C¨¢diz y Levante, de la tempestad a la calma

El C¨¢diz y el Levante jugaron un partido que pas¨® de la tempestad a la calma. Una primera media hora de juego con cuatro goles y continuas llegadas de un ¨¢rea a otra deriv¨® en un empate que acab¨® por satisfacer a ambos. El C¨¢diz acaba la primera vuelta con 24 excelentes puntos y el Levante lo hace con 22. Despu¨¦s del frenes¨ª lleg¨® la tranquilidad, con dos equipos que decidieron hacer bueno tanto desgaste en la primera mitad. El Levante, eso s¨ª, sigue sin poder ganar fuera de casa, algo que no hace desde el pasado 27 de septiembr...

El C¨¢diz y el Levante jugaron un partido que pas¨® de la tempestad a la calma. Una primera media hora de juego con cuatro goles y continuas llegadas de un ¨¢rea a otra deriv¨® en un empate que acab¨® por satisfacer a ambos. El C¨¢diz acaba la primera vuelta con 24 excelentes puntos y el Levante lo hace con 22. Despu¨¦s del frenes¨ª lleg¨® la tranquilidad, con dos equipos que decidieron hacer bueno tanto desgaste en la primera mitad. El Levante, eso s¨ª, sigue sin poder ganar fuera de casa, algo que no hace desde el pasado 27 de septiembre, cuando derrot¨® a Osasuna. Es un equipo mucho m¨¢s fiable en su estadio. El C¨¢diz, un equipo que defiende muy bien, decidi¨® aceptar el punto. Tuvo la virtud de igualar un 1-2 inquietante. Es un equipo que valora mucho cada empate y su entrenador, ?lvaro Cervera, manej¨® bien el partido en la segunda mitad para que el rival quedara desactivado. No le import¨® perder llegada. Un punto es un punto seg¨²n el catecismo de Cervera, que tiene a su C¨¢diz a siete puntos de la zona de descenso.

Dos equipos con estilos tan distintos como C¨¢diz y Levante depararon un inicio de partido bastante sorprendente. Sobre todo en lo que respecta a los andaluces, un equipo que suele conservar muy bien sus ventajas en el marcador para rematar los partidos al contragolpe. El gol a los cuatro minutos de Perea simboliz¨® a la perfecci¨®n lo que quiere Cervera de su C¨¢diz. Robo y veloz salida al contragolpe para sorprender al rival. Lo hizo muy bien el conjunto andaluz, fiel a sus principios para que Perea anotara un buen gol tras recortar a Miram¨®n. Lo que no se pod¨ªa esperar teniendo en cuenta las prestaciones del C¨¢diz es que recibiera dos tantos en tres minutos que dinamitaron su sistema defensivo.

Tambi¨¦n fue la virtud de un Levante con excelentes movimientos ofensivos. Sergio Le¨®n y De Frutos desconcertaron con sus movimientos a los defensas locales. Especial menci¨®n para el primero, que se invent¨® un delicioso pase de tac¨®n para combinar con De Frutos en el primer gol de los visitantes. El atacante ya utiliz¨® este recurso con ¨¦xito en uno de los goles del triunfo de su equipo en la pasada jornada frente al Eibar. Roger, bien colocado en el ¨¢rea, volvi¨® a marcar, ahora tras pase de Clerc. Cervera no se lo cre¨ªa en la banda. Eliminado de la Copa por el Girona, el C¨¢diz zozobraba de una manera inesperada. No tanto porque pudiera perder con el Levante. M¨¢s bien por la forma. Al rescate de su equipo lleg¨® Cala, quien aprovech¨® la falta de contundencia dela zaga del Levante para empatar con un gran remate de cabeza tras un saque de ?lex Fern¨¢ndez. El partido hab¨ªa derivado hacia un intercambio de golpes y goles inesperado.

El choque se enfri¨® en la segunda mitad. El Levante no pudo tocar con tanta comodidad. Entre otras cosas porque el C¨¢diz se cerr¨® mucho mejor, impidiendo el juego entre l¨ªneas de futbolistas como Morales, De Frutos o Sergio Le¨®n. Los andaluces no tuvieron ning¨²n rubor en meterse atr¨¢s y desactivar al visitante, que dej¨® de encontrar esos pasillos que utiliz¨® tan bien en la primera mitad. De hecho, las ocasiones brillaron por su ausencia en la segunda mitad, al mismo tiempo que llegaron las tarjetas y un juego mucho menos brillante por parte de los dos equipos. El Levante solo tuvo una buena ocasi¨®n por medio de De Frutos, que se meti¨® en el ¨¢rea para que Ledesma salvara al C¨¢diz.

No hubo m¨¢s en un periodo donde los dos equipos levantaron el pie del acelerador. Se corrigieron los movimientos defensivos y los delanteros, activos en la primera mitad, se convirtieron en peones al servicio del esfuerzo colectivo que demandaron sus entrenadores. As¨ª, punto a punto, C¨¢diz y Levante se acercaron un poco m¨¢s a su objetivo, que no es otro que la salvaci¨®n. Cada uno con sus m¨¦todos e igualmente v¨¢lidos ambos.