Tiger Woods cae de nuevo
La quinta operaci¨®n de espalda aumenta otra vez las dudas sobre el futuro del legendario golfista, que a los 45 a?os lucha contra su d¨¦bil estado f¨ªsico
¡°El problema de conquistar el mundo es que el mundo querr¨¢ su venganza¡±. Steve Williams fue el caddie de Tiger Woods desde 1999 a 2011, a?os de esplendor del Tigre. El empleo le convirti¨® en el deportista mejor pagado de Nueva Zelanda (los caddies suelen tener un fijo y llevarse un porcentaje de las ganancias del golfista para el que trabajan, lo que en el caso de Tiger supon¨ªa amasar una fortuna). Tambi¨¦n le hizo due?o de muchos secretos. Algunos los ha ido contando con el paso del tiempo. Por ejemplo, que Tige...
¡°El problema de conquistar el mundo es que el mundo querr¨¢ su venganza¡±. Steve Williams fue el caddie de Tiger Woods desde 1999 a 2011, a?os de esplendor del Tigre. El empleo le convirti¨® en el deportista mejor pagado de Nueva Zelanda (los caddies suelen tener un fijo y llevarse un porcentaje de las ganancias del golfista para el que trabajan, lo que en el caso de Tiger supon¨ªa amasar una fortuna). Tambi¨¦n le hizo due?o de muchos secretos. Algunos los ha ido contando con el paso del tiempo. Por ejemplo, que Tiger se obsesion¨® con la preparaci¨®n f¨ªsica de tal modo que se ejercitaba con los marines estadounidenses, y que aquello le revent¨® el cuerpo. Otros se los llevar¨¢ a la tumba. El matrimonio se rompi¨® despu¨¦s de que, seg¨²n cuenta Williams en el documental sobre Tiger que acaba de estrenar HBO, un d¨ªa dej¨® de hablarle. Sin m¨¢s. Nada que Woods no hubiera hecho con decenas de personas a su alrededor. Dina Parr, su novia en el instituto, guarda la carta en la que Tiger le dec¨ªa que sus padres y ¨¦l hab¨ªan decidido cortar la relaci¨®n sin m¨¢s motivo. Como Williams, es otra de las protagonistas de ese documental que escarba en los demonios de un mito. Como Rachel Uchitel, una de sus supuestas amantes.
Williams resume en esa frase sobre la conquista del mundo y sus consecuencias la vida y la carrera de un deportista que, como pas¨® con Maradona, ha recorrido el camino de ida y vuelta entre el cielo y el infierno (curiosamente Woods se neg¨® a firmarle una camiseta al 10 porque no lo consideraba un ejemplo de deportista). La ¨²ltima ca¨ªda acaba de producirse, y qui¨¦n sabe si puede ser la definitiva. Tiger comunic¨® el martes que ha pasado de nuevo por el quir¨®fano para someterse a su quinta operaci¨®n de espalda, unidas a otras cinco intervenciones de rodilla. Un pinzamiento en un disco le tendr¨¢ indefinidamente de baja, se espera que al menos varios meses, y ya nadie asegura si podr¨¢ jugar el torneo que da sentido a su sufrimiento constante, el Masters de Augusta que empieza el 8 de abril. Y mucho menos si podr¨¢ volver a levantarse, otra vez, para jugar de nuevo al golf, para intentar ganar otro torneo, para luchar por otro grande que acerque su marca de 15 a los 18 de Jack Nicklaus que hoy parecen inalcanzables.
¡°Mi cuerpo ya no funciona como antes, da igual cuanto lo intente¡±, asume Tiger. Nunca hizo caso a Williams cuando le advert¨ªa sobre el excesivo entrenamiento. Cuando Justin Thomas le pregunt¨® hace tres a?os qu¨¦ sol¨ªa hacer cada d¨ªa cuando era m¨¢s joven, Tiger respondi¨®: ¡°Correr seis kil¨®metros antes de desayunar, luego pesas en el gimnasio, tres horas de jugar al golf, correr otros seis kil¨®metros, jugar al baloncesto y el tenis, m¨¢s golf...¡±. Eso era antes de entrenarse como un militar. Entre 1994 y 2019, cinco operaciones de rodilla. Entre 2014 y 2021, cinco de espalda, los puntos d¨¦biles de cualquier golfista. Para uno que ha exprimido su cuerpo al l¨ªmite y que ahora tiene 45 a?os, ser¨ªa el certificado de una retirada. Tiger se empe?a en un imposible.
La ¨²ltima lesi¨®n ha sido especialmente cruel. Tiger no jugaba desde que el pasado noviembre tuvo que bajar los brazos en su defensa del Masters que gan¨® en 2019. El mes pasado, sin embargo, particip¨® con su hijo Charlie en el PNC Championship, un torneo en el que los golfistas compiten con familiares. ¡°Ha sido uno de los momentos m¨¢s especiales de mi vida¡±, dijo Woods sobre el hecho de jugar junto a su hijo (la carrera de Tiger estuvo marcada por la figura de su padre).
Woods se lastim¨® en ese torneo y ahora su futuro vuelve a entrar en un t¨²nel del que no se ve la salida. El hoy 44? del mundo ha reducido mucho su calendario. En el 2019 de su resurrecci¨®n disput¨® 14 torneos. El a?o pasado, solo nueve. Puede que ese Masters que gan¨® hace dos a?os en uno de los regresos m¨¢s sorprendentes en la historia del deporte haya sido su ¨²ltimo retazo de gloria. Imposible saberlo trat¨¢ndose de Tiger. La ¨²nica certeza es que su porvenir ya no est¨¢ en sus manos. La espalda retuerce de nuevo a la leyenda.