La refugiada afgana que hoy es un s¨ªmbolo del PSG

La pelota era naranja. De pl¨¢stico. Pr¨¢cticamente incontrolable en el machacado c¨¦sped del campo de refugiados en Dinamarca. Era el a?o 2000, ni?os y ni?as de diferentes pa¨ªses apagaban, por un momento, su pasado corriendo tras de un bal¨®n. M¨¢gico remedio. ¡°Yo nunca hab¨ªa visto a una mujer practicar deporte¡±, explica Nadia Nadim (Her¨¡t, Afganist¨¢n; 33 a?os), delantera del PSG, este domingo rival del ...

La pelota era naranja. De pl¨¢stico. Pr¨¢cticamente incontrolable en el machacado c¨¦sped del campo de refugiados en Dinamarca. Era el a?o 2000, ni?os y ni?as de diferentes pa¨ªses apagaban, por un momento, su pasado corriendo tras de un bal¨®n. M¨¢gico remedio. ¡°Yo nunca hab¨ªa visto a una mujer practicar deporte¡±, explica Nadia Nadim (Her¨¡t, Afganist¨¢n; 33 a?os), delantera del PSG, este domingo rival del Barcelona en la vuelta de la semifinal de la Champions (1-1 en la ida en Par¨ªs). Su padre, militar, hab¨ªa sido asesinado por los talibanes y Nadim, junto a su madre y cinco hermanas, hab¨ªa llegado a Dinamarca despu¨¦s de un viaje en cami¨®n desde Italia, tras pasar por Kabul y Pakist¨¢n. ¡°Honestamente, no pienso demasiado en el pasado. Es cierto, tambi¨¦n, que doy muchas entrevistas en las que soy invitada a reflexionar sobre lo que me pas¨®. Pero, en mi interior, lo que pas¨®, pas¨®. Y no s¨¦ si tiene sentido preguntarme qu¨¦ hubiese pasado si me quedaba en mi pa¨ªs porque la respuesta es demasiado simple: con la guerra y con los talibanes en el poder, no estar¨ªa viva¡±.

Nadim explica su historia con detenimiento, es detallista y no escapa a ninguna pregunta. Sonr¨ªe, eso s¨ª, cuando en la conversaci¨®n aparece el f¨²tbol. Es como si no lo pudiera evitar. ¡°Despu¨¦s de un par de semanas en el campo de refugiados me di cuenta de que, detr¨¢s de una gran arboleda, hab¨ªa un campo de f¨²tbol. Me pasaba desde las tres de la tarde hasta las ocho de la noche viendo lo que hac¨ªan para despu¨¦s copiarlo con ese imposible bal¨®n naranja¡±, recuerda la goleadora de Dinamarca. En una de esas tardes, ocurri¨® algo que, hasta ese momento, le parec¨ªa imposible. ¡°Vi un equipo de ni?as. Estaban todas con las mismas camisetas y pens¨¦: ¡®?Guau! Esto es tan cool¡¯. Siempre describo ese momento como aquel en el que me enamor¨¦ del f¨²tbol, como si los ¨¢ngeles hubiesen bajado con su m¨²sica y todo eso. Quer¨ªa jugar a ese deporte como lo hac¨ªan esas ni?as¡±, cuenta Nadim.

Entonces, con 11 a?os y un pasado que olvidar, escogi¨® su futuro. ¡°Hab¨ªa algo en m¨ª que me dec¨ªa que yo ten¨ªa que hacer eso. Habl¨¦ con el entrenador del equipo y le dije que quer¨ªa aprender a jugar. Fue un sentimiento que nunca se me fue, que todav¨ªa hoy lo tengo. Me siento bien en el campo. Este juego me hace feliz. Hace que todo el ruido de alrededor desaparezca y me sienta viva con el bal¨®n¡±, subraya la futbolista de la selecci¨®n danesa. Pero el camino de la inmigraci¨®n, la aceptaci¨®n y el desarrollo no es sencillo. Mucho menos para una mujer.

