla dignidad¡ª no siempre asegura el ¨¦xito. Y cuando este llega lo hace, muchas veces, en un momento en el que la cuesti¨®n a debate apenas importa ya a nadie.
Aquella edad inolvidable (Tusquets), es una novela del escritor vasco Ramiro Pinilla que habla sobre f¨²tbol, pero tambi¨¦n sobre defender la dignidad y la pureza. Souto Menaya, conocido como ¡°Botas¡±, es el protagonista. Futbolista vasco. Alcanz¨® primero la gloria de jugar en el Athletic de Bilbao. Despu¨¦s, la de anotar el gol del triunfo en una final de la Copa del Rey. En 1943. Ante el Real Madrid. De repente, se vio aplastado por una monta?a formada por sus compa?eros de equipo. Se?al de que hab¨ªa sido el autor del gol. Fue necesario que pasaran unos segundos para que ¨¦l mismo fuera capaz de recordar lo que acababa de suceder. Final del partido. Alzar el trofeo. Vuelta a casa. Una pe?a con su nombre. El reconocimiento de los tuyos.
Y despu¨¦s, el infierno. ¡°Yo no salgo al campo para hacer amigos¡±, explic¨® el defensa del equipo rival que lo dej¨® cojo y medio inv¨¢lido. Adi¨®s al f¨²tbol. Adi¨®s a su noviazgo con Irune. Trabaja como ensobrador de cromos, lo que lleva a una cruel coincidencia: encontrarse consigo mismo, con el Souto Menaya de los tiempos felices que ya no volver¨¢n. Un d¨ªa, le llega una extra?a y jugosa oferta de empleo. ¡°?D¨®nde est¨¢ la trampa?¡±, pregunta ¨¦l. Tendr¨ªa que decir que anot¨® el gol de la final con la mano. A cambio, la vida solucionada. Es el momento de elegir bando.