Demb¨¦l¨¦ antes que Neymar

Demb¨¦l¨¦ se ha convertido en el delantero de referencia del Barcelona. Nadie lo habr¨ªa dicho en noviembre, cuando triunfaba Ansu Fati, lesionado contra el Betis. Tampoco parec¨ªa que pudiera ser m¨¢s decisivo que Antoine Griezmann. No se confiaba en Demb¨¦l¨¦. Las lesiones le martirizaban y se dec¨ªa que llevaba una mala vida en Barcelona. Parec¨ªa un futbolista perdido en un equipo extraviado desde que Neymar huy¨® al PSG. Ahora, en cambio, juega con confianza, se siente importante y sus compa?eros le agasajan cuando ...

Demb¨¦l¨¦ se ha convertido en el delantero de referencia del Barcelona. Nadie lo habr¨ªa dicho en noviembre, cuando triunfaba Ansu Fati, lesionado contra el Betis. Tampoco parec¨ªa que pudiera ser m¨¢s decisivo que Antoine Griezmann. No se confiaba en Demb¨¦l¨¦. Las lesiones le martirizaban y se dec¨ªa que llevaba una mala vida en Barcelona. Parec¨ªa un futbolista perdido en un equipo extraviado desde que Neymar huy¨® al PSG. Ahora, en cambio, juega con confianza, se siente importante y sus compa?eros le agasajan cuando marca goles como el que le meti¨® al Valladolid.

Demb¨¦l¨¦ se lo pasa bien y ha recuperado el protagonismo perdido desde que el Borussia Dortmund le traspas¨® por 105 millones fijos y 40 variables en 2017. La afici¨®n azulgrana le ve con buenos ojos y la junta de Laporta parece dispuesta a renovar su contrato, que acaba en 2022. No le queda m¨¢s remedio que asegurarse su continuidad o traspasarle para hacer caja y apostar por la contrataci¨®n de un delantero centro de la talla de Erling Haaland. No se sabe de todas maneras qu¨¦ va a pasar de la misma manera que resulta imposible prever como acabar¨¢n las jugadas de Demb¨¦l¨¦. Su gracia radica precisamente en su capacidad para sorprender a todo el mundo, tambi¨¦n a la gente del Bar?a.

No deja indiferente a nadie y su f¨²tbol es tan controvertido que siempre dan ganas de saltar al campo para abrazarle o para estrangularle. No hace falta saber su edad ¨C23 a?os¨C porque habitualmente se comporta como un ni?o por el efecto sorpresa que genera su juego, tan dif¨ªcil de descifrar para sus marcadores como para sus compa?eros, incluso si se trata de Leo Messi. Demb¨¦l¨¦ es de los pocos que act¨²a sin miedo a que Messi le ri?a, porque no le ha pasado la pelota o se ha equivocado al acabar una oportunidad de gol, indiferente a la presi¨®n del Camp Nou.

No le preocupa encajar en el equipo, sino marcar las diferencias a partir de conducciones r¨¢pidas y cambios de ritmo, muy dif¨ªcil de defender a campo abierto porque sabe atacar muy bien el espacio, imprevisible tambi¨¦n cuando recorta al defensa par chutar despu¨¦s con la pierna derecha o la izquierda, le da lo mismo, convencido de que tiene la potencia y precisi¨®n para batir a los porteros contrarios, como comprob¨® Jordi Masip. Tiene un regate sin trampa ¨Cle sale o no le sale¨C que reconcilia al aficionado con aquellos tiempos en que se aprend¨ªa a jugar en la calle, una imagen rom¨¢ntica y tal vez demasiado nost¨¢lgica para los firmes defensores del big data o los que comparan LaLiga con la NBA.

Las estad¨ªsticas aseguran que Demb¨¦l¨¦ es un jugador poco fiable porque pierde muchas veces la pelota, a menudo hace lo contrario de lo que demanda la jugada y le cuesta definir, defectos que penalizan en un momento en que se valora el juego de equipo y el sentido colectivo y se habla de presionar, equilibrar, homogeneizar, todo lo contrario al culto al individualismo que representa el franc¨¦s. Tampoco se trata de que haga lo que le d¨¦ la gana y menos en un equipo como el Bar?a, que adquiri¨® la excelencia cuando jug¨® de manera afinada y sincronizada, especialmente en la ¨¦poca de Guardiola. Hay quien cree incluso que el triunfo de Demb¨¦l¨¦ es el s¨ªntoma de que el equipo todav¨ªa est¨¢ por hacer pese a los esfuerzos de Koeman.

?C¨®mo se cuantifica el f¨²tbol de Demb¨¦l¨¦? ?Se puede admitir su imperfecci¨®n? ?Qu¨¦ datos se pueden manejar para valorar su regate? ?Es simplemente una soluci¨®n para cuando las cosas van mal? En este caso, y haciendo caso a Cruyff, se tratar¨ªa de hacerlas bien y por tanto ya no se le necesitar¨ªa. No se puede negar en cualquier caso que el internacional franc¨¦s pasa por un buen momento, ya ha disputado 25 partidos seguidos, ha marcado 10 goles y su encanto radica en su capacidad para arriesgar, driblar, marcar el gol imposible en el minuto 90. Su comportamiento es mucho m¨¢s natural que el de Neymar. El brasile?o es mejor jugador, m¨¢s desequilibrante y regatea mejor que Demb¨¦l¨¦. Lo que ocurre es que a Neymar le hacen m¨¢s faltas y sale peor parado y expulsado de los partidos porque est¨¢ demasiado pendiente de las c¨¢maras: Neymar ha inventado el regate televisivo en el PSG.

El brasile?o sabe que le miran, especialmente las noches de Champions, y se gusta tanto que a veces tarda un segundo m¨¢s de la cuenta en soltar la pelota, hasta el punto de que su mejor virtud acaba por penalizarle, cosa que no le pasa a Demb¨¦l¨¦. Justo ahora en que el Bar?a ya depende de s¨ª mismo no le conviene depender precisamente del franc¨¦s, pero por m¨¢s desespero que cause su f¨²tbol tampoco puede prescindir de ¨¦l, como se ha visto en partidos como el del Valladolid. Hoy parece el delantero m¨¢s en forma y m¨¢s r¨¢pido del Bar?a y de lo que se trata desde el punto de vista azulgrana es de competir por la Liga y la Copa y no especular con la alineaci¨®n de la pr¨®xima temporada con el fichaje de Haaland o el regreso de Neymar, por mucho que el brasile?o sea protagonista en la Champions.

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