Camale¨®nico Ronald Koeman
El entrenador del Bar?a ha variado continuamente el esquema t¨¢ctico, incluso durante los partidos
El Bar?a contaba por victorias los ¨²ltimos seis encuentros, todos con el 3-4-1-2 que Koeman hab¨ªa ingeniado para dar cuenta del Sevilla en la Liga y en la semifinal de Copa. Pero en el s¨¦ptimo partido, advertido el Madrid de Zidane, se acab¨® la panacea y los azulgrana naufragaron en el primer tiempo (2-0). El holand¨¦s quit¨® entonces a Dest y coloc¨® a Griezmann para regresar al cl¨¢sico 4-3-3. Nada nuevo en el preparador, que ha hecho un cambio estructural una vez empezado el partido en 13 de los 45 duelos del curso [sin contar...
El Bar?a contaba por victorias los ¨²ltimos seis encuentros, todos con el 3-4-1-2 que Koeman hab¨ªa ingeniado para dar cuenta del Sevilla en la Liga y en la semifinal de Copa. Pero en el s¨¦ptimo partido, advertido el Madrid de Zidane, se acab¨® la panacea y los azulgrana naufragaron en el primer tiempo (2-0). El holand¨¦s quit¨® entonces a Dest y coloc¨® a Griezmann para regresar al cl¨¢sico 4-3-3. Nada nuevo en el preparador, que ha hecho un cambio estructural una vez empezado el partido en 13 de los 45 duelos del curso [sin contar cuando a?ade a un defensa o mete al final a tres delanteros]. El Bar?a no sac¨® el empate de Valdebebas por poco, y dej¨® claro que no le importa amoldarse al rival porque no se impone con el bal¨®n entre los pies como hac¨ªa anta?o. Algo que no inquieta a Koeman, alquimista en ¨¦poca de transici¨®n deportiva y econ¨®mica por su fe en la marca Bar?a, tambi¨¦n en La Masia.
Sucede, sin embargo, que al t¨¦cnico no se le recuerda un equipo de autor porque es posibilista y pragm¨¢tico, entrenador que adapta sus ideas a las circunstancias. Por eso logr¨® resultados cambiando a una generaci¨®n en la selecci¨®n holandesa y por eso gan¨® una Copa en Valencia con un equipo en llamas. Y por eso neg¨® a su llegada el 4-3-3 que instaur¨® Cruyff, abon¨® Rijkaard y puli¨® Guardiola. ¡°El 4-2-3-1 es el sistema perfecto para esta plantilla y este tipo de jugadores¡±, resolv¨ªa Koeman. Pero los resultados no acompa?aban en la Liga, por m¨¢s que se maquillaran en Europa. Tras 18 encuentros ¡ªprob¨® tambi¨¦n el 4-3-3 ante Osasuna¡ª, vir¨® el rumbo porque solo hab¨ªa sacado el 64,8% de los puntos posibles, repetidos los errores individuales y castigado el equipo ante rivales s¨®lidos como Getafe, Madrid y Sevilla, cuando el equipo se perd¨ªa en la presi¨®n y no se daban rupturas.
Aunque tante¨® el 4-1-4-1 ante el Valencia, se convenci¨® de que lo mejor era volver al 4-3-3 como ped¨ªa el equipo al igual que los muchos canteranos que ascend¨ªa. ¡°No hay que obsesionarse con el sistema, podemos utilizar diferentes y se pueden ir cambiando durante el partido. Estamos mejorando¡±, aseguraba Koeman. Y el Bar?a cogi¨® vuelo, c¨®modo con los automatismos sobre Messi, protagonista en campo ajeno con la posesi¨®n por bandera y feliz por la llegada al ¨¢rea de De Jong. El problema se dio en los partidos cumbre, todos perdidos: ante la Juve para decidir el campe¨®n de grupo europeo; frente al Athletic en la final de la Supercopa; y con el Sevilla en la semifinal de la Copa. El equipo ya no ten¨ªa dinamita ni fiabilidad con el bal¨®n. El 4-3-3 se qued¨® en 16 partidos con un 77% de los puntos.
Intervencionista, Koeman retoc¨® la pizarra y aplic¨® el 3-4-2-1 durante tres encuentros, convencido con la solidez defensiva pero no con los movimientos ofensivos, toda vez que los laterales eran extremos y los extremos, arietes que jugaban por dentro para limitar las l¨ªneas de pase. Confusi¨®n que abonaba Koeman con los cambios de posici¨®n de De Jong, Pedri, Messi, Griezmann, Braithwaite, Demb¨¦l¨¦¡
As¨ª que le dio un giro m¨¢s al dibujo y asent¨® el 3-4-1-2 con Pedri de crupier y Messi en punta con la ¨²nica exigencia de esprintar en la presi¨®n, liberado para moverse por el frente de ataque. El Bar?a sum¨® seis triunfos hasta que lleg¨® el cl¨¢sico y dej¨® el sistema con un 79,1% de los puntos posibles, fuerte el equipo en las transiciones ofensivas porque puede ir por dentro y por fuera ¡ªnada mejor para Alba y Dest que les den el carril¡ª, excelente en la presi¨®n y notable en la posesi¨®n. A cambio, asume muchos riesgos por los duelos al hombre y porque cuando le superan las l¨ªneas de presi¨®n, como en Madrid, la zaga corre en inferioridad hacia atr¨¢s.
El ensayo-error de Koeman no es tal sino que con cada cambio de sistema ha sacado mejores resultados, por m¨¢s que no le d¨¦ para imponerse en los partidos grandes, castigado tambi¨¦n el equipo por las lesiones y la juventud de su plantel. Al Bar?a le queda Liga y este s¨¢bado la final de la Copa ante el Athletic. Puede que Koeman sorprenda con otro dibujo. No se trata de improvisar sino de adaptar al plantel al contexto.
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