Escocia conquista Londres 38 a?os despu¨¦s
El XV del Cardo sorprende a Inglaterra (6-11) con su primera victoria en Twickenham desde 1983 en una rivalidad que cumple 150 a?os
La ¨²ltima vez que Escocia gan¨® en Twickenham, Margaret Thatcher estaba en la cima de su carrera. Tuvieron que pasar 38 a?os y un Brexit para que los escoceses tomaran este s¨¢bado el templo del rugby ingl¨¦s, hostil desde 1983, con palizas de estruendo. La Copa Calcuta, que disputan anualmente ambos equipos, solo ha tenido cuatro victorias escocesas en este siglo, todas en Edimburgo. Esta vez fue muy superior el XV del Cardo, pero tambi¨¦n fiel a s¨ª mismo, dejando margen al disgusto letal. La victoria en la cita inaugural del Seis Naciones les sit¨²a como candidatos a su primer t¨ªtulo desde 1999 y...
La ¨²ltima vez que Escocia gan¨® en Twickenham, Margaret Thatcher estaba en la cima de su carrera. Tuvieron que pasar 38 a?os y un Brexit para que los escoceses tomaran este s¨¢bado el templo del rugby ingl¨¦s, hostil desde 1983, con palizas de estruendo. La Copa Calcuta, que disputan anualmente ambos equipos, solo ha tenido cuatro victorias escocesas en este siglo, todas en Edimburgo. Esta vez fue muy superior el XV del Cardo, pero tambi¨¦n fiel a s¨ª mismo, dejando margen al disgusto letal. La victoria en la cita inaugural del Seis Naciones les sit¨²a como candidatos a su primer t¨ªtulo desde 1999 y deja muy tocados a los vigentes campeones. Francia s¨ª estuvo a la altura de las expectativas venciendo en Roma (10-50).
La gesta escocesa no fue sonora; la catedral, sin p¨²blico, no pudo defenderse con su c¨¢ntico fetiche, el Swing Low, Sweet Chariot. Un anticl¨ªmax para los 150 a?os de la rivalidad m¨¢s antigua del rugby. Como homenaje, cada dorsal escoc¨¦s llevaba el nombre de sus antecesores aquella tarde de 1871 en Edimburgo.
El XV del Cardo empez¨® con buen pie: tres puntos en su primera visita a 22 inglesa. Suyo era el control mientras las camisetas blancas encadenaban una falta tras otra. Ni el juego al pie ni la mel¨¦ daban soluciones a los locales ante un rival bien plantado. En esas, Billy Vunipola perdi¨® la compostura y plac¨® con el brazo en el cuello a Finn Russell. Amarilla de libro; ni siquiera fue necesaria la revisi¨®n por video. Diez minutos de superioridad num¨¦rica en campo ingl¨¦s, una oportunidad pintiparada.
No la aprovech¨® Escocia, que se enred¨® en una sucesi¨®n de mel¨¦s. La secuencia desemboc¨® en una patada demasiado fuerte de Russell a Duhan van der Merwe que el ala no supo embolsar tras un bote muy alto. Doli¨® la oportunidad perdida a los escoceses, que volvieron a la carga con la embestida de Zander Fagerson. Con la defensa inglesa en retirada, Van der Merwe recibi¨® el bal¨®n a cinco metros de la zona de marca; ni siquiera tres camisetas blancas pudieron frenar su ensayo. Con todo, Inglaterra, que estren¨® su marcador con un par de patadas de Owen Farrell, sobrevivi¨® a la inferioridad y termin¨® la primera parte con uno m¨¢s tras una zancadilla de Russell: otra amarilla irrebatible. Tras dominar la primera media hora, Escocia se fue al descanso pidiendo la hora (6-8).
El paso por vestuarios gir¨® la tendencia. Sali¨® categ¨®rica Escocia con uno menos y encerr¨® a los ingleses en su guarida. Cuando volvi¨® Russell, sus compa?eros saboreaban el ensayo y canje¨® con tres puntos esa incursi¨®n. Con el ataque ingl¨¦s yermo, los caledonios ten¨ªan el campamento plantado en la orilla del T¨¢mesis. Stuart Hogg, la gran estrella escocesa, ese zaguero talentoso falible en defensa, cuaj¨® su partido m¨¢s completo. Su defensa estuvo a la altura de una actuaci¨®n gran¨ªtica. Estaban a una acci¨®n de la sentencia, pero no llegaba. Russell fall¨® una patada sencilla que habr¨ªa llevado la ventaja por encima del ensayo; poco despu¨¦s, la plataforma azulona se venci¨® a escasos metros de la zona de marca. Sin premio.
La versi¨®n de Inglaterra fue tan descafeinada que no pudo castigar la clemencia escocesa. Eddie Jones apost¨® por Farrell como apertura en lugar de George Ford cuando el primero, como otros muchos compa?eros, lleva meses sin jugar al m¨¢ximo nivel tras el descenso administrativo de Saracens, el club hegem¨®nico del ¨²ltimo lustro. La falta de ritmo fue notoria, como evidenci¨® el bal¨®n escurrido de las manos de Jonny May que sirvi¨® la sentencia.
Dupont somete a Italia
Antoine Dupont valid¨® su designaci¨®n como mejor jugador del pasado Seis Naciones con una actuaci¨®n estelar en Roma. Cuatro de los siete ensayos franceses salieron de su privilegiada chistera. Asisti¨® a Gael Fickou con una patada que sorprendi¨® a la defensa italiana, que ya ten¨ªa suficiente con frenar la plataforma gala. Poco despu¨¦s, el medio-mel¨¦ tir¨® de malabarismo para exhibir su gran dote: la habilidad para brillar en el caos. Un despeje sin destinatario de Villi¨¨re pill¨® desnuda a la retaguardia italiana. En la segunda cortina lleg¨® Dupont para embolsar el bal¨®n, mantener el equilibrio y dar el ensayo a Vincent. Y partido sentenciado al descanso (3-24).
Con la defensa italiana ya rota, Dupont y el ala Teddy Thomas, otra pesadilla para los locales, se asistieron mutuamente para ampliar un marcador que amenazaba con convertirse en hist¨®rico. Mantuvo el tipo y el f¨ªsico Italia, que anot¨® el ensayo del honor en una acci¨®n brillante de Luca Sperandio, que se sirvi¨® de una patada en forma de sombrero para sortear al ¨²ltimo defensor. Sin exhibir su amplia gama de recursos, Francia fue letal en cada acercamiento. Es la vig¨¦simo octava derrota seguida de Italia en el torneo.