Hugo Gonz¨¢lez, oro y plata en los Europeos de Nataci¨®n en apenas una hora
El espa?ol, de 22 a?os, destaca a las puertas de los Juegos Ol¨ªmpicos con dos nuevas medallas
El enorme talento de Hugo Gonz¨¢lez de Oliveira se anunciaba desde adolescente, cuando se entrenaba en el centro de tecnificaci¨®n de la Comunidad de Madrid. Solo le faltaba encontrar el ecosistema adecuado para madurar y expresar en la competici¨®n toda la facilidad que exhib¨ªa para deslizarse en el medio acu¨¢tico. Lo consigui¨® despu¨¦s de un largo viaje que le llev¨® hasta California, un periplo mental y f¨ªsico a trav¨¦s de v¨ªas ...
El enorme talento de Hugo Gonz¨¢lez de Oliveira se anunciaba desde adolescente, cuando se entrenaba en el centro de tecnificaci¨®n de la Comunidad de Madrid. Solo le faltaba encontrar el ecosistema adecuado para madurar y expresar en la competici¨®n toda la facilidad que exhib¨ªa para deslizarse en el medio acu¨¢tico. Lo consigui¨® despu¨¦s de un largo viaje que le llev¨® hasta California, un periplo mental y f¨ªsico a trav¨¦s de v¨ªas muertas, conflictos e incertidumbre. Con 22 a?os, este jueves en el Campeonato de Europa de Nataci¨®n, en Budapest, alcanz¨® el punto en el que los deportistas toman plena consciencia de sus posibilidades y las ejecutan. Primero domin¨® la final de 100 metros espalda desde el c¨¢lculo t¨¢ctico para sorprender a toda la concurrencia con un zarpazo que le vali¨® la plata. Una hora m¨¢s tarde hizo lo mismo en los 200 estilos, solo que mejor¨¢ndose. Contra todo pron¨®stico, gan¨® el oro. Fue su tercera medalla en la competici¨®n que abre la puerta ol¨ªmpica. Con su actuaci¨®n, el nadador brinda al equipo de Espa?a la posibilidad inesperada de hacer algo m¨¢s que viajar a los Juegos de Tokio aferrado a la sufriente Mireia Belmonte.
La prueba de 100 espalda, como todas las carreras de 100 metros en piscina larga, ofrece una referencia capital en el paso por la pared. Los nadadores m¨¢s resistentes, como el espa?ol, suelen dosificarse en la ida para volver m¨¢s r¨¢pido. La clave consiste en calcular las dosis de energ¨ªa que se reservan. La apuesta de Gonz¨¢lez pareci¨® extrema cuando lleg¨® a la primera pared en sexta posici¨®n, despu¨¦s de recorrer el primer largo en 25,92 segundos. Parec¨ªa demasiado. El griego Christou y los franceses Ndoye y Tomac se le escapaban a medio metro de distancia. Pero los atrap¨®. Progresivamente, sin patinar, envolviendo el agua en cada brazada y transfiriendo la fuerza con serenidad y eficacia, hizo la vuelta m¨¢s r¨¢pida (26,98 segundos) y consigui¨® la plata en 52,90 segundos, a solo dos cent¨¦simas del oro del rumano Robert Andrei Glinta. Si la piscina hubiera medido un cent¨ªmetro, la carrera habr¨ªa sido de propiedad espa?ola.
Gonz¨¢lez debi¨® hacer una sesi¨®n de descompresi¨®n en la piscina de calentamiento y someterse a masajes de recuperaci¨®n antes de volver a ponerse las gafas para nadar la final de los 200 estilos. La prueba que inmortaliz¨® a Michael Phelps, el test de idoneidad que separa a los gigantes de la nataci¨®n de los simplemente muy buenos, obliga a nadar a la m¨¢xima velocidad cuatro largos en cuatro estilos. Mariposa, espalda, braza y libre, sucesivamente, suponen la prueba de coordinaci¨®n y destreza m¨¢s exigente que reserva el cat¨¢logo. El espa?ol se atrevi¨® con ella en condiciones que habr¨ªan intimidado a un nadador menos seguro de sus posibilidades.
Preparaci¨®n en Estados Unidos
Encajonado en la calle dos, una mala posici¨®n para controlar a los rivales, Gonz¨¢lez puso en marcha la calculadora. Pas¨® en sexta posici¨®n por la primera pared, en quinta por la segunda, y en cuarta por la tercera. Cuando emprendi¨® el ¨²ltimo 50 parec¨ªa rezagado. Perdido en el oleaje que provocaban los cuatro competidores que le adelantaban: Desplanches, Razzetti, y el gran Laszlo Cseh. En la persecuci¨®n de Jeremy Desplanches, que lideraba el concurso en la calle contigua, hall¨® un punto de referencia decisivo. Su secci¨®n de nado libre fue otro ejercicio de perfecci¨®n matem¨¢tica. Solo un experto capaz de asegurar la eficiencia de cada brazada, de cada esfuerzo, puede conseguir equilibrar un cuerpo agotado en un medio inestable para propulsarlo sin derroche de energ¨ªa hacia la m¨¢xima expresi¨®n de sus posibilidades. Cuando toc¨® la ¨²ltima pared, fue oro.
Su marca de 1m 56,76s no solo es un excelente registro para el concierto europeo. Le habr¨ªa valido el bronce en el Mundial de 2019 y en los Juegos de 2016. Le sit¨²a como 3? en el r¨¢nking FINA de 2021 por detr¨¢s de Duncan Scott (1m 55,90s en los nacionales brit¨¢nicos y sexto en Budapest) y Mitchell Larkin (1m 56,74s en los nacionales de Australia).
¡±No me lo esperaba, la verdad¡±, dijo Gonz¨¢lez al salir de la piscina a los medios oficiales de la federaci¨®n espa?ola; ¡°?pero esto es competir! He intentado superar al que iba a mi lado [el franc¨¦s Desplanches] y lo he conseguido¡±.
Despu¨¦s de tres a?os de incertidumbre, peregrinaci¨®n y desencuentro con algunos t¨¦cnicos de la federaci¨®n, tras probar suerte en la Universidad de Auburn, en Alabama, y en Virginia Tech, el espa?ol se estableci¨® en Berkeley. All¨ª ha competido con aplomo para el equipo de los Cal Bears en los campeonatos universitarios. A las ¨®rdenes de Dave Durden, que tambi¨¦n oficia de jefe del equipo ol¨ªmpico estadounidense, ha dejado de ser un simple talento para aprender a responder en situaciones l¨ªmite. Por el camino, Espa?a gan¨® un competidor formidable.
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