¡°Comienzas desde cero, literalmente. No tienes nada y no eres aceptada¡±, sostiene Nadim; ¡°Hay gente que tiene la mente abierta y me dio la bienvenida con los brazos abiertos, pero tambi¨¦n me cruc¨¦ con otra a la que tuve que convencer de que pod¨ªa aportar algo valioso para ellos y para la sociedad. Y no creo que haya convencido a todos en Dinamarca. Hay gente que todav¨ªa no me quiere porque soy diferente y represento algo distinto. En esos t¨¦rminos, quiz¨¢ no termino de ser aceptada¡±. Ha jugado 98 partidos y ha marcado 38 goles en la selecci¨®n danesa, uno en la final del europeo en 2017, cuando su selecci¨®n cay¨® ante Holanda.

Embajadora UNESCO

Ha jugado en Dinamarca, en Estados Unidos, en Inglaterra y ahora forma parte de una de las plantillas m¨¢s potentes de Europa como es la del PSG. Todo esto, mientras estudia medicina. En 2019, la UNESCO la escogi¨® como embajadora en favor de la educaci¨®n para las ni?as y las mujeres. ¡°No s¨¦ lo que represento. Tampoco s¨¦ si me interesa representar algo. Busco ser aut¨¦ntica. Conozco mis l¨ªmites y trato de superarlos. Desde muy peque?a, intento ser consiente de lo que soy capaz. Sab¨ªa que ten¨ªa que estudiar, como tambi¨¦n sab¨ªa que hay valores, como ayudar a otras personas, que ten¨ªa que potenciar. Intento generar un impacto en la vida de otras personas y hacer feliz a los que me rodean. Valoro lo que mucha gente ha hecho por m¨ª e intento devolverlo¡±, reflexiona la futbolista afgano-danesa.

?Qu¨¦ es m¨¢s dif¨ªcil de defender? ?El f¨²tbol femenino, la inmigraci¨®n o el feminismo? ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil es la inmigraci¨®n¡±, responde Nadim. Ni lo duda. Y justifica su reflexi¨®n: ¡°El f¨²tbol femenino ha crecido mucho. En ese sentido, es f¨¢cil porque se ve el progreso. Respecto del feminismo, estamos en una etapa en la que es m¨¢s f¨¢cil hablar de ciertos problemas. Ya vimos lo que pas¨® con el movimiento Me too. Hubo un problema y se habl¨® de ese problema. En cambio, es m¨¢s dif¨ªcil cuando hay que hablar de la inmigraci¨®n. No todos estamos en la misma p¨¢gina¡±.

Satisfecha con el desarrollo del f¨²tbol femenino en los ¨²ltimos a?os, sobre todo despu¨¦s del ¨²ltimo mundial en Francia, la jugadora del PSG pide m¨¢s inversi¨®n. ¡°Si lo comparas con el f¨²tbol masculino todav¨ªa hay mucho terreno por recorrer¡±, dice. ?Superliga femenina? ¡°En el masculino no me gustar¨ªa porque lo alejar¨ªa de lo que el f¨²tbol representa. En el lado femenino, para crear m¨¢s inter¨¦s, podr¨ªa ser una idea a analizar. Si observas las ligas, la diferencia entre los equipos tops y los que no lo son es muy grande. Y eso lleva a que algunos partidos no sean tan interesantes. El PSG est¨¢ obligado a ganar, como tambi¨¦n le puede pasar al Barcelona en Espa?a¡±, analiza.

El PSG rompi¨® la hegemon¨ªa del Lyon, ganador de las ¨²ltimas cinco ediciones de la Champions, y lo elimin¨® en los cuartos de final. ¡°Ganarle a la mejor, no te convierte en el mejor. Est¨¢ todo muy parejo entre los cuatro semifinalistas¡±, dice. A Nadim todav¨ªa le falta la Orejona. ¡°Todo lo que me ha pasado me ha convertido en una persona realmente muy fuerte. Lo que pasa es que a veces puede ser un poco molesto tener que luchar por todo. Pero as¨ª es la vida¡±.

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