Pacheta: ¡°No echo de menos jugar, sufr¨ª mucho¡±
El ins¨®lito viaje del entrenador del Huesca: carpintero a los 22, futbolista de Primera con 26 y t¨¦cnico de ¨¦lite con 52
Jos¨¦ Rojo Mart¨ªn, Pacheta, entrenador de la SD Huesca, ha pasado la semana pegado a un informe con el escudo del Real Madrid en la portada. ¡°Me lo llevo... hasta al ba?o. Va conmigo todo el d¨ªa, me da confianza. Por las noches lo tengo en la mesilla, y a veces lo abro y escribo algo que se me ha ocurrido¡±, cuenta mientras deja el documento de unas 100 p¨¢ginas al lado del ordenador a trav¨¦s del que se conecta para la charla por videollamada. ...
Jos¨¦ Rojo Mart¨ªn, Pacheta, entrenador de la SD Huesca, ha pasado la semana pegado a un informe con el escudo del Real Madrid en la portada. ¡°Me lo llevo... hasta al ba?o. Va conmigo todo el d¨ªa, me da confianza. Por las noches lo tengo en la mesilla, y a veces lo abro y escribo algo que se me ha ocurrido¡±, cuenta mientras deja el documento de unas 100 p¨¢ginas al lado del ordenador a trav¨¦s del que se conecta para la charla por videollamada. ¡°Qu¨¦ diferencia. Cuando hace tres a?os llegu¨¦ al Elche [en Segunda B], el primer informe fue el del Llagostera. Hemos pasado del Llagostera al Real Madrid¡±.
Pacheta es un tipo que vive en una especie de asombro entusiasmado, con frecuentes menciones a lo ins¨®lito de su viaje, de un pueblo de 1.500 habitantes, Salas de los Infantes, en Burgos, al banquillo del Huesca. Ah¨ª relev¨® a M¨ªchel el 12 de enero y desde entonces el equipo, colista, ha sumado cuatro puntos en tres partidos. ¡°Yo he llegado a Primera con 52 a?os. Lo que me ha costado...¡±.
En realidad, Pacheta ya hab¨ªa entrenado en Primera. Pero para ¨¦l aquello no cuenta. Fue al Numancia, 15 partidos de la temporada 2008-09, cuando con el equipo ¨²ltimo despidieron a Kresic y le encargaron a ¨¦l, director deportivo, que se hiciera cargo. Descendieron. ¡°Aquello viene m¨¢s por una situaci¨®n de equipo que por que yo me haya ganado entrenar en Primera. Hoy s¨ª que me hab¨ªa ganado entrenar en Primera, porque hab¨ªa ascendido con un equipo. Hoy s¨ª me siento responsable de haber llegado aqu¨ª¡±. Aunque esa llegada, como casi todo en su vida, no se produjera en l¨ªnea recta. Pacheta ascendi¨® la temporada pasada desde el banquillo, pero el de otro equipo. Dos a?os y medio despu¨¦s de hacerse cargo del Elche en Segunda B, el verano pasado lo deposit¨® en Primera y se tuvo que volver al pueblo. Su sitio lo ocupa Jorge Almir¨®n.
¡°Cuando llego a Primera a jugar en el Espanyol, llego con menos diez y le pido a Fernando Lara ayuda para la fianza del piso. Tuve que comer de mis padres y de mi suegro¡±
Pacheta ya sab¨ªa que, independientemente de c¨®mo le fuera en el playoff de ascenso, no seguir¨ªa, pero eso solo funcion¨® como consuelo intermitente. ¡°En estos cuatro meses que he estado en el paro, claro que piensas ¡®?qu¨¦ cojones pasa?¡¯. Ten¨ªa la sensaci¨®n de que me lo hab¨ªa ganado. Pero la propiedad fue honesta conmigo. Y yo me convenc¨ª de que hab¨ªa que ascender. As¨ª se acaba un proyecto. Aunque desde dentro no es f¨¢cil. Y cuando asciendes en Girona, solo te falta llorar¡±.
El t¨¦cnico del Huesca siempre ha estado a punto del descalabro antes de hacer cumbre. Con 22 a?os, reci¨¦n casado, trabajaba en una carpinter¨ªa en Quintanar de la Sierra, el pueblo de su mujer, a unos 25 kil¨®metros del suyo. Produc¨ªan mesas, bancos, elementos de madera para exteriores... Entonces le lleg¨® una oferta del Marbella, en Segunda B, y se lanz¨® cobrando la mitad que como carpintero. ¡°Sali¨® bien, porque ascendimos a Segunda, pero luego me pas¨® la primera desgracia gorda en el f¨²tbol: estuve ocho meses sin cobrar. De ah¨ª me fui a M¨¦rida, pero ah¨ª tampoco cobramos y hay un momento en que nos planteamos volvernos a casa¡±.
