FC Barcelona femenino: bien pensado, gestionado y jugado

Si hay una secci¨®n profesional de referencia en el Barcelona, un club polideportivo por excelencia, esa es ahora mismo la del f¨²tbol femenino. A diferencia de las dem¨¢s (baloncesto, balonmano, hockey patines y f¨²tbol sala) no solo es competitiva, dominadora de la Liga y aspirante a ganar la Champions, sino que adem¨¢s es autosuficiente, es decir, no deficitaria por la aportaci¨®n del patrocinador Stanley. Su presupuesto es de unos cuatro millones de euros, la mitad aproximadamente del que tiene el Chelsea, que ser¨¢ precisame...

Si hay una secci¨®n profesional de referencia en el Barcelona, un club polideportivo por excelencia, esa es ahora mismo la del f¨²tbol femenino. A diferencia de las dem¨¢s (baloncesto, balonmano, hockey patines y f¨²tbol sala) no solo es competitiva, dominadora de la Liga y aspirante a ganar la Champions, sino que adem¨¢s es autosuficiente, es decir, no deficitaria por la aportaci¨®n del patrocinador Stanley. Su presupuesto es de unos cuatro millones de euros, la mitad aproximadamente del que tiene el Chelsea, que ser¨¢ precisamente su adversario en la final de la Champions.

La secci¨®n est¨¢ bien gestionada y el equipo es admirable por su buen juego, din¨¢mico y desequilibrante, m¨¢s virtuoso que f¨ªsico como se pudo comprobar contra el Paris Saint Germain. Un m¨¦rito atribuible sobre todo a Markel Zubizarreta, el hijo de Andoni, que ejerce de director deportivo y por tanto responsable de la formaci¨®n de una plantilla que cuenta con grandes individualidades y extraordinarias jugadoras de equipo dirigidas por Llu¨ªs Cort¨¦s. Juegan muy bien y el equipo tiene personalidad e identidad futbol¨ªstica, un detalle significativo en un club que a veces parece capaz de poder morir de un ataque de estilo.

Su discurso, por otra parte, es transparente y ambicioso, nunca acomplejado ni fiscalizador, alejado de cualquier revancha en un momento en el que todo el mundo se aproxima a la secci¨®n por su ¨¦xito en Europa. No es un grupo impostado que responda a una cuota o a un inter¨¦s publicitario, sino que se ha construido con paciencia, dedicaci¨®n y profesionalidad desde 2015. El salto de calidad que se dio entonces fue crucial para coronar el trabajo de pioneros como Xavi Llorens cuando el equipo femenino era pr¨¢cticamente un furtivo en las instalaciones del Bar?a. Ahora honran el estadio Johan Cruyff y alg¨²n d¨ªa jugar¨¢n en el Camp Nou.

No conviene forzar las cosas con im¨¢genes publicitarias; se trata de ser respetuosos con su curr¨ªculo y poder de convocatoria: saben que la mejor manera de congregar a la afici¨®n es ganando la Liga y la Champions. A la directiva de Laporta le corresponde cuidar bien el patrimonio que le ha dejado la junta de Bartomeu, desafortunada en muchas cosas y en cambio decisivo en la apuesta por el f¨²tbol femenino. Alcanza con recordar la dedicaci¨®n de Maria Teixidor y Jordi Mestre. El Bar?a ya jug¨® hace dos a?os la final de la Champions contra el Lyon y perdi¨® por 4-1.

La pr¨®xima final se anuncia muy diferente porque el equipo azulgrana ha madurado, siguiendo el proceso natural de crecimiento, y por tanto le avala la experiencia y la faena bien hecha; incluso se atreve a pronosticar: ¡°Vamos a Goteborg a ganar¡±. Al rev¨¦s de lo que pas¨® con la Copa de Europa masculina, el Bar?a fue mucho m¨¢s visionario y valiente que el Madrid a la hora de dimensionar la Champions femenina y ahora le toca presumir mucho antes de lo que estaba previsto: el plan de 2015 preve¨ªa jugar la primera final continental el 2021. La del d¨ªa 16 ser¨¢ la segunda.

Sea cual sea el resultado nadie podr¨¢ decir que el Bar?a femenino es un equipo hecho a medida de los tiempos que corren. No es una pol¨ªtica de escaparate, sino que jugadoras, t¨¦cnicos y directivos que creyeron en el proyecto desde el primer d¨ªa, se lo hicieron suyo, cuando todav¨ªa el f¨²tbol ol¨ªa a calzoncillo.

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