El Athletic se salva en el l¨ªmite

Otra vez el l¨ªmite, como en la Supercopa, aunque esta vez no contra el Barcelona sino contra un Segunda B en la Copa. Frente a un Ibiza que se las puso tiesas, el Athletic super¨® el trago que supone enfrentarse a domicilio a un equipo de inferior categor¨ªa, pero que ya hab¨ªa goleado a otro conjunto de Primera (5-2 al Celta). Un gol de Unai N¨²?ez pasaport¨® a los rojiblancos a los octavos de final.

Ibiza es territorio conocido para los jugadores del Athletic. Es all¨ª donde, de forma grupal, despidieron la anterior temporada con una comida multitudinaria con sus parejas y desde donde publi...

Otra vez el l¨ªmite, como en la Supercopa, aunque esta vez no contra el Barcelona sino contra un Segunda B en la Copa. Frente a un Ibiza que se las puso tiesas, el Athletic super¨® el trago que supone enfrentarse a domicilio a un equipo de inferior categor¨ªa, pero que ya hab¨ªa goleado a otro conjunto de Primera (5-2 al Celta). Un gol de Unai N¨²?ez pasaport¨® a los rojiblancos a los octavos de final.

Ibiza es territorio conocido para los jugadores del Athletic. Es all¨ª donde, de forma grupal, despidieron la anterior temporada con una comida multitudinaria con sus parejas y desde donde publicaron una pol¨¦mica fotograf¨ªa bes¨¢ndose en grupo, que indign¨® a muchos aficionados al conocerse que seis de los futbolistas que all¨ª estuvieron se contagiaron con el coronavirus. Pero aquello ya es pasado, han sucedido muchas cosas, una Supercopa entre ellas, y la visita a Ibiza esta vez era por cuestiones de trabajo, que no hay que mezclar las cosas.

Y as¨ª como a la fiesta es f¨¢cil adaptarse, no es tan sencillo acostumbrarse a la hierba artificial de Can Misses, ni al ritmo del Ibiza sobre ese terreno. Los jugadores del Athletic parec¨ªan desconcertados en el inicio con los botes del bal¨®n, con los controles, y eso que Marcelino opt¨® por jugar con un equipo muy joven, con futbolistas que tienen m¨¢s fresco el recuerdo de sus tiempos juveniles.

Pero fue uno de esos chavales, Vencedor, el que se equivoc¨® en el minuto 12, cuando, sin mirar, dej¨® un bal¨®n atr¨¢s que recogi¨® Javi P¨¦rez, y antes de entrar al ¨¢rea, lanz¨® un zapatazo con la derecha que bati¨® a Ezkieta. El Ibiza volv¨ªa a sorprender, y pas¨® por el campo la sombra del Celta errante.

Desconcertado el Athletic, temeroso para no cometer otro error fatal, no dio pie con bola a la hora de proponer juego o de imponer su categor¨ªa. El Ibiza jugaba c¨®modo pese al viento, que era otra dificultad. Hasta el descanso no pas¨® apuros, salvo en una acci¨®n de Lekue, que se col¨® hasta la l¨ªnea de fondo para centrar atr¨¢s sin que nadie pudiera rematar. Hab¨ªan pasado 43 minutos hasta ese primer acercamiento peligroso.

Ante ese panorama, Marcelino se dej¨® de experimentos y recurri¨® a la artiller¨ªa pesada. Tras el descanso puso en el campo a Muniain y Ra¨²l Garc¨ªa, y la pareja tard¨® cinco minutos en conectar con ¨¦xito. Fue en un c¨®rner que sac¨® el primero y remat¨® de cabeza el segundo. El partido tom¨® otro color, porque el Athletic se apropi¨® del bal¨®n y se acerc¨® mucho m¨¢s a la porter¨ªa de Germ¨¢n.

Pero el Ibiza todav¨ªa ten¨ªa capacidad para intimidar a los rojiblancos. Lo hizo en el minuto 64, cuando Kike L¨®pez remat¨® impecable un saque de esquina, bati¨® a Ezkieta, lo celebr¨® con su equipo y se llev¨® el chasco de ver que Gonz¨¢lez Fuertes lo anulaba bastante tiempo despu¨¦s, al parecer por fuera de juego de Sibo. El susto fue sideral para Marcelino y sus hombres.

Tanto que se pertrecharon para evitar que los isle?os volvieran a gozar de oportunidades. El Athletic dio un pasito atr¨¢s por precauci¨®n y durante alg¨²n tiempo perdi¨® el dominio que hab¨ªa comenzado a ejercer tras la pausa. El cansancio hizo mella en el Ibiza en los ¨²ltimos minutos, cuando los rojiblancos ten¨ªan sobre el c¨¦sped un equipo totalmente reconocible. Tras un disparo que atrap¨® Ezkieta, la ¨²ltima que tuvieron los de casa, y ya en el descuento, Unai N¨²?ez reba?¨® desde cerca un pase profundo de Ra¨²l Garc¨ªa para clasificar a su equipo, que sigue la aventura copera. Junto a la Real, todav¨ªa sigue vivo en dos ediciones del torneo que proclama al campe¨®n de Espa?a.