Entonces, con Pacheta al l¨ªmite ya del abandono, aparece Camacho y le recluta para el Espanyol, en la m¨¢xima categor¨ªa. ¡°Llego a Primera Divisi¨®n y llego con menos diez. Le pido al difunto Fernando Lara [vicepresidente] ayuda para la fianza del piso. No ten¨ªa dinero. Tuve que estar comiendo de mis padres y de mi suegro¡±. Aunque all¨ª estaba: 26 a?os para jugar en Primera y otros 26 para entrenar en Primera.
Sin embargo, casi como podr¨ªa anticiparse en esta colecci¨®n de meandros, aquello se tuerce enseguida. A los tres d¨ªas sufre una rotura de fibras y tarda mes y medio en recuperarse, a mediados de septiembre de 1994. ¡°Esa semana se jugaba contra el Bar?a en Sarri¨¤. Al que Camacho daba el peto el jueves, jugaba el domingo, y cu¨¢l es mi sorpresa cuando me da el peto. Y digo ¡®hostia¡¯. Estuve cuatro d¨ªas sin dormir. Debuto contra el Bar?a. Sarri¨¤ hasta la bandera, ambiente de f¨²tbol... Bueno, bueno. La rivalidad Espanyol-Bar?a. Ah¨ª empec¨¦ a saber lo que era el Espanyol. Yo no hab¨ªa jugado con 40.000 espectadores en mi vida. Nunca. En el minuto siete u ocho, hay una falta, que la tira Arteaga. Tira la falta y meto un golazo de cabeza¡ Buah. Tremendo. Oye, celebr¨¢ndolo, todo el campo patas arriba. No s¨¦ ni lo que hago. Porque lo veo en televisi¨®n despu¨¦s, pero no me acordaba de nada. Un gol de la leche a Busquets, con Guardiola, con Koeman... Y lo anul¨®. Lo anul¨® el ¨¢rbitro. Si me pinchan no sale sangre. Hab¨ªa hecho falta Pochettino a Koeman. Y a los 40 minutos me romp¨ª un metatarsiano para cuatro meses. Estoy seguro de que fue de todo el estr¨¦s de esos d¨ªas¡±.
¡°En Tailandia sent¨ª una soledad con la que hay que tener cuidado, porque esa soledad te lleva por delante¡±
Jug¨® cinco temporadas en el Espanyol y cinco en el Numancia. Hasta los 35. ¡°No echo de menos jugar. Disfrut¨¦ mucho, pero tambi¨¦n sufr¨ª mucho, porque siempre me di cuenta de que el que jugaba en mi sitio era mejor que yo. No pod¨ªa competir con Arteaga, ni con Francisco, ni con Pochettino. Y con Camacho jugu¨¦ en los 10 sitios del campo. Menos de portero, en todos. Pero si el que jugaba en mi puesto estaba bien yo no pod¨ªa jugar, porque eran mejores que yo. Soy much¨ªsimo m¨¢s feliz como entrenador¡±.
Aunque eso, por supuesto, despu¨¦s de atravesar la tristeza extrema. En 2016, Pacheta aterriz¨® en Tailandia para entrenar al Ratchaburi. Antes, de equipo en equipo de Segunda B ¡ªOviedo, Cartagena, H¨¦rcules¡ª su carrera no despegaba. ¡°Mis hijos me dec¨ªan: ¡®Lo que nosotros hacemos con 20 a?os t¨² lo haces con 48; te vas de erasmus¡±. Con un ingl¨¦s rudimentario, dej¨® a su familia en Espa?a y se instal¨® en un banquillo en el que a su lado se sentaba el due?o. ¡°No me condicion¨® nunca, ni alineaciones ni cambios. Lo que dije que se ten¨ªa que hacer se hizo y lo que dije que no, no se hizo. Ahora bien: todo lo que hay entre el s¨ª y el no, lo decid¨ªa ¨¦l¡±. No termin¨® por el due?o, sino por la soledad. ¡°Esa soledad de cuando se muere una persona con 90 a?os y su mujer o su marido se queda aqu¨ª y se muere en quince d¨ªas. De esa soledad hablo. Esa soledad yo la he sentido en Tailandia. Por eso no volver¨¦ a salir solo¡ Hay que tener mucho cuidado porque esa soledad te lleva por delante¡¡±.
Volvi¨® y emprendi¨® otro asalto al sue?o desde Segunda B, con el Elche; un asalto que lo ha llevado por fin a Primera, pero en el Huesca. ¡°A los jugadores les digo: ¡®No s¨¦ lo que os habr¨¢ costado llegar, pero s¨¦ lo que me ha costado a m¨ª. Y a m¨ª no se me escapa, eh¡±.